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31 EN aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios á todos los linajes de Israel, y ellos me serán á mí por pueblo.

Así ha dicho Jehová: Halló gracia en el desierto el pueblo, los que escaparon del cuchillo, yendo yo para hacer hallar reposo á Israel.

Jehová se manifestó á mí ya mucho tiempo há, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.

Aun te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel: todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en corro de danzantes.

Aun plantarás viñas en los montes de Samaria: plantarán los plantadores, y harán común uso de ellas.

Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Ephraim: Levantaos, y subamos á Sión, á Jehová nuestro Dios.

Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo á la cabeza de gentes; haced oir, alabad, y decid: Oh Jehová, salva tu pueblo, el resto de Israel.

He aquí yo los vuelvo de tierra del aquilón, y los juntaré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer preñada y la parida juntamente; en grande compañía tornarán acá.

Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y harélos andar junto á arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán: porque soy á Israel por padre, y Ephraim es mi primogénito.

10 Oid palabra de Jehová, oh gentes, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció á Israel lo juntará y guardará, como pastor á su ganado.

11 Porque Jehová redimió á Jacob, redimiólo de mano del más fuerte que él.

12 Y vendrán, y harán alabanzas en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová, al pan, y al vino, y al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, ni nunca más tendrán dolor.

13 Entonces la virgen se holgará en la danza, los mozos y los viejos juntamente; y su lloro tornaré en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.

14 Y el alma del sacerdote embriagaré de grosura, y será mi pueblo saciado de mi bien, dice Jehová.

15 Así ha dicho Jehová: Voz fué oída en Ramá, llanto y lloro amargo: Rachêl que lamenta por sus hijos, no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.

16 Así ha dicho Jehová: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; porque salario hay para tu obra, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.

17 Esperanza también hay para tu fin, dice Jehová, y los hijos volverán á su término.

18 Escuchando, he oído á Ephraim que se lamentaba: Azotásteme, y fuí castigado como novillo indómito: conviérteme y seré convertido; porque tú eres Jehová mi Dios.

19 Porque después que me convertí, tuve arrepentimiento, y después que me conocí, herí el muslo: avergoncéme, y confundíme, porque llevé la afrenta de mis mocedades.

20 ¿No es Ephraim hijo precioso para mí? ¿no es niño delicioso? pues desde que hablé de él, heme acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él: apiadado, tendré de él misericordia, dice Jehová.

21 Establécete señales, ponte majanos altos; nota atentamente la calzada, el camino por donde viniste: vuélvete, virgen de Israel, vuélvete á estas tus ciudades.

22 ¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? porque Jehová criará una cosa nueva sobre la tierra: una hembra rodeará al varón.

23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo convertiré su cautiverio: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo.

24 Y morarán allí Judá, y también en todas sus ciudades labradores, y los que van con rebaño.

25 Porque habré embriagado el alma cansada, y henchido toda alma entristecida.

26 En esto me desperté, y vi, y mi sueño me fué sabroso.

27 He aquí vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.

28 Y será que, como tuve ciudado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder, y afligir, así tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová.

29 En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agraces, y los dientes de los hijos tienen la dentera.

30 Sino que cada cual morirá por su maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agraces, tendrán la dentera.

31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá:

32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová:

33 Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

34 Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce á Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

35 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte la mar y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:

36 Si estas leyes faltaren delante de mí, dice Jehová, también la simiente de Israel faltará para no ser nación delante de mí todos los días.

37 Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y buscarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la simiente de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová.

38 He aquí que vienen días, dice Jehová, y la ciudad será edificada á Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del rincón.

39 Y saldrá más adelante el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Hareb, y rodeará á Goa.

40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo á Jehová: no será arrancada, ni destruída más para siempre.

Gozo en lugar de duelo

31 «En aquel tiempo», declara el Señor, «Yo seré el Dios de todas las familias de Israel(A), y ellos serán Mi pueblo(B)». Así dice el Señor(C):

«Ha hallado gracia en el desierto
El pueblo que escapó[a] de la espada:
Israel, cuando iba en busca de su reposo(D)».
Desde lejos el Señor se le[b] apareció, y le dijo:
«Con amor eterno te he amado(E),
Por eso te he sacado con misericordia(F).
De nuevo te edificaré, y serás reedificada,
Virgen de Israel(G);
De nuevo tomarás[c] tus panderos(H),
Y saldrás a las danzas con[d] los que se divierten(I).
De nuevo plantarás viñas
En los montes de Samaria;
Los plantadores las plantarán
Y las disfrutarán[e](J).
Porque habrá un día en que clamarán los guardas
En la región montañosa de Efraín:
“Levántense y subamos a Sión,
Al Señor nuestro Dios(K)”».

