45 Así dice el Señor a Ciro, su ungido,
    a quien tomó de la mano derecha
para someter a su dominio las naciones
    y despojar de su armadura a los reyes,
para abrir a su paso las puertas
    y dejar abiertas las entradas:
«Marcharé al frente de ti
    y allanaré las montañas;[a]
haré pedazos las puertas de bronce
    y cortaré los cerrojos de hierro.
Te daré los tesoros de las tinieblas
    y las riquezas guardadas en lugares secretos,
para que sepas que yo soy el Señor,
    el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.
Por causa de Jacob mi siervo,
    de Israel mi escogido,
te llamo por tu nombre
    y te confiero un título de honor,
    aunque tú no me conoces.
Yo soy el Señor y no hay otro;
    fuera de mí no hay ningún Dios.
Aunque tú no me conoces,
    te fortaleceré,
para que sepan de oriente a occidente
    que no hay ningún otro fuera de mí.
Yo soy el Señor
    y no hay ningún otro.
Yo formo la luz y creo las tinieblas,
    traigo bienestar y creo calamidad;
    Yo, el Señor, hago todas estas cosas.

»¡Destilen, cielos, desde lo alto!
    ¡Nubes, hagan llover justicia!
¡Que se abra la tierra de par en par!
    ¡Que brote la salvación!
¡Que crezca con ella la justicia!
    Yo, el Señor, lo he creado».

¡Ay del que contiende con su Hacedor!
    ¡Ay del que no es más que un tiesto
    entre los tiestos de la tierra!
¿Acaso el barro reclama al alfarero:
    «¡Fíjate en lo que haces!
    ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»?
10 ¡Ay!, del que reprocha a su padre:
    «¡Mira lo que has engendrado!».
¡Ay!, del que reclama a su madre:
    «¡Mira lo que has dado a luz!».

11 Así dice el Señor,
    el Santo de Israel, su Hacedor:
«¿Van acaso a pedirme cuentas del futuro de mis hijos
    o a darme órdenes sobre la obra de mis manos?
12 Yo hice la tierra
    y sobre ella creé a la humanidad.
Mis propias manos extendieron los cielos
    y di órdenes a todo su ejército.
13 Levantaré a Ciro en justicia;
    allanaré todos sus caminos.
Él reconstruirá mi ciudad
    y pondrá en libertad a mis cautivos,
pero no por precio ni soborno.
    Lo digo yo, el Señor de los Ejércitos».

14 Así dice el Señor:

«Los productos de Egipto y la mercancía de Cus
    pasarán a ser de tu propiedad;
los sabeos, hombres de elevada estatura,
    marcharán detrás de ti en cadenas.
Se postrarán en tu presencia
    y suplicantes te dirán:
“Hay un solo Dios, no hay ningún otro,
    y ese Dios está contigo”».

15 Tú, Dios y Salvador de Israel,
    eres un Dios que se oculta.
16 Todos los que hacen ídolos serán avergonzados y humillados
    y, juntos, marcharán con su humillación.
17 Pero Israel será salvado por el Señor
    con salvación eterna.
Nunca más ustedes volverán a ser
    avergonzados ni humillados.

18 Porque así dice el Señor,
    el que creó los cielos;
el Dios que formó la tierra,
    que la hizo y la estableció;
que no la creó para dejarla vacía,
    sino que la formó para ser habitada:
«Yo soy el Señor
    y no hay ningún otro.
19 Desde ningún lugar de esta tierra tenebrosa
    les he hablado en secreto.
Ni he dicho a los descendientes de Jacob:
    “Búsquenme en vano”.
Yo, el Señor, digo lo que es justo
    y declaro lo que es recto.

20 »Reúnanse, fugitivos de las naciones;
    congréguense y vengan.
Ignorantes son los que cargan imágenes de madera
    y oran a dioses que no pueden salvar.
21 Declaren y presenten sus pruebas,
    deliberen juntos.
¿Quién predijo esto hace tiempo,
    quién lo declaró desde tiempos antiguos?
¿Acaso no lo hice yo, el Señor?
    Fuera de mí no hay otro dios;
Dios justo y salvador,
    no hay ningún otro fuera de mí.

22 »Vuelvan a mí y sean salvos,
    todos los confines de la tierra,
    porque yo soy Dios y no hay ningún otro.
23 He jurado por mí mismo,
    con justicia he pronunciado
    una palabra irrevocable:
Ante mí se doblará toda rodilla
    y por mí jurará toda lengua.
24 Ellos dirán de mí: “Solo en el Señor
    están la justicia y el poder”».
Todos los que contra él se enfurecieron
    ante él comparecerán y quedarán avergonzados.
25 Pero toda la descendencia de Israel
    será justificada y exaltada en el Señor.

Los dioses de Babilonia

46 Bel se inclina, Nebo se somete;
    sus ídolos son llevados por bestias de carga.[b]
Pesadas son las imágenes que por todas partes llevan;
    son una carga para el agotado.
Todos a la vez se someten y se inclinan;
    no pudieron rescatar la carga
    y ellos mismos van al cautiverio.

«Escúchenme, descendientes de Jacob,
    todo el resto del pueblo de Israel,
a quienes he cargado desde el vientre
    y he llevado desde la cuna.
Aun en la vejez, cuando ya peinen canas,
    yo seré el mismo, yo los sostendré.
Yo los hice y cuidaré de ustedes;
    los sostendré y los libraré.

