Ay de la Ciudad de David

29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
    ciudad donde acampó David!
Añadan a un año otro año más
    y que prosiga el ciclo de las fiestas.
Pero a Ariel la sitiaré;
    habrá llanto y lamento,
    y será para mí como un brasero del altar.[a]
Acamparé contra ti, te rodearé;
    te cercaré con empalizadas
    y levantaré contra ti torres de asedio.
Humillada, desde el suelo elevarás tu voz;
    tu palabra apenas se levantará del polvo.
Saldrá tu voz de la tierra como si fuera la de un fantasma;
    tu palabra, desde el polvo, apenas será un susurro.

Pero la multitud de tus enemigos quedará hecha polvo fino,
    y la multitud de violentos será como la paja que se lleva el viento.
De repente, en un instante,
    vendrá contra ti el Señor de los Ejércitos;
vendrá con truenos, terremotos y gran estruendo;
    vendrá con una violenta tormenta y con devoradoras llamas de fuego.
La multitud de todas las naciones que batallan contra Ariel,
    todos los que luchan contra ella y contra su fortaleza,
aquellos que la asedian, serán como un sueño,
    como una visión nocturna.
Como el hambriento que sueña que está comiendo,
    pero despierta y aún tiene hambre;
como el sediento que sueña que está bebiendo,
    pero despierta y la sed reseca su garganta.
Así sucederá con la multitud de todas las naciones
    que luchan contra el monte Sión.

Pierdan el juicio, quédense pasmados,
    pierdan la vista, quédense ciegos;
embriáguense, pero no con vino;
    tambaléense, pero no por la cerveza.
10 El Señor ha derramado sobre ustedes un espíritu de profundo sueño;
    a los profetas les tapó los ojos,
    a los visionarios les cubrió la cabeza.

11 Para ustedes, toda esta visión no es otra cosa que palabras en un rollo de pergamino sellado. Si dan el rollo a alguien que sepa leer y dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No puedo hacerlo; está sellado». 12 Si dan el rollo a alguien que no sepa leer y dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No sé leer».

13 El Señor dice:

«Este pueblo se acerca a mí con la boca
    y me honra con los labios,
    pero su corazón está lejos de mí.
Su adoración es solo un mandamiento humano
    que le ha sido enseñado.
14 Por eso, una vez más asombraré a este pueblo
    con prodigios maravillosos;
perecerá la sabiduría de sus sabios,
    y se esfumará la inteligencia de sus inteligentes».
15 ¡Ay! de los que, para esconder sus planes,
    se ocultan del Señor en las profundidades.
Cometen sus fechorías en la oscuridad y piensan:
    «¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?».
16 ¡Qué manera de pervertir las cosas!
    ¿Acaso el alfarero es igual al barro?
¿Puede un objeto decir del que lo modeló:
    «Él no me hizo»?
¿Puede una vasija decir de su alfarero:
    «Él no entiende nada»?

17 Muy pronto el Líbano se convertirá en campo fértil,
    y el campo fértil se convertirá en bosque.
18 En aquel día podrán los sordos oír la lectura del rollo,
    y los ojos de los ciegos podrán ver
    sin tinieblas ni oscuridad.
19 Los pobres volverán a alegrarse en el Señor;
    los más necesitados se regocijarán en el Santo de Israel.
20 Se desvanecerán los violentos,
    desaparecerán los insolentes,
    y serán exterminados todos los que se desvelan para hacer el mal:
21 los que con una palabra hacen culpable a una persona,
    los que en el tribunal ponen trampas al defensor
    y con engaños perjudican al inocente.

22 Por eso, el Señor, el redentor de Abraham, dice así a los descendientes de Jacob:

«Jacob ya no será avergonzado
    ni palidecerá su rostro.
23 Cuando él vea a sus hijos
    y la obra de mis manos en medio de él,
todos ellos santificarán mi nombre;
    santificarán al Santo de Jacob
    y temerán al Dios de Israel.
24 Los de espíritu extraviado recibirán entendimiento
    y los murmuradores aceptarán ser instruidos».

Ay de la nación obstinada

30 El Señor ha dictado esta sentencia:

«Ay de los hijos rebeldes
    que ejecutan planes que no son míos,
que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu,
    que amontonan pecado sobre pecado,
que bajan a Egipto sin consultarme,
    para buscar la protección de Faraón
    y se refugian bajo la sombra de Egipto.
¡La protección de Faraón será su vergüenza!
    ¡El refugiarse bajo la sombra de Egipto, su humillación!
Aunque en Zoán tengan oficiales,
    y a Janés hayan llegado sus mensajeros,
todos quedarán avergonzados
    por culpa de un pueblo que les resulta inútil,
que no les brinda ninguna ayuda ni provecho,
    sino solo vergüenza y desgracia».

Esta es la profecía sobre los animales del Néguev:

Por tierra de dificultades y angustias,
    de leones y leonas,
    de serpientes veloces y venenosas,
llevan ellos a lomo de burro
    las riquezas de esa nación inútil,
    y sus tesoros, a lomo de camello.
La ayuda de Egipto no sirve para nada;
    por eso la llamo:
    «Rahab, la inútil».

Anda, pues, delante de ellos, y grábalo en una tablilla.
    Escríbelo en un rollo de cuero,
para que en los días venideros
    quede como un testimonio eterno.
Porque este es un pueblo rebelde; son hijos mentirosos,
    hijos que no quieren escuchar la Ley del Señor.
10 A los videntes les dicen:
    «¡No tengan más visiones!»,
y a los profetas:
    «¡No nos sigan profetizando la verdad!
Dígannos cosas agradables,
    profeticen ilusiones.
11 ¡Apártense del camino,
    retírense de esta senda
y dejen de enfrentarnos
    con el Santo de Israel!».

