Add parallel Print Page Options

SEÑOR, no te enojes indefinidamente
    y no tengas siempre presente nuestro pecado.
    Mira que todos nosotros somos tu pueblo.
10 Tus santas ciudades han quedado abandonadas.
    Sion quedó vacía,
    Jerusalén es un lugar arrasado.
11 Nuestro hermoso templo santo,
    donde te alabaron nuestros antepasados,
    ha sido incendiado.
Todo lo hermoso que teníamos
    ha sido destruido.

Read full chapter