»¿Con quién vas a compararme o a quién me vas a igualar?
    ¿A quién vas a asemejarme para que seamos parecidos?
Algunos derrochan oro de sus bolsas
    y pesan plata en la balanza;
contratan a un joyero para que les haga un dios
    y ante ese dios se postran para adorarlo.
Lo levantan en hombros y lo cargan;
    lo ponen en su lugar y allí se queda.
    No se puede mover de su sitio.
Por más que clamen a él, no habrá de responderles
    ni podrá salvarlos de sus aflicciones.

»Recuerden esto, rebeldes;
    piénsenlo bien, fíjenlo en su corazón.
Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño;
    yo soy Dios y no hay ningún otro,
    yo soy Dios y no hay nadie igual a mí.
10 Yo anuncio el fin desde el principio;
    desde los tiempos antiguos, lo que está por venir.
Yo digo: Mi propósito se cumplirá,
    y haré todo lo que deseo.
11 Del oriente llamo al ave de rapiña;
    de tierra distante, al hombre que cumplirá mi propósito.
Lo que he dicho, haré que se cumpla;
    lo que he planeado, lo realizaré.
12 Escúchenme ustedes, gente de corazón duro,
    que están lejos de la justicia.
13 Mi justicia no está lejana;
    mi salvación ya no tarda.
    ¡Estoy por traerlas!
Concederé salvación a Sión
    y mi esplendor a Israel.

La caída de Babilonia

47 »Desciende, siéntate en el polvo,
    hija virginal de Babilonia;
siéntate en el suelo, hija de los babilonios,[c]
    pues ya no hay trono.
Nunca más se te llamará
    tierna y delicada.
Toma piedras de molino y muele la harina;
    quítate el velo,
levántate las faldas, desnúdate las piernas
    y cruza los ríos.
Tu desnudez quedará al descubierto;
    quedará expuesta tu vergüenza.
Voy a tomar venganza
    y a nadie perdonaré».

Nuestro Redentor es el Santo de Israel;
    su nombre es el Señor de los Ejércitos.

«Siéntate en silencio, hija de los babilonios;[d]
    entra en las tinieblas.
Porque nunca más se te llamará
    “soberana de los reinos”.
Yo estaba enojado con mi pueblo;
    por eso profané mi heredad.
Los entregué en tu mano
    y no les tuviste compasión.
Pusiste sobre los ancianos
    un yugo muy pesado.
Dijiste: “¡Por siempre seré la soberana!”.
    Pero no consideraste esto
    ni reflexionaste sobre su final.

»Ahora, escucha esto, provocadora;
    tú, que moras confiada
y te dices a ti misma:
    “Yo soy y no hay otra fuera de mí.
Nunca enviudaré
    ni me quedaré sin hijos”.
De repente, en un solo día,
    ambas cosas te sorprenderán:
    la pérdida de tus hijos y la viudez
te abrumarán por completo,
    a pesar de tus muchas hechicerías
    y de tus poderosos encantamientos.
10 Tú has confiado en tu maldad,
    y has dicho: “Nadie me ve”.
Tu sabiduría y tu conocimiento te engañan
    cuando a ti misma te dices:
    “Yo soy y no hay otra fuera de mí”.
11 Pero vendrá sobre ti una desgracia
    que no sabrás conjurar;
caerá sobre ti una calamidad
    que no podrás evitar.
Una catástrofe que ni te imaginas
    vendrá de repente sobre ti.

12 »Persiste, entonces, con tus encantamientos
    y con tus muchas hechicerías,
    en las que te has ejercitado desde la niñez.
Tal vez tengas éxito,
    tal vez puedas provocar terror.
13 Los muchos consejos te han fatigado.
    Que se presenten tus astrólogos,
los que observan las estrellas,
    los que hacen predicciones mes a mes,
    ¡que te salven de lo que viene sobre ti!
14 ¡Míralos! Son como la paja
    y el fuego los consumirá.
Ni a sí mismos pueden salvarse
    del poder de las llamas.
Aquí no hay brasas para calentarse
    ni fuego para sentarse ante él.
15 Eso son para ti los hechiceros
    con quienes te has ejercitado
    y con los que has negociado desde tu juventud.
Cada uno sigue en su error;
    no habrá quien pueda salvarte.

El Israel obstinado

48 »Escuchen esto ustedes, los de la familia de Jacob,
    descendientes de Judá,
    que llevan el nombre de Israel;
que juran en el nombre del Señor
    e invocan al Dios de Israel,
    pero no con lealtad ni justicia.
Ustedes que se llaman ciudadanos de la ciudad santa
    y confían en el Dios de Israel,
    cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos:
Desde hace mucho tiempo
    anuncié las cosas pasadas.
Yo las profeticé;
    yo mismo las di a conocer.
Actué de repente
    y se hicieron realidad.
Porque yo sabía que eres muy obstinado;
    que tu cuello es un tendón de hierro
    y que tu frente es de bronce.
Por eso te declaré esas cosas desde hace tiempo;
    te las di a conocer antes que sucedieran,
para que no dijeras:
    “¡Fue mi ídolo quien las hizo!
    ¡Mi imagen tallada o fundida las dispuso!”.
De todo esto has tenido noticia,
    ¿y no vas a proclamarlo?