12 Así dice el Santo de Israel:

«Ustedes han rechazado esta palabra;
    han confiado en la opresión y en la perversidad
    y se han apoyado en ellas.
13 Por eso su iniquidad se alzará frente a ustedes
    como un muro alto y agrietado, a punto de derrumbarse:
    ¡de repente, en un instante, se desplomará!
14 Quedará hecha pedazos,
    hecha añicos sin piedad, como vasija de barro:
ni uno solo de sus pedazos servirá
    para sacar brasas del fuego
    ni agua de una cisterna».

15 Porque así dice el Señor y Dios, el Santo de Israel:

«En el arrepentimiento y la calma está su salvación,
    en la serenidad y la confianza está su fuerza,
    ¡pero ustedes no lo quieren reconocer!
16 Se resisten y dicen: “Huiremos a caballo”.
    ¡Por eso, así tendrán que huir!
Dicen: “Cabalgaremos sobre caballos veloces”.
    ¡Por eso, veloces serán sus perseguidores!
17 Ante la amenaza de uno solo,
    mil de ustedes saldrán huyendo;
ante la amenaza de cinco,
    huirán todos ustedes.
Quedarán abandonados
    como un mástil en la cima de una montaña,
    como una bandera sobre una colina».

18 Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
    por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
    ¡Dichosos todos los que en él esperan!

19 Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. 20 Aunque el Señor te dé pan de adversidad y agua de aflicción, tus maestros no se esconderán más; con tus propios ojos los verás. 21 Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo». 22 Entonces profanarás tus ídolos enchapados en plata y tus imágenes revestidas de oro; los arrojarás como trapo impuro y les dirás: «¡Fuera de aquí!».

23 El Señor te enviará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el alimento que produzca la tierra será suculento y abundante. En aquel día tu ganado pacerá en extensas praderas. 24 Los bueyes y los burros que trabajan la tierra comerán el mejor grano, arrojado al aire con pala y rastrillo. 25 En el día de la gran masacre, cuando caigan las torres, habrá arroyos y corrientes de agua en toda montaña alta y en toda colina elevada. 26 Cuando el Señor ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros.

27 ¡Miren! El nombre del Señor viene de lejos,
    con ardiente ira y densa humareda.
Sus labios están llenos de furor;
    su lengua es como un fuego consumidor.
28 Su aliento es cual torrente desbordado
    que llega hasta el cuello,
para sacudir a las naciones y llevarlas a la ruina.
    Pone en las quijadas de los pueblos
    un freno que los desvía.
29 Ustedes cantarán
    como en noche de fiesta sagrada;
su corazón se alegrará,
    como cuando uno sube con flautas
a la montaña del Señor,
    a la Roca de Israel.
30 El Señor hará oír su majestuosa voz;
    su brazo descenderá con rugiente ira
y llama de fuego consumidor;
    con aguacero, tormenta y granizo.
31 La voz del Señor quebrantará a Asiria;
    la golpeará con su bastón.
32 Cada golpe que el Señor descargue sobre ella
    con su vara de castigo
será al son de panderos y de arpas;
    agitando su brazo, peleará contra ellos.
33 Porque Tofet[b] está preparada desde hace tiempo;
    está dispuesta incluso para el rey.
Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha,
    con abundancia de fuego y leña;
el soplo del Señor la encenderá
    como un torrente de azufre ardiente.

Ay de los que confían en Egipto

31 ¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda,
    de los que se apoyan en caballos,
de los que confían en la multitud de sus carros de guerra
    y en la gran fuerza de sus jinetes,
pero no toman en cuenta al Santo de Israel
    ni buscan al Señor!
Sin embargo, el Señor es también sabio y traerá calamidad;
    y no se retractará de sus palabras.
Se levantará contra la dinastía de los malvados,
    contra los que ayudan a los malhechores.
Los egipcios, en cambio, son simples mortales y no dioses;
    sus caballos son carne y no espíritu.
Cuando el Señor extienda su mano,
    tropezará el que presta ayuda
    y caerá el que la recibe.
    ¡Todos juntos perecerán!

Porque así me dice el Señor:

«Como león que gruñe sobre la presa
    cuando contra él se reúne
    toda una cuadrilla de pastores;
como cachorro de león
    que no se asusta por sus gritos
    ni se inquieta por su tumulto,
así también el Señor de los Ejércitos
    descenderá para combatir sobre el monte Sión, sobre su cumbre.
Como aves que revolotean sobre el nido,
    así también el Señor de los Ejércitos protegerá a Jerusalén;
la protegerá y la librará,
    pasará sobre ella y la rescatará».

Israelitas, ¡vuélvanse a aquel contra quien ustedes se han rebelado tan abiertamente! Porque en aquel día cada uno de ustedes rechazará a los ídolos de plata y oro que sus propias manos pecadoras fabricaron.

«Asiria caerá a espada, pero no de hombre;
    una espada, pero no de mortales, la consumirá.
Huirá para escapar de la espada,
    y sus jóvenes serán sometidos a trabajos forzados.
A causa del terror caerá su fortaleza;
    sus comandantes dejarán abandonada su bandera»,
afirma el Señor,
    cuyo fuego está en Sión
    y cuyo horno está en Jerusalén.

El reino de justicia

32 Miren, un rey reinará con rectitud
    y los gobernantes gobernarán con justicia.
Cada uno será como un refugio contra el viento,
    como un resguardo contra la tormenta;
como arroyos de agua en tierra seca,
    como la sombra de un peñasco en el desierto.

