Isaías 30:18-26
Nueva Biblia Viva
18 Pero el Señor aún espera que acudan a él para poder demostrarles su amor. Él los conquistará para bendecirlos, tal como lo ha dicho, porque el Señor es fiel a su promesa. Bienaventurados son cuantos esperan confiados en la ayuda del Señor.
19 ¡Oh, pueblo mío de Jerusalén, no llores más, pues al oír el clamor de tu llanto él derramará su gracia sobre ustedes, él les responderá! 20 Aunque les dé pan de adversidad y agua de aflicción, estará con ustedes para enseñarles. Con sus propios ojos verán a su Maestro. 21 Y si abandonan las sendas de Dios y se extravían, escucharán tras ustedes una voz que dirá:
―No, este es el camino, caminen por aquí.
22 Y destruirán todos sus ídolos de plata y todas sus imágenes de oro, y arrojarán todo como inmundicia que les repugna tocar.
―¡Uf!, les dirán, ¡fuera!
23 Entonces Dios los bendecirá con lluvia en el tiempo de la siembra y con grandes cosechas y abundantes pastos para su ganado. 24 Los bueyes y los burros que aran la tierra comerán trigo cuya paja será llevada por el viento. 25 En aquel día en que Dios intervenga para destruir a sus enemigos, les dará corrientes de agua que bajarán de cada monte y collado. 26 La luna será tan brillante como el sol, y la luz de este más esplendorosa que la de siete días claros. Así será el tiempo cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curarle las heridas que le causó.
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