»Desde ahora te haré conocer cosas nuevas;
    cosas que te son ocultas y desconocidas.
Son cosas creadas ahora y no hace tiempo;
    hasta hoy no habías oído hablar de ellas,
para que no dijeras:
    “¡Sí, ya las sabía!”.
Nunca habías oído ni entendido;
    nunca antes se te había abierto el oído.
Yo sé bien que eres muy traicionero
    y que desde tu nacimiento te llaman rebelde.
Por amor a mi nombre contengo mi ira;
    por causa de mi alabanza me refreno,
    para no aniquilarte.
10 ¡Mira! Te he refinado, pero no como a la plata;
    te he probado en el horno de la aflicción.
11 Y lo he hecho por mí, por mi honor.
    ¿Cómo puedo permitir que se me profane?
    ¡No cederé mi gloria a ningún otro!

Liberación de Israel

12 »Escúchame, Jacob,
    Israel, a quien he llamado:
Yo soy Dios.
    Yo soy el Primero y el Último.
13 Con mi mano afirmé la tierra
    y con mi derecha desplegué los cielos.
Yo pronuncié su nombre
    y todos ellos aparecieron.

14 »Todos ustedes, reúnanse y escuchen:
    ¿Quién de ellos ha profetizado estas cosas?
El amado del Señor
    ejecutará su propósito contra Babilonia;
    su brazo estará contra los babilonios.[e]
15 Solo yo he hablado;
    solo yo lo he llamado.
Lo haré venir
    y triunfará en su misión.

16 »Acérquense a mí, escuchen esto:

»Desde el principio, jamás hablé en secreto;
    cuando las cosas suceden, allí estoy yo».

Y ahora el Señor y Dios
    me ha enviado con su Espíritu.

17 Así dice el Señor,
    tu Redentor, el Santo de Israel:
«Yo soy el Señor tu Dios,
    que te enseña lo que te conviene,
    que te guía por el camino en que debes andar.
18 Si hubieras prestado atención a mis mandamientos,
    tu paz habría sido como un río;
    tu justicia, como las olas del mar.
19 Como la arena serían tus descendientes;
    como los granos de arena, tus hijos;
su nombre nunca habría sido eliminado
    ni borrado de mi presencia».

20 ¡Salgan de Babilonia!
    ¡Huyan de los babilonios![f]
Anuncien esto con gritos de alegría
    y háganlo saber.
Publíquenlo hasta en los confines de la tierra;
    digan: «El Señor ha redimido a su siervo Jacob».
21 Cuando los guio a través de los desiertos,
    no tuvieron sed;
hizo que de la roca brotara agua para ellos;
    partió la roca, y manaron las aguas.

22 «No hay paz para los malvados», dice el Señor.

Notas al pie

  1. 45:2 las montañas (Qumrán y LXX); en TM, palabra de difícil traducción.
  2. 46:1 son … carga. Alt. no son más que bestias y ganados.
  3. 47:1 Lit. caldeos.
  4. 47:5 Lit. caldeos.
  5. 48:14 Lit. caldeos.
  6. 48:20 Lit. caldeos.

Ciro, libertador de Israel

45 Así dice el Señor a Ciro, su ungido(A),
a quien he tomado por la diestra(B),
para someter ante él(C) naciones,
y para desatar[a](D) lomos de reyes,
para abrir ante él las puertas,
para que no queden cerradas las entradas:
Yo iré delante de ti y allanaré los lugares escabrosos[b](E);
romperé las puertas de bronce y haré pedazos sus barras(F) de hierro(G).
Te daré los tesoros(H) ocultos[c],
y las riquezas de los lugares secretos,
para que sepas que soy yo,
el Señor, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre(I).
Por amor a mi siervo Jacob(J)
y a Israel mi escogido,
te he llamado por tu nombre(K);
te he honrado,
aunque no me conocías(L).
Yo soy el Señor, y no hay ningún otro(M);
fuera de mí no hay Dios(N).
Yo te ceñiré[d](O), aunque no me has conocido,
para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone(P),
no hay ninguno fuera de mí.
Yo soy el Señor, y no hay otro(Q);
el que forma la luz y crea las tinieblas(R),
el que causa bienestar[e] y crea calamidades(S),
yo soy el Señor, el que hace todo esto.

El poder supremo de Dios

Destilad, oh cielos, desde lo alto(T),
y derramen justicia las nubes;
ábrase la tierra(U) y dé fruto la salvación,
y brote la justicia con ella(V).
Yo, el Señor, todo lo he creado.

¡Ay del que contiende con su Hacedor[f](W),
el tiesto entre[g] los tiestos de tierra!
¿Dirá el barro al alfarero(X): «Qué haces»?
¿O tu obra dirá: «Él no tiene manos»?
10 ¡Ay de aquel que diga al padre: «¿Qué engendras?».
O a la mujer: «¿Qué das a luz?[h]».

11 Así dice el Señor(Y), el Santo de Israel y su Hacedor[i](Z):
Preguntadme[j](AA) acerca de las cosas venideras tocante a mis hijos(AB),
y dejaréis a mi cuidado la obra de mis manos(AC).
12 Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella(AD).
Yo extendí los cielos(AE) con mis manos,
y di órdenes a todo su ejército(AF).
13 Yo lo he despertado en justicia(AG),
y todos sus caminos allanaré(AH).
Él edificará mi ciudad(AI) y dejará libres a mis desterrados
sin pago ni recompensa(AJ) —dice el Señor de los ejércitos.

