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Ya no te llamará más «Abandonada»,
    y tampoco a tu tierra «Destruida».
Porque tu nombre será «Mi preferida»,
    y el de tu tierra «Esposa mía».
El SEÑOR se complace en ti,
    y tu tierra se casará con él.
Como un joven que se casa con una muchacha,
    así el que te reconstruye se casará contigo.
Como un novio que se complace con su esposa,
    así Dios disfrutará contigo.

He puesto guardia sobre tus murallas, Jerusalén.
    Nunca permanecerán callados,
    todo el día y toda la noche.
No se den descanso,
    ustedes que se dedican pedirle al SEÑOR
    que no se olvide de sus promesas.

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