No se nublarán los ojos de los que ven;
    prestarán atención los oídos de los que oyen.
La mente impulsiva comprenderá y entenderá,
    la lengua tartamuda hablará con fluidez y claridad.
Ya no se llamará noble al necio
    ni será respetado el canalla.
Porque el necio profiere necedades
    y su corazón está inclinado al mal;
practica la impiedad,
    y habla falsedades contra el Señor;
deja con hambre al hambriento
    y niega el agua al sediento.
El canalla recurre a artimañas malignas
    y trama designios infames;
destruye a los pobres con mentiras,
    aunque el necesitado reclama justicia.
El noble, por el contrario, concibe nobles planes
    y en sus nobles acciones se afirma.

Las mujeres de Jerusalén

Mujeres indolentes,
    ¡levántense y escúchenme!
Hijas que se sienten tan confiadas,
    ¡presten atención a lo que voy a decirles!
10 Ustedes, que se sienten tan confiadas,
    en poco más de un año temblarán;
porque fallará la vendimia,
    y no llegará la cosecha.
11 ¡Tiemblen, mujeres indolentes!
    Ustedes, que se sienten tan confiadas, ¡estremézcanse!
Desvístanse, desnúdense;
    pónganse ropa de luto.
12 Golpéense el pecho,
    por los campos agradables,
    por los viñedos fértiles,
13 por el suelo de mi pueblo
    cubierto de espinos y de zarzas,
por todas las casas donde hay alegría
    y por esta ciudad donde hay diversión.
14 La fortaleza será abandonada,
    y desamparada la ciudad populosa;
para siempre convertidas en cuevas quedarán la torre y la fortaleza;
    convertidas en deleite de asnos salvajes, en pastizal de rebaños,
15 hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros.
    Entonces el desierto se volverá un campo fértil,
    y el campo fértil se convertirá en bosque.
16 La justicia morará en el desierto
    y en la tierra fructífera habitará la rectitud.
17 El producto de la justicia será la paz;
    tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto.
18 Mi pueblo habitará en un lugar de paz,
    en moradas seguras,
    en serenos lugares de reposo.
19 Aunque el granizo arrase con el bosque
    y la ciudad sea completamente allanada,
20 ¡dichosos ustedes,
    los que siembran junto al agua
    y dejan sueltos al buey y al asno!

Notas al pie

  1. 29:2 un brasero del altar. Esta frase traduce una palabra hebrea que es idéntica al nombre Ariel.
  2. 30:33 Tofet. Lugar de incineración, cercano a Jerusalén.

Ariel y sus enemigos

29 ¡Ay, Ariel[a], Ariel[b] la ciudad donde acampó David(A)!
Añadid año sobre año, celebrad las fiestas a su tiempo[c](B).
Y traeré angustias a Ariel,
y será una ciudad de lamento y de duelo(C);
será para mí como un Ariel.
Acamparé contra ti rodeándote[d](D),
pondré contra ti vallas de asedio,
y levantaré contra ti baluartes.
Entonces serás humillada,
desde el suelo hablarás,
y desde el polvo donde estás postrada
saldrá tu habla.
Tu voz será también como la de un espíritu[e] de la tierra,
y desde el polvo susurrará tu habla(E).

Pero la multitud de tus enemigos[f] será como polvo fino(F),
y la multitud de los crueles(G) como paja que se va volando[g];
sucederá en un instante, de repente(H).
Serás castigada[h](I) por el Señor de los ejércitos con truenos y terremotos(J) y gran ruido,
con torbellino y tempestad y con llama de fuego consumidor.
Y será como un sueño, una visión nocturna(K),
la multitud de todas las naciones(L) que combaten contra Ariel,
todos los que combaten contra ella y su fortaleza, y los que la afligen.
Y será como cuando un hambriento sueña,
y he aquí, está comiendo;
pero cuando despierta, su hambre no ha sido satisfecha[i].
O como cuando un sediento sueña,
y he aquí, está bebiendo;
pero cuando despierta, he aquí, está desfallecido,
y su sed no ha sido aplacada[j].
Así será la multitud de todas las naciones
que combaten contra el monte Sión(M).

Deteneos y esperad(N),
cegaos y sed ciegos.
Se embriagan, pero no con vino(O);
se tambalean, pero no con licor.
10 Porque el Señor ha derramado sobre vosotros espíritu de sueño profundo(P),
Él ha cerrado vuestros ojos: los profetas(Q),
y ha cubierto vuestras cabezas: los videntes.

11 Y toda la visión será para vosotros como las palabras de un libro[k] sellado(R), que cuando se le da al que sabe leer[l], diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No puedo, porque está sellado. 12 Entonces el libro[m] será dado al que no sabe leer[n], diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No sé leer[o].

Hipocresía de Israel

13 Dijo entonces el Señor:
Por cuanto este pueblo se me acerca con sus palabras[p]
y me honra con sus labios,
pero aleja de mí su corazón,
y su veneración[q] hacia mí es solo una tradición[r] aprendida de memoria(S),
14 por tanto, he aquí, volveré a hacer maravillas(T) con este pueblo, prodigiosas maravillas;
y perecerá la sabiduría de sus sabios,
y se eclipsará el entendimiento de sus entendidos(U).

15 ¡Ay de los que van muy hondo
para esconder sus planes[s](V) al Señor,
y realizan[t] sus obras en tinieblas(W)
y dicen: ¿Quién nos ve(X), o quién nos conoce?
16 ¡Qué equivocación la vuestra!
¿Es acaso el alfarero como el barro,
para que lo que está hecho diga a su hacedor: Él no me hizo;
o lo que está formado diga al que lo formó(Y): Él no tiene entendimiento?