Porque así dice el Señor:

«Griten con alegría por Jacob(L),
Y den voces por la primera de las naciones(M).
Proclamen, den alabanza, y digan:
“Oh Señor, salva a Tu pueblo(N),
Al remanente de Israel(O)”.
Yo los traigo del país del norte(P),
Y los reuniré de los confines de la tierra(Q),
Entre ellos los ciegos(R) y los cojos,
La mujer encinta y también la que está dando a luz.
Una gran compañía[f] volverá acá(S).
Con llanto vendrán(T),
Y entre súplicas los guiaré.
Los haré andar junto a arroyos de aguas(U),
Por camino derecho en el cual no tropezarán(V);
Porque soy un padre(W) para Israel,
Y Efraín es Mi primogénito(X)».

10 Oigan, naciones, la palabra del Señor,
Anuncien en las costas lejanas(Y),
Y digan: «El que dispersó a Israel lo reunirá(Z),
Y lo guardará como un pastor a su rebaño(AA)».
11 Porque el Señor ha rescatado a Jacob
Y lo ha redimido de manos más fuertes(AB) que él(AC).
12 «Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sión(AD),
Y radiarán de gozo por la bondad(AE) del Señor(AF):
Por el grano, por el vino y por el aceite(AG),
Y por las crías de las ovejas y de las vacas(AH).
Su alma será como huerto regado(AI),
Y nunca más languidecerán(AJ).
13 Entonces la virgen se alegrará en la danza,
Y los jóvenes y los ancianos(AK) a una;
Cambiaré su duelo en gozo(AL),
Los consolaré y los alegraré de su tristeza(AM).
14 Y llenaré[g] con abundancia[h] el alma(AN) de los sacerdotes,
Y Mi pueblo se saciará de Mi bondad», declara el Señor.

15 Así dice el Señor:

«Se oye una voz en Ramá(AO),
Lamento y llanto amargo(AP).
Raquel llora por sus hijos;
Rehúsa ser consolada, por sus hijos(AQ)
Que ya no existen(AR)».

16 Así dice el Señor:

«Reprime tu voz del llanto,
Y tus ojos de las lágrimas(AS);
Hay pago para tu trabajo(AT)», declara el Señor,
«Pues volverán de la tierra(AU) del enemigo.
17 Y hay esperanza para tu porvenir», declara el Señor(AV),
«Los hijos volverán a su territorio.
18 Ciertamente he oído a Efraín lamentarse(AW):
“Me has castigado(AX), y castigado fui
Como becerro indómito(AY).
Hazme volver para que sea restaurado(AZ),
Pues Tú, Señor, eres mi Dios.
19 Porque después que me aparté[i], me arrepentí(BA),
Y después que comprendí, me di golpes en el muslo(BB);
Me avergoncé y también me humillé,
Porque llevaba el oprobio de mi juventud(BC)”.
20 ¿No es Efraín Mi hijo amado?
¿No es un niño encantador?
Pues siempre que hablo contra él,
Lo recuerdo aún más.
Por eso Mis entrañas se conmueven por él(BD),
Ciertamente tendré de él misericordia(BE)», declara el Señor.

21 «Levanta para ti señales(BF),
Coloca para ti majanos(BG);
Presta atención[j] a la calzada,
Al camino que anduviste.
Vuelve, virgen de Israel,
Vuelve a estas tus ciudades.
22 ¿Hasta cuándo andarás errante,
Hija infiel(BH)?
Porque el Señor ha creado algo nuevo en la tierra:
La mujer rodeará al hombre».

23 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar[k](BI):

“El Señor te bendiga, morada de justicia(BJ),
Monte santo(BK)”.

24 Y morarán juntos en ella Judá y todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños(BL). 25 Porque Yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar[l] a toda alma atribulada(BM)». 26 En esto me desperté(BN) y miré, y mi sueño me resultó agradable(BO).

El nuevo pacto

27 «Vienen días», declara el Señor, «en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal(BP). 28 Y como velé sobre ellos para arrancar y para derribar, para derrocar para destruir y para traer calamidad(BQ), así velaré sobre ellos para edificar y para plantar(BR)», declara el Señor. 29 «En aquellos días no dirán más:

“Los padres comieron uvas agrias,
Y los dientes de los hijos tienen la dentera[m](BS)”,

30 sino que cada cual por su propia iniquidad(BT) morirá. Todo hombre que coma uvas agrias, sus dientes tendrán la dentera. 31 Vienen días», declara el Señor, «en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto(BU), 32 no como el pacto(BV) que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra(BW) de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron(BX), aunque fui un esposo para ellos», declara el Señor. 33 «Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días», declara el Señor. «Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré(BY). Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo(BZ). 34 No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo(CA) y cada cual a su hermano, diciéndole: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán(CB), desde el más pequeño de ellos hasta el más grande», declara el Señor, «pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado(CC)».

