Add parallel Print Page Options

14-16 Dios me contestó:

«Esos profetas que dicen hablar de mi parte, son unos mentirosos. Yo no los he enviado, ni les he dado ninguna orden. Es más, ni siquiera he hablado con ellos. Sus mensajes son una mentira, ¡un invento de su propia imaginación! Dicen también que no habrá guerra ni hambre en este país; pero yo les digo que morirán de hambre o los matarán en la guerra. No sólo ellos morirán, sino también sus esposas, sus hijos y sus hijas. Sus cadáveres serán arrojados a las calles de Jerusalén, y no habrá nadie que los entierre. ¡Así les haré pagar su maldad!

17 »Tú, Jeremías, diles de mi parte:

“Día y noche lloraré sin cesar
porque mi pueblo preferido
ha sufrido una terrible desgracia;
¡ha recibido una herida muy grave!
18 Salgo al campo, y veo los cuerpos
de los que murieron en la guerra;
entro en la ciudad, y veo el desastre
que ha causado el hambre.
¡Pero ni profetas ni sacerdotes
parecen entender lo que pasa!”»

Read full chapter