Add parallel Print Page Options

(8) Señor, no te enojes demasiado
ni te acuerdes siempre de nuestros crímenes.
¡Mira que somos tu pueblo!
10 (9) Tus santas ciudades están convertidas en desierto,
Jerusalén está en ruinas, destruida.
11 (10) Nuestro santuario glorioso,
donde nuestros padres te alababan,
quedó destruido por el fuego.
¡Todo lo que más queríamos está en ruinas!

Read full chapter