Redención de Israel

17 ¿Acaso no queda ya muy poco tiempo
para que[u] el Líbano se convierta en campo fértil(Z),
y el campo fértil sea considerado bosque?
18 En aquel día los sordos oirán(AA) las palabras de un libro(AB),
y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán(AC).
19 Los afligidos(AD) aumentarán también su alegría en el Señor,
y los necesitados(AE) de la humanidad se regocijarán en el Santo de Israel.
20 Porque el violento tendrá su fin(AF), el escarnecedor(AG) será acabado,
y serán cortados todos los que se desvelan por hacer el mal(AH);
21 los que hacen que una persona sea acusada[v] por una palabra,
tienden lazos al que juzga en la puerta(AI),
y defraudan[w] al justo con vanos argumentos[x](AJ).

22 Por tanto el Señor, que redimió a Abraham(AK), dice así acerca de la casa de Jacob:

Jacob no será ahora avergonzado(AL), ni palidecerá ahora su rostro;
23 porque cuando vea a sus hijos[y](AM), la obra de mis manos(AN), en medio suyo,
ellos santificarán mi nombre;
ciertamente, santificarán(AO) al Santo de Jacob,
y tendrán temor al Dios de Israel.
24 Los descarriados(AP) de espíritu conocerán la verdad[z](AQ),
y los murmuradores aceptarán[aa] instrucción(AR).

Alianza inútil con Egipto

30 ¡Ay de los hijos rebeldes(AS) —declara el Señor
que ejecutan planes(AT), pero no los míos,
y hacen alianza[ab](AU), pero no según[ac] mi Espíritu,
para añadir pecado sobre pecado!
Los que descienden a Egipto(AV)
sin consultarme[ad](AW),
para refugiarse al amparo de Faraón,
y buscar abrigo a la sombra de Egipto(AX).
El amparo de Faraón será vuestra vergüenza(AY),
y el abrigo a la sombra de Egipto, vuestra humillación.
Porque sus príncipes están en Zoán(AZ),
y sus embajadores llegan a Hanes.
Todos se avergonzarán(BA) a causa de un pueblo que no les trae provecho,
no les sirve de ayuda(BB) ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.

Profecía sobre[ae] las bestias(BC) del Neguev[af](BD).
Por tierra de tribulación y angustia(BE),
de donde[ag] vienen la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora(BF),
llevan sus riquezas sobre lomos[ah] de pollinos(BG)
y sus tesoros sobre gibas de camellos(BH),
a un pueblo que no les traerá provecho,
a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía(BI).
Por tanto lo[ai] he llamado
Rahab(BJ) el destruido[aj].
Ahora ve, escríbelo en una tablilla(BK) delante de ellos
y grábalo en un rollo,
para que sirva[ak] en el día postrero
como testigo para siempre[al].
Porque este es un pueblo rebelde, hijos falsos(BL),
hijos que no quieren escuchar(BM)
la instrucción[am] del Señor;
10 que dicen a los videntes(BN): No veáis visiones;
y a los profetas: No nos profeticéis lo que es recto(BO),
decidnos palabras agradables[an](BP),
profetizad ilusiones.
11 Apartaos del camino, desviaos de la senda(BQ),
no oigamos más acerca del[ao] Santo de Israel(BR).
12 Por tanto, así dice el Santo de Israel:
Ya que habéis desechado esta palabra(BS),
y habéis confiado en la opresión y en el engaño(BT), y os habéis apoyado en ellos,
13 por eso esta iniquidad(BU) será para vosotros
como muro agrietado[ap] a punto de caer(BV),
como abultamiento en una pared alta,
cuya caída viene de repente, en un instante(BW).
14 Su caída es como el romper de una vasija de alfarero(BX),
despedazada sin piedad[aq];
no se halla entre sus pedazos ni un tiesto
para tomar fuego del hogar
o para sacar agua de una cisterna.
15 Porque así ha dicho el Señor Dios[ar], el Santo de Israel:
En arrepentimiento[as] y en reposo(BY) seréis salvos;
en quietud y confianza(BZ) está vuestro poder.
Pero no quisisteis,
16 y dijisteis: No, porque huiremos a caballo(CA).
Por tanto, huiréis.
Y: Sobre corceles veloces cabalgaremos.
Por tanto, serán veloces los que os persiguen.
17 Mil huirán(CB) ante la amenaza de uno solo,
ante la amenaza de cinco huiréis;
hasta que seáis dejados como una enseña[at] en la cima de un monte,
y como señal[au] sobre una colina.

Promesa de bendición para Israel

18 Por tanto, el Señor espera para tener piedad de vosotros(CC),
y por eso se levantará(CD) para tener compasión de vosotros.
Porque el Señor es un Dios de justicia(CE);
¡cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan(CF)!

19 Oh pueblo de Sión, morador(CG) de Jerusalén[av], no llorarás más(CH). Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá(CI). 20 Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión(CJ), tu Maestro no se esconderá más(CK), sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro. 21 Tus oídos oirán detrás de ti una palabra[aw]: Este es el camino(CL), andad en él, ya sea que vayáis(CM) a la derecha o a la izquierda. 22 Y profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro(CN). Las esparcirás como cosa inmunda, y les[ax] dirás: ¡Fuera de aquí(CO)!

23 Entonces Él dará lluvia para la[ay] semilla que sembrarás en la tierra, y pan del producto de la tierra(CP), y será rico[az] y abundante[ba]. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales(CQ). 24 También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, que ha sido aventado[bb] con pala y con bieldo(CR). 25 Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes[bc](CS) el día de la gran matanza(CT), cuando caigan las torres. 26 Y será la luz de la luna como la luz del sol(CU), y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que el Señor(CV) ponga una venda en la fractura(CW) de su pueblo y cure(CX) la llaga que Él ha causado[bd].