35 Así dice el Señor,

El que da el sol para luz del día,
Y las leyes[n] de la luna y de las estrellas para luz de la noche(CD),
El que agita el mar para que bramen sus olas;
El Señor de los ejércitos es Su nombre(CE):
36 «Si estas leyes[o] se apartan(CF)
De Mi presencia», declara el Señor,
«También la descendencia de Israel dejará
De ser nación en Mi presencia para siempre[p](CG)».

37 Así dice el Señor:

«Si los cielos arriba pueden medirse,
Y explorarse abajo los cimientos de la tierra(CH),
También Yo desecharé toda la descendencia de Israel
Por todo lo que hayan hecho», declara el Señor(CI).

38 «Vienen días», declara el Señor, «en que la ciudad será reedificada(CJ) para el Señor, desde la torre de Hananel hasta la puerta del Ángulo(CK). 39 Y el cordel de medir(CL) saldrá más allá, directamente hasta la colina de Gareb, y girará hasta Goa. 40 Y todo el valle de los cadáveres(CM) y de las cenizas, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón(CN), hasta la esquina de la puerta de los Caballos(CO) hacia el oriente, serán santos al Señor(CP). La ciudad no será arrancada ni derribada nunca jamás».

Footnotes

  1. Jeremías 31:2 O sobrevivió.
  2. Jeremías 31:3 Lit. me.
  3. Jeremías 31:4 O serás adornada otra vez con.
  4. Jeremías 31:4 Lit. de.
  5. Jeremías 31:5 Lit. profanarán.
  6. Jeremías 31:8 O asamblea.
  7. Jeremías 31:14 Lit. saturaré.
  8. Jeremías 31:14 Lit. grosura.
  9. Jeremías 31:19 O volví.
  10. Jeremías 31:21 Lit. dirige tu corazón.
  11. Jeremías 31:23 O haga volver a sus cautivos.
  12. Jeremías 31:25 Lit. llenaré.
  13. Jeremías 31:29 O están embotados.
  14. Jeremías 31:35 Lit. los estatutos.
  15. Jeremías 31:36 Lit. los estatutos.
  16. Jeremías 31:36 Lit. todos los días.

Esperanza de restauración

31 «En ese día—dice el Señor—, seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellas serán mi pueblo. Esto dice el Señor:

»Los que sobrevivan de la destrucción venidera
    encontrarán bendiciones aun en las tierras áridas,
    porque al pueblo de Israel le daré descanso».

Hace tiempo el Señor le dijo a Israel:
«Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno.
    Con amor inagotable te acerqué a mí.
Yo te reedificaré, mi virgen Israel.
    Volverás a ser feliz
    y con alegría danzarás con las panderetas.
De nuevo plantarás tus viñedos sobre las montañas de Samaria
    y allí comerás de tus propios huertos.
Llegará el día cuando los centinelas gritarán
    desde la zona montañosa de Efraín:
“Vengan, subamos a Jerusalén[a]
    a adorar al Señor nuestro Dios”».

Ahora esto dice el Señor:
«Canten con alegría por Israel.[b]
    ¡Griten por la mejor de las naciones!
Griten de alabanza y alegría:
“¡Salva a tu pueblo, oh Señor,
    el remanente de Israel!”.
Pues los traeré del norte
    y de los extremos más lejanos de la tierra.
No me olvidaré del ciego ni del cojo,
    ni de las mujeres embarazadas ni de las que están en trabajo de parto.
    ¡Volverá un enorme grupo!
Por sus rostros correrán lágrimas de alegría,
    y con mucho cuidado los guiaré a casa.
Caminarán junto a arroyos quietos
    y por caminos llanos donde no tropezarán.
Pues soy el padre de Israel,
    y Efraín es mi hijo mayor.

10 »Ustedes, naciones del mundo,
    escuchen este mensaje del Señor;
    proclámenlo en las costas lejanas:
El Señor, quien dispersó a su pueblo,
    lo reunirá y lo cuidará
    como hace un pastor con su rebaño.
11 Pues el Señor ha rescatado a Israel
    de manos más fuertes.
12 Vendrán a su tierra y entonarán canciones de alegría en las alturas de Jerusalén.
    Estarán radiantes debido a los buenos regalos del Señor:
abundancia de grano, vino nuevo y aceite de oliva,
    y los rebaños y las manadas saludables.
Su vida será como un jardín bien regado,
    y desaparecerán todas sus tristezas.
13 Las jóvenes danzarán de alegría,
    y los hombres—jóvenes y viejos—se unirán a la celebración.
Convertiré su duelo en alegría.
    Los consolaré y cambiaré su aflicción en regocijo.
14 Los sacerdotes disfrutarán de la abundancia,
    y mi pueblo se saciará de mis buenos regalos.
    ¡Yo, el Señor, he hablado!».

