Add parallel Print Page Options

Dijiste: “¡Por siempre seré la soberana!”
    Pero no consideraste esto,
    ni reflexionaste sobre su final.

»Ahora escucha esto, voluptuosa;
    tú, que moras confiada y te dices a ti misma:
“Yo soy, y no hay otra fuera de mí.
    Nunca enviudaré ni me quedaré sin hijos”.
De repente, en un solo día,
    ambas cosas te sorprenderán:
la pérdida de tus hijos y la viudez
    te abrumarán por completo,
    a pesar de tus muchas hechicerías
    y de tus poderosos encantamientos.
10 Tú has confiado en tu maldad,
    y has dicho: “Nadie me ve”.
Tu sabiduría y tu conocimiento te engañan
    cuando a ti misma te dices:
    “Yo soy, y no hay otra fuera de mí”.
11 Pero vendrá sobre ti una desgracia
    que no sabrás conjurar;
caerá sobre ti una calamidad
    que no podrás evitar.
¡Una catástrofe que ni te imaginas
    vendrá de repente sobre ti!

Read full chapter