27 He aquí, el nombre del Señor viene de lejos;[be](CY)
ardiente es su ira, y denso[bf] es su humo[bg](CZ).
Sus labios están llenos de indignación(DA),
su lengua es como fuego consumidor(DB),
28 y su aliento como un torrente desbordado(DC)
que llega hasta el cuello(DD),
para zarandear a las naciones en una zaranda de destrucción[bh](DE),
y poner la brida que conduce a la ruina[bi](DF) en las mandíbulas de los pueblos.
29 Tendréis cánticos[bj] como en la noche en que celebráis la fiesta,
y alegría de corazón como cuando uno marcha al son de la[bk] flauta,
para ir al monte del Señor, a la Roca de Israel.
30 Y el Señor hará oír la majestad de su voz,
y dejará ver el descenso de su brazo
con furia de ira y llama de fuego consumidor,
con turbión, aguacero y piedra de granizo.
31 Porque a la voz(DG) del Señor, Asiria se aterrará(DH)
cuando Él hiera con la vara(DI).
32 Y cada golpe[bl] de la vara de castigo[bm](DJ)
que el Señor descargue sobre ella,
será al son de[bn] panderos y liras(DK);
y en batallas, blandiendo armas(DL), Él peleará contra ellos[bo].
33 Porque Tofet[bp](DM) está preparado desde hace tiempo,
ciertamente, ha sido dispuesto para el rey.
Él lo ha hecho profundo y ancho,
una pira[bq] de fuego con abundante leña;
el soplo del Señor, como torrente(DN) de azufre(DO), lo enciende.

31 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda(DP)!
En los caballos buscan apoyo(DQ),
y confían en los carros porque son muchos,
y en los jinetes porque son muy fuertes,
pero no miran(DR) al Santo de Israel(DS), ni buscan al Señor.
Pero Él también es sabio(DT) y traerá el mal(DU),
y no se retractará de sus palabras(DV);
sino que se levantará contra la casa de los malhechores(DW)
y contra la ayuda de los que obran iniquidad(DX).
Pues los egipcios son hombres, y no Dios(DY),
y sus caballos(DZ) son carne, y no espíritu;
el Señor, pues, extenderá su mano(EA),
y el que ayuda tropezará,
y el que recibe ayuda caerá(EB);
todos ellos a una perecerán.

Porque así me dice el Señor:

Tal como gruñe el león(EC) o el leoncillo sobre su presa,
contra el que se reúne una multitud[br] de pastores,
y no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud,
así descenderá el Señor de los ejércitos para combatir(ED) sobre el monte Sión y sobre su collado.
Como aves que vuelan[bs](EE), así protegerá el Señor de los ejércitos a Jerusalén;
la protegerá y la librará,
la perdonará y la rescatará(EF).

Volved(EG) a aquel de quien tan profundamente os habéis apartado[bt], oh hijos(EH) de Israel. Porque en aquel día cada uno repudiará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro(EI), que os han hecho vuestras manos pecadoras(EJ).

El asirio caerá por espada(EK) no de hombre,
y la espada no humana lo devorará(EL);
no escapará(EM) de[bu] la espada,
y sus jóvenes serán sometidos a trabajos forzados(EN).
Su fortaleza[bv](EO) a causa del terror pasará,
y sus príncipes se espantarán ante el estandarte(EP)
—declara el Señor, que tiene su fuego(EQ) en Sión y su horno en Jerusalén.

Reinado del Rey justo

32 He aquí, un rey reinará con justicia(ER),
y príncipes gobernarán con rectitud.
Cada uno será como refugio(ES) contra el viento
y un abrigo contra la tormenta,
como corrientes[bw] de agua en tierra seca(ET),
como la sombra(EU) de una gran[bx] peña en tierra árida[by].
No se cegarán[bz] entonces los ojos de los que ven,
y los oídos de los que oyen escucharán(EV).
El corazón de los imprudentes discernirá la verdad[ca](EW),
y la lengua de los tartamudos se apresurará a hablar claramente.
Ya no se llamará noble al necio(EX),
ni al tramposo se le dirá generoso.
Pues el necio habla necedades,
y su corazón se inclina hacia[cb] el mal(EY),
para practicar la impiedad(EZ) y hablar falsedad contra el Señor,
para mantener con hambre al hambriento[cc](FA)
y para privar de[cd] bebida al sediento.
En cuanto al tramposo, sus armas son malignas;
trama designios perversos(FB)
para destruir con calumnias[ce] a los afligidos(FC),
aun cuando el necesitado hable lo que es justo(FD).
Pero el noble concibe cosas nobles,
y en las cosas nobles se afirma(FE).

Advertencia a las mujeres de Jerusalén

Levantaos, mujeres indolentes(FF),
y oíd mi voz;
hijas confiadas,
prestad oído a mi palabra(FG).
10 Dentro de un año y algunos días,
os conturbaréis, hijas confiadas,
porque se habrá acabado la vendimia(FH),
y la recolección del fruto no vendrá.
11 Temblad, mujeres indolentes;
conturbaos(FI), hijas confiadas;
desvestíos, desnudaos(FJ), y ceñid cilicio en la cintura;
12 golpeaos el pecho(FK), por los campos agradables, por la vid fructífera,
13 por el suelo de mi pueblo donde crecerán espinos y zarzas(FL);
sí, por todas las casas alegres y por la ciudad divertida(FM).
14 Porque el palacio ha sido abandonado(FN), hecha un desierto la populosa ciudad[cf](FO).
Collado[cg] y atalaya se han convertido en cuevas(FP) para siempre,
un deleite para asnos monteses(FQ), un pasto para rebaños;
15 hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu(FR) desde lo alto,
el desierto se convierta en campo fértil
y el campo fértil sea considerado como bosque(FS).
16 En el desierto morará el derecho,
y la justicia habitará en el campo fértil(FT).
17 La obra de la justicia será paz(FU),
y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza[ch](FV) para siempre.
18 Entonces habitará mi pueblo en albergue de paz(FW),
en mansiones seguras y en moradas[ci] de reposo(FX);
19 aunque caiga granizo(FY) cuando el bosque caiga(FZ),
y la ciudad sea derribada por completo(GA).
20 ¡Cuán bienaventurados seréis vosotros los que sembráis junto a todas las aguas,
y[cj] dejáis sueltos al buey y al asno[ck](GB)!