14 Así dice el Señor:
Los productos[k] de Egipto(AK), la mercadería de Cus[l](AL)
y los sabeos, hombres de gran estatura,
pasarán a ti y tuyos serán(AM);
detrás de ti caminarán, pasarán encadenados(AN)
y ante ti se inclinarán(AO).
Te suplicarán:
«Ciertamente Dios está contigo[m](AP) y no hay ningún otro,
ningún otro dios(AQ)».
15 En verdad, tú eres un Dios que te ocultas(AR),
oh Dios de Israel, Salvador(AS).
16 Avergonzados y aun humillados serán todos ellos;
los fabricantes de ídolos[n] a una se irán humillados(AT).
17 Israel ha sido salvado por el Señor
con salvación eterna(AU);
no seréis avergonzados ni humillados(AV)
por toda la eternidad.

18 Porque así dice el Señor que creó los cielos(AW)
(Él es el Dios que formó la tierra y la hizo(AX),
Él la estableció y no la hizo un lugar desolado[o](AY),
sino que la formó para ser habitada(AZ)):
Yo soy el Señor y no hay ningún otro(BA).
19 No he hablado en secreto(BB),
en alguna tierra oscura[p];
no dije a la descendencia[q] de Jacob(BC):
«Buscadme(BD) en lugar desolado[r]».
Yo, el Señor, hablo justicia(BE)
y declaro lo que es recto(BF).

El Dios verdadero y los ídolos

20 Reuníos y venid;
juntos acercaos, fugitivos de las naciones(BG).
No tienen conocimiento(BH)
los que llevan su ídolo de madera[s](BI)
y suplican a un dios que no puede salvar(BJ).
21 Declarad y presentad vuestro caso;
sí, que deliberen juntos(BK):
¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad(BL)
y lo ha declarado desde entonces?
¿No soy yo, el Señor?
No hay más Dios que yo(BM),
un Dios justo y salvador(BN);
no hay ninguno fuera de mí.
22 Volveos a mí(BO) y sed salvos, todos los términos de la tierra(BP);
porque yo soy Dios, y no hay ningún otro.
23 Por mí mismo he jurado(BQ),
ha salido de mi boca en justicia(BR)
una palabra que no será revocada[t]:
Que ante mí se doblará toda rodilla(BS), y toda lengua jurará lealtad(BT).
24 De mí dirán: «Solo en el Señor hay justicia y fuerza(BU)».
A Él vendrán y serán avergonzados
todos los que contra Él se enojaron(BV).
25 En el Señor será justificada y se gloriará(BW)
toda la descendencia[u] de Israel.

46 Se ha postrado Bel(BX), se derrumba Nebo;
sus imágenes son puestas sobre bestias, sobre animales de carga.
Vuestros fardos son pesados,
una carga para la bestia fatigada.
Se derrumbaron, a una se han postrado;
no pudieron salvar la carga,
sino que ellos mismos han ido[v] en cautividad(BY).

Escuchadme(BZ), casa de Jacob,
y todo el remanente(CA) de la casa de Israel,
los que habéis sido llevados por mí desde el vientre(CB),
cargados desde la matriz.
Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo[w](CC),
y hasta vuestros años avanzados[x](CD), yo os sostendré.
Yo lo he hecho[y], y yo os cargaré;
yo os sostendré, y yo os libraré.

¿A quién me asemejaréis,
me igualaréis o me compararéis
para que seamos semejantes(CE)?
Los que derrochan el oro de la bolsa
y pesan la plata en la balanza(CF)
pagan a un orfebre para que haga un dios de ello;
se postran y[z] lo adoran(CG).
Lo levantan(CH) en hombros y lo llevan;
lo colocan en su lugar y allí se está.
No se mueve(CI) de su lugar.
Aunque alguno clame a él, no responde(CJ),
de su angustia no lo libra(CK).

Acordaos de esto, y estad confiados[aa](CL);
ponedlo[ab] en vuestro corazón, transgresores(CM).
Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas(CN),
porque yo soy Dios, y no hay otro(CO);
yo soy Dios, y no hay ninguno(CP) como yo,
10 que declaro el fin desde el principio
y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho.
Yo digo: «Mi propósito será establecido,
y todo lo que quiero realizaré(CQ)».
11 Yo llamo del oriente(CR) un ave de rapiña(CS),
y de tierra lejana al hombre de mi[ac] propósito.
En verdad he hablado, ciertamente haré que suceda;
lo he planeado, así lo haré(CT).

12 Escuchadme(CU), duros de corazón(CV),
que estáis lejos de la justicia(CW).
13 Yo acerco mi justicia, no está lejos(CX);
y mi salvación no tardará.
Pondré salvación en Sión(CY),
y para Israel será mi gloria(CZ).

Juicio sobre Babilonia

47 (DA)Desciende y siéntate en el polvo(DB),
virgen(DC) hija de Babilonia(DD).
Siéntate en la tierra, sin trono,
hija de los caldeos,
porque nunca más serás llamada tierna y delicada(DE).
Toma las piedras de molino(DF) y muele la harina(DG);
quítate el velo(DH), despójate de la falda(DI),
descubre tus piernas, pasa los ríos.
Será descubierta tu desnudez(DJ),
también será expuesta tu vergüenza;
tomaré venganza(DK) y no perdonaré[ad] a hombre alguno.
Nuestro Redentor, el Señor de los ejércitos es su nombre,
el Santo de Israel(DL).
Siéntate en silencio(DM) y entra en las tinieblas(DN),
hija de los caldeos(DO),
porque nunca más te llamarán
soberana de reinos(DP).
Estaba enojado contra mi pueblo,
profané mi heredad
y en tu mano los entregué;
no les mostraste compasión,
sobre el anciano(DQ) hiciste muy pesado tu yugo,
y dijiste: «Seré soberana para siempre(DR)».
No consideraste esto en tu corazón(DS),
ni te acordaste de su resultado(DT).

