Isaías 37:8-20

La Biblia de las Américas

⁸ Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna^(A), pues había oído que el rey había partido de Laquis^(B). ⁹ Y les oyó^[a](C) decir acerca de Tirhaca, rey de Etiopía^[b](D): Ha salido a pelear contra ti. Y cuando lo oyó, envió mensajeros a Ezequías, diciendo: ¹⁰ Así diréis a Ezequías, rey de Judá^[c]: «No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: “Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria^(E)”. ¹¹ He aquí, tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones^[d], destruyéndolas por completo^(F), ¿y serás tú librado? ¹² ¿Acaso los libraron los dioses de las naciones que mis padres destruyeron, es decir, Gozán^(G), Harán^(H), Resef y a los hijos de Edén que estaban en Telasar? ¹³ ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva?».

¹⁴ Entonces Ezequías tomó la carta^[e] de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del Señor y^[f] la extendió delante del Señor. ¹⁵ Y Ezequías oró al Señor, diciendo: ¹⁶ Oh Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que estás^[g] sobre los querubines^(I), solo tú eres Dios^(J) de todos los reinos de la tierra^(K). Tú hiciste los cielos y la tierra^(L). ¹⁷ Inclina, oh Señor, tu oído y escucha; abre, oh Señor, tus ojos y mira^(M); escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo^(N). ¹⁸ En verdad, oh Señor, los reyes de Asiria han asolado todas las naciones^[h] y sus tierras^(O), ¹⁹ y han echado sus dioses al fuego, porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre^(P), de madera y piedra; por eso los han destruido^(Q). ²⁰ Y ahora, Señor, Dios nuestro, líbranos de su mano^(R) para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, oh Señor, eres Dios^[i](S).