Notas al pie

  1. Isaías 29:1 I.e., León de Dios; refiriéndose a Jerusalén
  2. Isaías 29:1 I.e., León de Dios; refiriéndose a Jerusalén
  3. Isaías 29:1 Lit., que las fiestas sigan su curso
  4. Isaías 29:3 Lit., como un círculo
  5. Isaías 29:4 O, fantasma
  6. Isaías 29:5 Lit., extraños
  7. Isaías 29:5 Lit., que pasa
  8. Isaías 29:6 Lit., visitada
  9. Isaías 29:8 Lit., su alma está vacía
  10. Isaías 29:8 Lit., su alma está reseca
  11. Isaías 29:11 O, rollo
  12. Isaías 29:11 Lit., sabe de libros
  13. Isaías 29:12 O, rollo
  14. Isaías 29:12 Lit., no sabe de libros
  15. Isaías 29:12 Lit., No sé de libros
  16. Isaías 29:13 Lit., boca
  17. Isaías 29:13 Lit., temor de mí
  18. Isaías 29:13 Lit., un mandamiento de hombres
  19. Isaías 29:15 Lit., el consejo
  20. Isaías 29:15 Lit., están
  21. Isaías 29:17 Lit., y
  22. Isaías 29:21 Lit., ponen bajo condenación a una persona
  23. Isaías 29:21 Lit., desvían
  24. Isaías 29:21 Lit., con confusión
  25. Isaías 29:23 O, sus hijos vean
  26. Isaías 29:24 Lit., el entendimiento
  27. Isaías 29:24 Lit., aprenderán
  28. Isaías 30:1 Lit., derraman libación
  29. Isaías 30:1 Lit., de
  30. Isaías 30:2 Lit., consultar mi boca
  31. Isaías 30:6 O, Carga de
  32. Isaías 30:6 I.e., región del sur
  33. Isaías 30:6 Lit., ellos
  34. Isaías 30:6 Lit., hombros
  35. Isaías 30:7 Lit., a este
  36. Isaías 30:7 En el T.M., ellos son Rahab (i.e., arrogancia), que están ociosos
  37. Isaías 30:8 Lit., sea
  38. Isaías 30:8 Así en algunas versiones antiguas; en heb., postrero, por siempre jamás
  39. Isaías 30:9 O, ley
  40. Isaías 30:10 Lit., cosas suaves
  41. Isaías 30:11 Lit., haced que cese de nuestra presencia el
  42. Isaías 30:13 Lit., grieta
  43. Isaías 30:14 Lit., aplastada, no será perdonada
  44. Isaías 30:15 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  45. Isaías 30:15 Lit., retorno
  46. Isaías 30:17 Lit., asta
  47. Isaías 30:17 O, estandarte
  48. Isaías 30:19 En el T.M., Porque un pueblo habitará en Sion, en Jerusalén
  49. Isaías 30:21 Lit., palabra, diciendo
  50. Isaías 30:22 Lit., le
  51. Isaías 30:23 Lit., tu
  52. Isaías 30:23 Lit., gordura
  53. Isaías 30:23 Lit., grosura
  54. Isaías 30:24 Lit., que uno avienta
  55. Isaías 30:25 Lit., canales, corrientes de aguas
  56. Isaías 30:26 Lit., de su golpe
  57. Isaías 30:27 Lit., de una distancia
  58. Isaías 30:27 Lit., pesadez
  59. Isaías 30:27 Lit., elevación
  60. Isaías 30:28 Lit., del desecho
  61. Isaías 30:28 Lit., que desorienta
  62. Isaías 30:29 Lit., el cántico
  63. Isaías 30:29 Lit., con
  64. Isaías 30:32 Lit., pasada
  65. Isaías 30:32 Lit., vara de fundación
  66. Isaías 30:32 Lit., con
  67. Isaías 30:32 Lit., ella
  68. Isaías 30:33 I.e., lugar de sacrificios humanos a Moloc
  69. Isaías 30:33 Lit., su montón
  70. Isaías 31:4 Lit., plenitud
  71. Isaías 31:5 O, revolotean
  72. Isaías 31:6 Lit., se apartaron
  73. Isaías 31:8 Lit., Y huirá ante
  74. Isaías 31:9 Lit., peña
  75. Isaías 32:2 Lit., canales
  76. Isaías 32:2 Lit., pesada
  77. Isaías 32:2 Lit., agotada
  78. Isaías 32:3 O, No se apartarán
  79. Isaías 32:4 Lit., el conocimiento
  80. Isaías 32:6 O, hace
  81. Isaías 32:6 Lit., para dejar vacía al alma hambrienta
  82. Isaías 32:6 Lit., y hace faltar
  83. Isaías 32:7 Lit., palabras de falsedad
  84. Isaías 32:14 Lit., la multitud de la ciudad
  85. Isaías 32:14 Heb., Ofel
  86. Isaías 32:17 O, seguridad
  87. Isaías 32:18 O, lugares de
  88. Isaías 32:20 Lit., los que
  89. Isaías 32:20 Lit., enviáis el pie del buey y del asno