Ahora pues, oye esto, voluptuosa(DU),
tú que moras confiadamente(DV),
que dices en tu[ae] corazón:
«Yo, y nadie más(DW).
No me quedaré viuda(DX),
ni sabré de pérdida de hijos».
Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti(DY) en un mismo día(DZ):
pérdida de hijos y viudez.
Vendrán sobre ti en toda su plenitud
a pesar de tus muchas hechicerías(EA),
a pesar del gran poder de tus encantamientos.
10 Te sentiste segura en tu maldad y dijiste(EB):
«Nadie me ve(EC)».
Tu sabiduría y tu conocimiento te han[af] engañado,
y dijiste en tu corazón(ED):
«Yo, y nadie más(EE)».
11 Pero un mal vendrá sobre ti(EF)
que no sabrás conjurar;
caerá sobre ti un desastre
que no podrás remediar;
vendrá de repente sobre ti(EG)
una destrucción que no conoces(EH).

12 Permanece ahora en tus encantamientos(EI)
y en tus muchas hechicerías
en las cuales te has ocupado desde tu juventud;
tal vez podrás sacar provecho,
tal vez causarás temor.
13 Estás fatigada por los[ag] muchos consejos(EJ);
que se levanten ahora los que contemplan los cielos[ah](EK),
los que profetizan por medio de las estrellas,
los que pronostican cada luna nueva[ai],
y te salven de lo que vendrá sobre ti(EL).
14 He aquí, ellos se han vuelto como rastrojo(EM),
el fuego los quema(EN);
no librarán sus vidas del poder de la llama.
No habrá brasas para calentarse(EO),
ni lumbre ante la cual sentarse.
15 Así han venido a ser para ti aquellos con quienes has trabajado,
que han negociado contigo desde tu juventud(EP);
cada cual vaga por su camino[aj],
no hay nadie que te salve(EQ).

Reprensión a Israel y promesa de liberación

48 Oíd esto(ER), casa de Jacob, los que lleváis[ak] el nombre de Israel
y salisteis de las entrañas[al](ES) de Judá,
los que juráis por el nombre del Señor(ET)
y hacéis[am] mención del Dios de Israel,
pero no en verdad ni en justicia(EU),
aunque lleváis[an] el nombre de la ciudad santa(EV),
y os apoyáis[ao] en el Dios de Israel(EW),
cuyo nombre es Señor de los ejércitos.
Las cosas pasadas desde hace tiempo las declaré(EX),
de mi boca salieron y las proclamé.
De repente actué(EY) y se cumplieron(EZ).
Por cuanto sé que eres obstinado[ap],
que tendón de hierro es tu cerviz(FA)
y de bronce tu frente(FB),
yo, pues, te las declaré desde hace tiempo;
antes de que sucedieran[aq] te las proclamé,
no sea que dijeras: «Mi ídolo las ha hecho,
y mi imagen tallada o fundida las ha ordenado(FC)».
Lo has oído; míralo todo.
Y vosotros, ¿no lo declararéis?
Desde este momento te hago oír cosas nuevas(FD)
y ocultas que no conocías.
Ahora han sido creadas, y no hace tiempo,
y antes de hoy no las habías oído,
para que no digas: «He aquí, yo las conocía».
Sí, tú no las oíste, ni nunca las conociste(FE);
ciertamente, no habían sido abiertos de antemano tus oídos,
porque yo sabía que obrarías con mucha perfidia,
y rebelde[ar] te han llamado desde el seno materno(FF).
Por amor a mi nombre(FG) contengo mi ira,
y para mi alabanza la reprimo contigo
a fin de no destruirte(FH).
10 He aquí, te he purificado, pero no como a plata(FI);
te he probado en el crisol de la aflicción(FJ).
11 Por amor mío, por amor mío, lo haré(FK),
porque ¿cómo podría ser profanado mi nombre?
Mi gloria, pues, no la daré a otro(FL).

12 Óyeme, Jacob, Israel a quien llamé[as]:
Yo soy(FM), yo soy el primero y también soy el último(FN).
13 Ciertamente mi mano fundó la tierra,
y mi diestra extendió los cielos(FO);
cuando los llamo, comparecen juntos(FP).
14 Congregaos, todos vosotros, y escuchad(FQ).
¿Quién de entre ellos ha declarado estas cosas(FR)?
El Señor lo ama; él ejecutará su voluntad(FS) en Babilonia(FT),
y su brazo[at] será contra los caldeos.
15 Yo, yo he hablado, en verdad lo he llamado,
lo he traído; y su camino prosperará[au](FU).
16 Acercaos a mí, escuchad esto(FV):
Desde el principio no he hablado en secreto(FW),
desde el momento en que sucedió, allí estaba yo(FX).
Y ahora me ha enviado el Señor Dios[av](FY), y su Espíritu.

