Isaías 65:1-6
Nueva Traducción Viviente
Juicio y salvación final
65 El Señor dice:
«Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda;
estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba.
“¡Aquí estoy, aquí estoy!”,
dije a una nación que no invocaba mi nombre.[a]
2 Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.[b]
Pero ellos siguen sus malos caminos
y sus planes torcidos.
3 Todo el día me insultan en mi propia cara
al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados
y al quemar incienso en altares paganos.
4 De noche andan entre las tumbas
para rendir culto a los muertos.
Comen carne de cerdo
y hacen guisos con otros alimentos prohibidos.
5 Sin embargo, se dicen unos a otros:
“¡No te acerques demasiado, porque me contaminarás!
¡Yo soy más santo que tú!”.
Ese pueblo es un hedor para mi nariz,
un olor irritante que nunca desaparece.
6 »Miren, tengo escrito mi decreto[c] delante de mí:
no me quedaré callado;
les daré el pago que se merecen.
Sí, les daré su merecido,
Footnotes
- 65:1 O a una nación que no llevaba mi nombre.
- 65:1-2 La versión griega dice Me encontraron personas que no me buscaban. / Me mostré a los que no preguntaban por mí. / Todo el día les abrí mis brazos, / pero ellos fueron desobedientes y rebeldes. Comparar Rm 10:20-21.
- 65:6 O Miren, sus pecados están escritos; en hebreo dice Miren, escrito está.
Isaías 65:1-6
La Palabra (España)
El Señor explica las razones de su silencio
65 Yo ofrecía respuesta a quienes no preguntaban,
me dejaba encontrar por quienes no me buscaban.
Yo decía: “Aquí estoy, aquí estoy”
a un pueblo que no invocaba mi nombre.
2 Todo el día extendía mis manos
en dirección a un pueblo rebelde,
que llevaba un camino equivocado,
siempre detrás de sus caprichos;
3 un pueblo que me andaba provocando
cara a cara, sin descanso,
que sacrificaba en jardines sagrados,
que ofrecía incienso sobre ladrillos,
4 que frecuentaba cuevas sepulcrales
y pernoctaba dentro de las grutas,
que comía carne de puerco,
con caldo impuro en sus platos,
5 que decía: “No te acerques,
no me toques, que estoy consagrado”.
Todo esto enciende mi cólera,
como un fuego que arde sin parar.
6 Lo tengo todo escrito, a la vista,
y no pararé hasta haceros pagar
Isaías 65:1-6
Palabra de Dios para Todos
Castigo para los rebeldes
65 «He ayudado a los que no me pedían ayuda,
he dejado que me encontraran los que no me buscaban.
Le dije: “Aquí estoy, aquí estoy”
a una nación que no me llamaba por mi nombre.
2 Extendí mis manos todo el día
a un pueblo rebelde que andaba en malos pasos,
siguiendo sus malos pensamientos.
3 Son un pueblo que en mi propia cara
continuamente me ha provocado,
haciendo sacrificios en jardines
y ofreciendo incienso en altares.[a]
4 Se sentaban en los sepulcros
y pasaban la noche en cuevas;
comían carne de cerdo
y hacían en sus ollas comidas impuras.
5 Dicen: “Apártate, no te me acerques,
porque soy demasiado santo para ti”.
Gente así es como humo en mi nariz,
como fuego que arde todo el día.
6 »Fíjate, está escrito ante mí,
y no voy a quedarme callado.
Voy a darles el pago que se merecen,
les voy a dar su merecido en su regazo.
Footnotes
- 65:3 sacrificios […] en altares Prácticas de adoración a dioses falsos.
Isaías 65:1-6
Dios Habla Hoy
Acusación contra los rebeldes
65 El Señor dice:
«Los que no me habían pedido nada
fueron los que acudieron a mí;
los que no me habían buscado
fueron los que me encontraron.
A un pueblo que no me había invocado
fue al que le dije: “Aquí estoy.”
2 Todo el día extendí mis manos
para atraer a un pueblo rebelde
que iba por caminos perversos
siguiendo sus propios caprichos;
3 un pueblo que en mi propia cara
me ofendía continuamente;
que ofrecía sacrificios a los dioses en los jardines
y quemaba incienso en altares de ladrillo;
4 que se sentaba entre los sepulcros
y pasaba las noches en sitios escondidos;
que comía carne de cerdo
y llenaba sus ollas de caldos impuros.
5 Dicen: “Quédate ahí, no me toques;
soy demasiado sagrado para que me toques.”
Esa gente es como fuego que arde todo el día;
me molestan como el humo en las narices.
6 Pero todo esto está escrito delante de mí,
y no voy a quedarme cruzado de brazos;
voy a darles su merecido,
Isaías 65:1-6
Reina Valera Contemporánea
Castigo de los rebeldes
65 Los que no preguntaban por mí, me buscaron; los que no me buscaban, me encontraron.(A) A los que no invocaban mi nombre, les dije «Aquí me tienen». 2 Todo el día tendí mis manos hacia un pueblo rebelde,(B) un pueblo que va por mal camino y en pos de sus pensamientos; 3 un pueblo que descaradamente me provoca a ira todo el tiempo, que ofrece sacrificios en los huertos y quema incienso sobre ladrillos; 4 un pueblo que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en lugares escondidos; que come carne de cerdo, y que en sus ollas tiene caldo de cosas inmundas; 5 un pueblo que dice: «Quédate donde estás y no te acerques a mí, porque yo soy más santo que tú».
Todo esto es para mí como humo en la nariz; ¡es un fuego que arde todo el día! 6 Pero esto lo tengo escrito delante de mí, y no voy a quedarme callado, sino que voy a darles su merecido; voy a herirlos en el pecho
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