Ariel y sus enemigos

29 ¡Ay de Ariel, Ariel! ¡Ay de la ciudad donde habitó David! Añadan un año a otro, y que las fiestas sigan su curso; pero yo pondré a Ariel bajo asedio, y quedará desconsolada y triste; será para mí como Ariel. Porque yo acamparé contra ti y te sitiaré; te rodearé con campamentos, y levantaré baluartes para atacarte. Entonces serás humillada. Hablarás, y tus palabras brotarán desde el polvo de la tierra; tu voz, desde allí, resonará como la de un fantasma; tus palabras serán un susurro desde el polvo. La multitud de tus enemigos parecerá un polvo menudo; la multitud de los fuertes se parecerá al tamo que pasa; y todo esto sucederá en un momento, de repente. El Señor de los ejércitos te visitará con truenos y terremotos, con el estruendo de un torbellino y de una tempestad; con la llama de un fuego consumidor. La multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel será como el sueño de una visión nocturna; así serán todos los que pelean contra ella y contra su fortaleza, y los que la ponen bajo asedio. Les pasará lo mismo que al que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta su estómago está vacío; o como al que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta se encuentra cansado y sediento. ¡Así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sión!

Ceguera e hipocresía de Israel

Deténganse y asómbrense; ofúsquense y queden ciegos; embriáguense, pero no con vino; tambaléense, pero no por causa de la sidra. 10 Porque el Señor ha derramado sobre ustedes un espíritu que los hace dormir; ha cerrado los ojos(A) de sus profetas, y ha echado un velo sobre la cabeza de sus videntes. 11 Toda visión será para ustedes como las palabras de un libro sellado, que si se le diera a quien sabe leer y se le pidiera leerlo, aquél diría «No puedo leerlo, porque está sellado.» 12 Y si se le diera el libro al que no sabe leer, y se le pidiera leerlo, aquél diría «No sé leer.»

13 El Señor dice:

«A decir verdad, este pueblo se acerca a mí con la boca, y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí;(B) el temor que de mí tiene no es más que un mandamiento humano, que le ha sido enseñado. 14 Por eso, volveré a despertar la admiración de este pueblo con un prodigio impresionante y maravilloso. Quedará deshecha la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.»(C)

15 ¡Ay de los que se esconden del Señor, y encubren el consejo y todo lo hacen en tinieblas! Y todavía dicen: «¡Nadie nos ve! ¡Nadie nos conoce!» 16 La perversidad de ustedes será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá que quien la hizo realmente no la hizo? ¿Acaso la vasija dirá que quien la modeló no sabía lo que estaba haciendo?

Redención de Israel

17 Dentro de muy poco tiempo el Líbano se convertirá en un campo fructífero, y el campo fértil será considerado bosque. 18 Cuando llegue ese día, los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la más densa oscuridad. 19 Aumentará en el Señor la alegría de los humildes, y aun la gente más pobre se alegrará por el Santo de Israel. 20 Porque el violento será aniquilado, y el cínico será consumido; todos los que no duermen por cometer iniquidades serán eliminados; 21 todos los que hacen pecar de palabra a la gente; todos los que tienden trampas a los que defienden una causa ante el tribunal de la ciudad, los que con falsedades pervierten la causa del hombre justo.

22 Por eso el Señor, el que rescató a Abrahán, dice así a la casa de Jacob:

«Jacob ya no será avergonzado, ni su rostro volverá a palidecer 23 cuando vea lo que yo voy a hacer en medio de ellos: sus hijos santificarán mi nombre; santificarán al Santo de Jacob, ¡temerán al Dios de Israel! 24 Entonces los de ánimo extraviado aprenderán a ser inteligentes, y los que hablaban mal de mí recibirán mi enseñanza.»

De Egipto nada puede esperarse

30 ¡Ay de los hijos rebeldes, que hacen planes sin tomarme en cuenta; que buscan cobijarse pero no bajo mi espíritu, con lo que añaden pecado tras pecado!

—Palabra del Señor.

Sin consultarme antes se dirigen a Egipto para buscar apoyo en el poder del faraón, y poner su esperanza en la protección de los egipcios. Pero ese poder del faraón se les cambiará en vergüenza; el amparo y protección de Egipto se les volverá confusión. Cuando sus príncipes estén en Soán, y sus embajadores lleguen a Janés, todos se avergonzarán de ese pueblo, que ni les sirve ni los socorre, ni les trae ningún provecho; más bien, les será motivo de vergüenza y de oprobio.

Profecía contra la bestia del Néguev:

Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, a lomo de asno y sobre las jorobas de sus camellos llevan sus riquezas y sus tesoros a un pueblo que no les será de ningún provecho. La ayuda de Egipto será inútil y endeble. Por eso, a gritos les hice ver que su fuerza consistía en mantenerse quietos.

Así que ve ahora y escribe esto en una tablilla, para que lo lean; regístrala en un libro, para que permanezca hasta el día final, a través de todos los tiempos. Porque éste es un pueblo rebelde; es gente mentirosa, que no quiere obedecer las enseñanzas del Señor; 10 a los videntes les dicen: «Ustedes no vean», y a los profetas les piden: «No nos anuncien lo que debemos hacer; mejor digan cosas halagüeñas, anuncien cosas ilusorias; 11 háganse a un lado, apártense de nuestro camino, ¡alejen de nuestra vista al Santo de Israel!»

12 Por eso el Santo de Israel dice así:

«Ya que ustedes han rechazado esta palabra, y confían en la violencia y en la iniquidad, y se apoyan en ellas, 13 este pecado será para ustedes como una grieta que se extiende por un alto muro, hasta resquebrajarlo y hacer que se derrumbe en cualquier momento. 14 Y éste se resquebrajará como una vasija de alfarero, que sin misericordia la hacen pedazos; a tal grado que, de entre los añicos, no se encuentra un solo tiesto para sacar fuego del hogar ni agua del pozo.»