17 Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel(FZ):
Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu beneficio,
que te conduce por el camino en que debes andar(GA).
18 ¡Si tan solo hubieras atendido a mis mandamientos(GB)!
Entonces habría sido tu paz[aw] como un río(GC),
y tu justicia como las olas del mar(GD).
19 Sería como la arena tu descendencia[ax](GE),
y tus hijos[ay] como sus granos;
nunca habría sido cortado ni borrado su nombre de mi presencia(GF).

20 Salid de Babilonia, huid de los caldeos(GG);
con voz de júbilo anunciad(GH), proclamad esto,
publicadlo hasta los confines de la tierra(GI);
decid: El Señor ha redimido a su siervo Jacob(GJ).
21 No padecieron sed cuando Él los condujo por los desiertos(GK);
hizo que brotara agua de la roca para ellos(GL),
partió la peña, y las aguas corrieron(GM).
22 No hay paz para los malvados —dice el Señor(GN).

Notas al pie

  1. Isaías 45:1 Lit., y desataré
  2. Isaías 45:2 Otra posible lectura es: los montes
  3. Isaías 45:3 Lit., de la oscuridad
  4. Isaías 45:5 O, armaré
  5. Isaías 45:7 O, paz
  6. Isaías 45:9 Lit., Formador
  7. Isaías 45:9 Lit., con
  8. Isaías 45:10 Lit., ¿De qué tienes dolores de parto?
  9. Isaías 45:11 Lit., Formador
  10. Isaías 45:11 O, ¿Me preguntaréis
  11. Isaías 45:14 Lit., El trabajo
  12. Isaías 45:14 O, Etiopía
  13. Isaías 45:14 O, solo Dios está en ti
  14. Isaías 45:16 O, imágenes talladas
  15. Isaías 45:18 O, no la creó en vano
  16. Isaías 45:19 Lit., en un lugar de una tierra de tinieblas
  17. Isaías 45:19 Lit., simiente
  18. Isaías 45:19 O, vano
  19. Isaías 45:20 Lit., la madera de su imagen tallada
  20. Isaías 45:23 Lit., y no volverá
  21. Isaías 45:25 Lit., simiente
  22. Isaías 46:2 Lit., y su alma ha ido
  23. Isaías 46:4 Lit., yo soy El
  24. Isaías 46:4 Lit., vuestras canas
  25. Isaías 46:4 O, Yo os he hecho
  26. Isaías 46:6 Lit., ciertamente
  27. Isaías 46:8 Lit., firmes
  28. Isaías 46:8 Lit., volveos
  29. Isaías 46:11 Lit., su
  30. Isaías 47:3 Lit., encontraré
  31. Isaías 47:8 Lit., su
  32. Isaías 47:10 Lit., te ha
  33. Isaías 47:13 Lit., tus
  34. Isaías 47:13 O, los astrólogos
  35. Isaías 47:13 O, cada mes
  36. Isaías 47:15 Lit., lado, región
  37. Isaías 48:1 Lit., se llaman por
  38. Isaías 48:1 Lit., aguas
  39. Isaías 48:1 Lit., salen...juran...hacen
  40. Isaías 48:2 Lit., se llaman por
  41. Isaías 48:2 Lit., se apoyan
  42. Isaías 48:4 O, duro
  43. Isaías 48:5 Lit., sucediera
  44. Isaías 48:8 O, transgresor
  45. Isaías 48:12 Lit., mi llamado
  46. Isaías 48:14 I.e., del Señor
  47. Isaías 48:15 Lit., hará prosperar
  48. Isaías 48:16 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  49. Isaías 48:18 O, bienestar
  50. Isaías 48:19 Lit., simiente
  51. Isaías 48:19 Lit., los frutos de tus entrañas

Encargo de Dios para Ciro

45 »Yo, el Señor, digo así a Ciro, mi ungido, al cual tomé de la mano derecha para que las naciones se sometan a su paso y los reyes huyan en desbandada; para que las ciudades le abran sus puertas y no las vuelvan a cerrar: Yo iré delante de ti, y te allanaré los lugares torcidos; haré pedazos puertas de bronce y cerrojos de hierro, te entregaré tesoros escondidos y te daré a conocer recónditos secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre. Por amor a Jacob, por amor a Israel, mi siervo escogido, te he llamado por tu nombre, el nombre que te di, aunque tú no me conocías. Yo soy el Señor, y nadie más. No hay Dios fuera de mí. Yo te vestiré para la batalla, aunque tú no me conoces, para que desde la salida del sol hasta el ocaso todos sepan que yo soy el Señor, y que aparte de mí no hay otro Dios. Yo soy el que ha creado la luz y las tinieblas; yo soy el que hace la paz y crea la adversidad. Yo, el Señor, soy el que hace todo esto.

El Señor es el Creador

»Ustedes, cielos, dejen caer su lluvia; y ustedes, nubes, derramen justicia; y tú, tierra, ábrete y deja que brote la salvación junto con la justicia. Yo, el Señor, soy su creador.»

¡Ay de aquel que discute con su Hacedor! ¡Un tiesto más entre los tiestos de la tierra! El barro no le pregunta al alfarero: “¿Qué es lo que haces?”(A) ¿Acaso le señala: “Tu obra no tiene manos”? 10 ¡Ay de aquel que pregunta a su padre: “¿Por qué me engendraste?” O pregunta a su madre: “¿Por qué me diste a luz?”!

