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Judá es librado de Senaquerib(A)

37 Cuando el rey Ezequías oyó esto, se rasgó los vestidos y, cubierto de cilicio, fue a la casa del Señor. Luego envió, también cubiertos de cilicio, al mayordomo Eliaquín, al escriba Sebna y a los ancianos de los sacerdotes, para que hablaran con el profeta Isaías hijo de Amoz y le dijeran de su parte:

«Hoy es un día de angustia, de reprensión y de blasfemia, porque ha llegado la hora de dar a luz, y la parturienta no tiene fuerzas.

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Isaías profetiza la liberación de Jerusalén(A)

37 Cuando el rey Ezequías escuchó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al Templo del Señor. Además, envió a Eliaquín, administrador del palacio, al cronista Sebna y a los sacerdotes más ancianos, todos vestidos de luto, para hablar con el profeta Isaías, hijo de Amoz. Y estos dijeron a Isaías: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.

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Jerusalem’s Deliverance Foretold(A)

37 When King Hezekiah heard this, he tore his clothes(B) and put on sackcloth(C) and went into the temple(D) of the Lord. He sent Eliakim(E) the palace administrator, Shebna(F) the secretary, and the leading priests, all wearing sackcloth, to the prophet Isaiah son of Amoz.(G) They told him, “This is what Hezekiah says: This day is a day of distress(H) and rebuke and disgrace, as when children come to the moment of birth(I) and there is no strength to deliver them.

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