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Quebró el Señor la vara de los malvados;
    rompió el bastón de los tiranos
que con furia y continuos golpes
    castigaba a los pueblos,
que con implacable enojo
    dominaba y perseguía a las naciones.
Toda la tierra descansa tranquila
    y prorrumpe en gritos de alegría.
Hasta los pinos y cedros del Líbano
    se burlan de ti y te dicen:
«Desde que yaces tendido,
    nadie viene a derribarnos».
Allá en lo profundo, por tu causa,
    el sepulcro se estremece
    al salir a tu encuentro;
por tu causa despierta a los muertos,
    a los que fueron jefes de la tierra.
Hace que los reyes de todas las naciones
    se levanten de sus tronos.
10 Todos ellos responden y te dicen:
    «¡También tú te has debilitado!
    ¡Ya eres uno más de los nuestros!»
11 Tu majestad ha sido arrojada al sepulcro,
    junto con el sonido de tus arpas.
¡Duermes entre gusanos,
    y te cubren las lombrices!
12 ¡Cómo has caído del cielo,
    lucero de la mañana!
Tú, que sometías a las naciones,
    has caído por tierra.
13 Decías en tu corazón:
    «Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono
    por encima de las estrellas de Dios!
Gobernaré desde el extremo norte,
    en el monte de la reunión.[a]
14 Subiré a lo alto de las nubes,
    seré semejante al Altísimo».
15 ¡Pero has sido arrojado al sepulcro,
    a lo más profundo de la fosa!

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Footnotes

  1. 14:13 monte de la reunión. Lit. monte de la asamblea.