11 »Así dice el Señor, el Santo de Israel, el que lo formó: “Pregúntenme por lo que está por venir. Pregúntenme acerca de mis hijos y de la obra de mis manos. 12 Yo hice la tierra; hice también al hombre y lo puse sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todas sus estrellas. 13 A él lo desperté en justicia, y allanaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad y pondrá en libertad a mis cautivos, sin dar por ellos nada a cambio. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.”»

14 Así dice el Señor:

«El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los altos sabeos, se pasarán a tu bando y serán tuyos; te seguirán cargados de cadenas, y al pasar ante ti te harán reverencias y suplicantes te dirán: “Ciertamente Dios está en medio de ti, y fuera de Dios no hay otro.”»

15 Y en verdad tú, Dios y salvador de Israel, eres un Dios que se esconde. 16 Todos los que fabrican imágenes serán avergonzados, y andarán confusos y humillados; 17 pero ustedes los israelitas serán salvado por el Señor con salvación eterna; por todos los siglos jamás serán avergonzados ni humillados.

18 El Señor, creador de los cielos; el Dios que formó la tierra; el que la hizo y le dio forma; el que no la creó sin un propósito, sino que la creó para que fuera habitada, dice así:

«Yo soy el Señor, y no hay otro. 19 Yo no he hablado en secreto, en algún lugar recóndito de la tierra; yo no le he dicho a la descendencia de Jacob que me busque en vano. Yo soy el Señor, el que habla con justicia y da a conocer lo que es recto.»

El Señor y los ídolos de Babilonia

20 «Ustedes, los sobrevivientes de entre las naciones, vengan; acérquense y reúnanse. No saben nada esos que erigen un ídolo de madera, esos que dirigen sus ruegos a un dios que no salva. 21 Digan a todos que se acerquen, y se reúnan a deliberar. ¿Quién dio a saber esto desde el principio? ¿Quién sino yo, el Señor, lo dio a conocer desde entonces? No hay más Dios que yo, Dios justo y Salvador. ¡No hay otro fuera de mí! 22 Pongan sus ojos en mí todos los términos de la tierra, y reciban salvación, porque yo soy Dios, y no hay más. 23 Lo he jurado por mí mismo; de mi boca ha salido esta palabra de justicia, y no será revocada: Ante mí se doblará toda rodilla, y ante mí toda lengua jurará(B) 24 y dirá de mí: “Ciertamente en el Señor están la justicia y la fuerza.” Todos los que se rebelan contra él vendrán a su presencia, y quedarán avergonzados, 25 porque en el Señor será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.

46 ¡Bel cayó de rodillas! ¡Nebo rodó por los suelos! ¡Sus imágenes fueron echadas sobre bestias, sobre animales de carga! Esas cosas que ustedes solían cargar, ahora son llevadas como carga sobre bestias cansadas que rodaron por los suelos y cayeron de rodillas al mismo tiempo; no pudieron entregar su carga, y tuvieron que ir también al cautiverio.

«Escúchenme ustedes, los de la casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel; ustedes, que han sido llevados desde que estaban en el vientre, sustentados desde que estaban en la matriz: Yo mismo los seguiré llevando, hasta que estén viejos y canosos. Yo los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré.

»¿A quién me asemejarán? ¿Con quién me igualarán y compararán? ¿Con quién me harán semejante? Unos sacan oro de su bolsa, y pesan plata en la balanza; contratan a un platero para que les haga un dios con eso, y luego se arrodillan y lo adoran. Lo llevan sobre los hombros, lo colocan en un lugar, y allí se queda, sin moverse de su sitio. Le gritan, y no responde, ni tampoco los libra de su angustia.

»Recuerden esto, gente pecadora; sientan vergüenza y recapaciten. Recuerden los primeros sucesos de antaño, porque yo soy Dios, y no hay otro. ¡Nada hay semejante a mí! 10 Yo anuncio desde un principio lo que está por venir; yo doy a conocer por anticipado lo que aún no ha sucedido. Yo digo: “Mi consejo permanecerá, y todo lo que quiero hacer lo haré.” 11 Yo llamo desde el oriente, desde un país lejano al hombre que está en mis planes, y que es un ave de rapiña. Ya lo he dicho, y lo haré venir; ya lo he pensado, y así lo haré.

12 »Escúchenme ustedes, gente de duro corazón, que están lejos de la justicia: 13 Yo estoy acercando mi justicia, y no está lejos; nada detendrá ya mi salvación. Yo pondré en Sión mi salvación, y mi gloria en Israel.

Veredicto contra Babilonia

47 »¡Baja de tu trono y siéntate en el polvo, virginal ciudad de Babilonia!(C) ¡Tu trono es ahora el suelo, destronada ciudad de los caldeos! ¡Nunca más volverán a llamarte “tierna y delicada”! Ponte a moler el grano, y haz harina; quítate el velo y las sandalias; descúbrete las piernas y cruza los ríos. Tu desnudez quedará al descubierto; tu deshonra quedará a la vista de todos. Yo voy a tomar venganza, y nadie saldrá bien librado.»

¡El nombre de nuestro Redentor es el Señor de los ejércitos, el Santo de Israel!

