Add parallel Print Page Options

Cuando alguno tome de la mano a su hermano,
de la familia de su padre, y le diga:
«Tú tienes vestido, tú serás nuestro gobernante»
y «Toma en tus manos esta ruina»,
él jurará aquel día, diciendo:
«¡No tomaré yo ese cuidado,
pues en mi casa no hay pan ni qué vestir!
¡No me hagáis gobernante del pueblo!»
Porque arruinada está Jerusalén
y Judá ha caído;
pues la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová
para desafiar la faz de su gloria.

Read full chapter