Add parallel Print Page Options

32 ¿Acaso una joven se olvida de sus joyas,
    o una novia de su atavío?
¡Pues hace muchísimo tiempo
    que mi pueblo se olvidó de mí!
33 ¡Qué mañosa eres
    para conseguir amantes!
¡Hasta las malas mujeres
    han aprendido de ti!
34 Tienes la ropa manchada de sangre,
    de sangre de gente pobre e inocente,
    a los que nunca sorprendiste robando.
Por todo esto

Read full chapter