«¡Siéntate, ciudad de los caldeos! Guarda silencio y entra en las tinieblas, porque nunca más volverán a llamarte “señora de los reinos”. Yo me enojé contra mi pueblo; degradé a los que son míos, y los entregué en tus manos; pero tú no les tuviste compasión; sobre los ancianos dejaste caer el peso de tu yugo. Creíste que siempre serías señora, pero no te detuviste a pensar que un día llegaría tu fin. Pero escucha esto tú, libertina, que confiadamente reinas y te dices a ti misma “Yo soy yo, y fuera de mí no hay nadie más. Nunca me quedaré viuda, ni sabré lo que es la orfandad”: En un mismo día te vendrán estas dos cosas, orfandad y viudez;(D) y vendrán sobre ti con toda su fuerza, a pesar de tus muchos hechizos y encantamientos.

10 »Tú te atuviste a tu maldad, y pensaste que nadie te veía. Tu propia sabiduría y tu ciencia te engañaron al pensar para tus adentros “Yo, y nadie más”. 11 Vendrá sobre ti un mal cuyo origen desconoces; caerá sobre ti un quebrantamiento que no podrás remediar; ¡te sobrevendrá una destrucción desconocida!

12 »Pero tú sigue con tus muchos hechizos y encantamientos, a los que tanto tiempo has dedicado desde tu juventud; ¡tal vez puedas mejorarte, tal vez puedas fortalecerte! 13 Tanto tiempo has dedicado a tus muchas conspiraciones; ¡que se presenten ahora esos que contemplan los cielos, esos que observan las estrellas! ¡Que te defiendan esos que cuentan los meses! ¡Que pronostiquen ahora lo que te va a sobrevenir!

14 »¡Míralos! ¡Son como el tamo, y el fuego los quemará! ¡No librarán su vida del poder de las llamas! ¡Esas brasas no son para calentarse, ni su lumbre es para acampar a su alrededor! 15 Así te tratarán aquellos a quienes tanto te entregaste, esos que traficaron contigo desde tu juventud: cada uno se irá por su camino, y no habrá nadie que te salve.

Dios reprende la infidelidad de Israel

48 »Escuchen esto ustedes, los de la casa de Jacob; ustedes que llevan el nombre de Israel y que salieron de las aguas de Judá; ustedes que juran en el nombre del Señor e invocan al Dios de Israel, aunque no en verdad ni en justicia; ustedes que reciben su nombre de la santa ciudad y confían en el Dios de Israel, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos: Los acontecimientos de antaño ya antes los había anunciado; salieron de mi boca y los di a conocer; actué al momento y los hice realidad. Yo sé bien que eres muy necio; que tu cuello es duro como el hierro, y que tu frente parece de bronce. Yo te lo anuncié con anticipación; antes de que sucediera te lo hice saber, para que no dijeras: “Esto lo hicieron mis ídolos. Mis imágenes de escultura y de fundición lo ordenaron.”

»Todos ustedes lo han oído; todos lo han visto. ¿Y no lo darán a conocer? A partir de este momento les daré a saber cosas nuevas y secretas que no conocían. Han sido creadas ahora, y no en días pasados; antes de hoy no las habías oído, para que no digas: “Fíjense que ya lo sabía.” Esto nunca antes lo habías oído ni conocido; antes de ahora no se había abierto tu oído, pues yo sabía que eres desobediente. Por eso te he llamado “rebelde desde antes de nacer”.

»Por causa de mi nombre, y porque está en juego mi alabanza, refrenaré mi enojo; me contendré para no destruirte. 10 Bien puedes ver que te he purificado, y no como a la plata; yo te elegí en el horno de la aflicción. 11 Lo hice por mí, por causa de mí mismo, para que mi nombre no sea profanado, pues no daré a ningún otro mi honra.

12 »Jacob, yo te he llamado; Israel, escúchame: Sólo yo soy el primero, y sólo yo soy el último.(E) 13 Con mi propia mano establecí la tierra; con la palma de mi mano derecha medí los cielos y, cuando los llamé, juntos se presentaron ante mí.

14 »Júntense todos ustedes, y escuchen: ¿Quién de ellos puede anunciar estas cosas? Aquel a quien yo, el Señor, amo, cumplirá mi voluntad en Babilonia, y descargará su brazo sobre los caldeos. 15 Soy yo quien ha hablado; soy yo quien lo llamó y lo hizo venir; por lo tanto, sus acciones serán prosperadas.»

16 Acérquense a mí y escuchen esto. Desde un principio no he hablado en secreto; yo estaba allí desde que esto se hizo realidad, y ahora el Señor y su espíritu me han enviado. 17 Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel:

«Yo soy el Señor tu Dios, cuya enseñanza es provechosa, y que te dirige por el camino que debes seguir. 18 Si hubieras prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría fluido como un río, y tu justicia sería como las olas del mar; 19 tu descendencia, tus renuevos, serían incontables como los granos de arena, y su nombre nunca sería erradicado ni borrado de mi presencia.»

20 ¡Salgan de Babilonia!(F) ¡Huyan de entre los caldeos! ¡Anuncien esto con voces de alegría! ¡Denlo a conocer, difúndanlo hasta los últimos rincones de la tierra! ¡Digan que el Señor ha redimido a Jacob, su siervo! 21 Ellos no tuvieron sed cuando él los llevó a través del desierto, cuando hizo que brotara para ellos agua de la piedra, cuando hendió la peña y las aguas fluyeron. 22 El Señor ha dicho: «No hay paz para los malvados».(G)