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Por cuanto el suelo está ardiente[a], pues no ha habido lluvia en la tierra, los labradores están avergonzados; cubren sus cabezas. Hasta la gacela en el campo, al parir, abandona su cría porque no hay hierba. Los asnos monteses se ponen sobre los cerros y aspiran el viento como los chacales. Sus ojos se debilitan porque no hay hierba.

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Footnotes

  1. Jeremías 14:4 Según LXX; heb., tu.