La tristeza de Raquel se torna en alegría

15 Esto dice el Señor:

«En Ramá se oye una voz:
    profunda angustia y llanto amargo.
Raquel llora por sus hijos;
    se niega a que la consuelen,
    porque sus hijos se han ido».

16 Pero ahora esto dice el Señor:
«No llores más,
    porque te recompensaré—dice el Señor—.
Tus hijos volverán a ti
    desde la tierra lejana del enemigo.
17 Hay esperanza para tu futuro—dice el Señor—.
    Tus hijos volverán a su propia tierra.
18 Oí a Israel[c] decir:
“Me disciplinaste severamente,
    como a un becerro que necesita ser entrenado para el yugo.
Hazme volver a ti y restáurame,
    porque solo tú eres el Señor mi Dios.
19 Me aparté de Dios,
    pero después tuve remordimiento.
¡Me di golpes por haber sido tan estúpido!
    Estaba profundamente avergonzado por todo lo que hice en los días de mi juventud”.

20 »¿No es aún Israel mi hijo,
    mi hijo querido?—dice el Señor—.
A menudo tengo que castigarlo,
    pero aun así lo amo.
Por eso mi corazón lo anhela
    y ciertamente le tendré misericordia.
21 Pon señales en el camino;
    coloca postes indicadores.
Marca bien el camino
    por el que viniste.
Regresa otra vez, mi virgen Israel;
    regresa aquí a tus ciudades.
22 ¿Hasta cuándo vagarás,
    mi hija descarriada?
Pues el Señor hará que algo nuevo suceda:
    Israel abrazará a su Dios[d]».

23 Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: «Cuando los traiga de regreso del cautiverio, el pueblo de Judá y sus ciudades volverán a decir: “¡El Señor te bendiga, oh casa de rectitud, oh monte santo!”. 24 Tanto la gente de la ciudad como los agricultores y los pastores vivirán juntos en paz y felicidad. 25 Pues le he dado descanso al fatigado y al afligido, alegría».

26 Al oír esto, me desperté y miré a mi alrededor. Mi sueño había sido muy dulce.

27 «Se acerca el día—dice el Señor—, cuando aumentaré en gran manera la población humana y el número de los animales en Israel y Judá. 28 En el pasado con determinación desarraigué y derribé a esta nación. La derroqué, la destruí y sobre ella traje el desastre; pero en el futuro con la misma determinación la plantaré y la edificaré. ¡Yo, el Señor, he hablado!

29 »El pueblo ya no citará este proverbio:

“Los padres comieron uvas agrias,
    pero la boca de sus hijos se frunce por el sabor”.

30 Cada persona morirá por sus propios pecados, los que coman las uvas agrias serán los que tengan la boca fruncida.

31 »Se acerca el día—dice el Señor—, en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y de Judá. 32 Este pacto no será como el que hice con sus antepasados cuando los tomé de la mano y los saqué de la tierra de Egipto. Ellos rompieron ese pacto, a pesar de que los amé como un hombre ama a su esposa», dice el Señor.

33 «Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel después de esos días—dice el Señor—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 34 Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes diciendo: “Deberías conocer al Señor”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande—dice el Señor—. Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados».

35 Es el Señor quien provee el sol para alumbrar el día
    y la luna y las estrellas para alumbrar la noche,
    y agita el mar y hace olas rugientes.
Su nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales,
    y esto es lo que dice:
36 «¡Igual de improbable es que anule las leyes de la naturaleza
    como que rechace a mi pueblo Israel!».
37 Esto dice el Señor:
«Así como no se pueden medir los cielos
    ni explorar los fundamentos de la tierra,
así tampoco consideraré echarlos fuera
    por las maldades que han hecho.
    ¡Yo, el Señor, he hablado!

38 »Se acerca el día—dice el Señor—, cuando toda Jerusalén será reconstruida para mí, desde la torre de Hananeel hasta la puerta de la Esquina. 39 Se extenderá una cuerda de medir sobre la colina de Gareb hasta Goa 40 y el área entera—incluidos el cementerio y el basurero de cenizas en el valle, y todos los campos en el oriente hasta el valle de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos—será santa al Señor. Nunca más la ciudad será conquistada ni destruida».

Footnotes

  1. 31:6 En hebreo Sion, también en 31:12.
  2. 31:7 En hebreo Jacob; también en 31:11. Ver la nota en 5:20.
  3. 31:18 En hebreo Efraín, se refiere al reino del norte de Israel; también en 31:20.
  4. 31:22 En hebreo suceda: / una mujer rodeará a un hombre.