15 Así ha dicho Dios el Señor, el Santo de Israel:

«La salvación de ustedes depende de que mantengan la calma. Su fuerza radica en mantener la calma y en confiar en mí.»

Pero ustedes no quisieron obedecer, 16 sino que dijeron:

«De ninguna manera. Preferimos huir a galope. ¡Cabalgaremos sobre veloces corceles!»

Por lo tanto, tendrán que huir, y sus perseguidores serán más veloces que ustedes. 17 Un millar de ustedes huirá ante la amenaza de un solo hombre; y ante la amenaza de cinco huirán todos ustedes, hasta quedar solitarios como un mástil en la cumbre de un monte; ¡como bandera sobre una colina!

Dios se compadecerá de Israel

18 Por lo tanto, el Señor esperará un poco y tendrá piedad de ustedes, y por eso será exaltado por la misericordia que tendrá de ustedes. Ciertamente el Señor es un Dios justo; ¡dichosos todos los que confían en él! 19 Ustedes, los que habitan en el monte de Sión, en Jerusalén, nunca más volverán a llorar; porque el Dios misericordioso se apiadará de ustedes, y les responderá cuando oiga la voz de su clamor.

20 Aunque el Señor les hará comer un pan de congoja y les dará a beber agua de angustia, nunca más se les quitarán sus maestros, sino que los verán con sus propios ojos.

21 Entonces oirán ustedes decir a sus espaldas estas palabras: «Éste es el camino; vayan por él. No se desvíen a la derecha ni a la izquierda.»

22 Entonces rasparán la cubierta de sus esculturas de plata y la vestidura de sus imágenes de oro fundido; las harán a un lado, como a un trapo asqueroso, y dirán: «¡Fuera de aquí!»

23 Cuando siembres la tierra, el Señor enviará lluvia sobre tu siembra, y del fruto de la tierra te dará abundante comida.

Entonces tus ganados pastarán en terrenos espaciosos; 24 tus bueyes y tus asnos, con los que labras la tierra, comerán grano limpio, sacudido con pala y criba; 25 y el día de la gran matanza, cuando caigan las torres, sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá muchos ríos y arroyos. 26 El día que el Señor ponga una venda en la herida de su pueblo, y cure la llaga que le causó, la luz de la luna alumbrará como la luz del sol, y la luz del sol alumbrará siete veces más, como la luz de siete días.

Juicio del Señor contra Asiria

27 ¡Miren! ¡El nombre del Señor viene de lejos! Viene con el rostro encendido y con llamas de fuego devorador; sus labios están llenos de ira, y su lengua parece un fuego abrasador; 28 su aliento es como un torrente que llega hasta el cuello y que todo lo inunda; va a zarandear a las naciones con una criba destructora; va a poner un freno en la quijada de los pueblos, para hacerlos errar.

29 Pero ustedes cantarán con un corazón alegre, como en la noche en que se celebra la pascua; como el flautista que va al monte del Señor para honrar al Fuerte de Israel. 30 Y el Señor hará oír su potente voz, y dejará ver cómo descarga su brazo: ¡con rostro enfurecido y con la llama de un fuego abrasador!, ¡con un torbellino, y tempestad y piedras de granizo! 31 Ciertamente Asiria, que hirió con vara, será quebrantada con la voz del Señor. 32 Y cada golpe de la vara justiciera que el Señor descargue sobre ella, irá acompañado de música de arpas y panderos; ¡él librará contra ella una batalla estruendosa! 33 Desde hace mucho tiempo está ya dispuesta y preparada para el rey una pira con mucha leña. Es ancha y profunda, y sólo espera el soplo del Señor para prenderse como un río de azufre.

Los egipcios son hombres, no dioses

31 ¡Ay de los que van a Egipto en busca de ayuda! ¡Ay de los que ponen su esperanza en la multitud de sus caballos y carros, y en la fuerza de sus jinetes, y no vuelven los ojos al Santo de Israel, ni buscan al Señor! Pero Dios también es sabio, y les traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará contra la casa de los malvados, y contra la ayuda de los malhechores. Los egipcios son simples hombres, y no dioses; sus caballos son carne, y no espíritu; cuando el Señor extienda su mano, juntos caerán el que ayuda y el ayudado, y todos ellos rodarán por el suelo.

Así me dijo el Señor:

«El Señor de los ejércitos bajará a pelear sobre el monte de Sión; sobre su colina. Será como cuando el león y su cachorro rugen sobre su presa, que no se espantan por los gritos de la cuadrilla de pastores que se junta para atacarlos, ni se acobardan ante su alboroto.»

El Señor de los ejércitos protegerá a Jerusalén como protegen las aves a sus polluelos: la librará, la preservará y la salvará.

Ustedes, israelitas: ¡vuélvanse a aquel contra quien tanto se han rebelado! Ciertamente, cuando llegue ese día, todos ustedes arrojarán los ídolos de oro y plata que se hicieron con sus manos pecadoras. Asiria caerá a filo de espada, pero no de espada humana; delante de esa espada huirá, y sus jóvenes serán obligados a pagar tributo. De miedo sucumbirá su fortaleza, y llenos de pavor sus príncipes abandonarán sus banderas.

—Palabra del Señor, cuyo fuego está en Sión y cuyo horno está en Jerusalén.

El Rey justo

32 ¡Miren! Va a surgir un rey que hará justicia, y los príncipes presidirán en el juicio. Ese hombre será como un refugio contra el viento, como un albergue contra el turbión; como los arroyos en tierras áridas; como la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa. No se ofuscarán los ojos de los que ven; los oídos de los que oyen escucharán con atención. El corazón de los necios captará el conocimiento, y la lengua de los tartamudos hablará con claridad y rapidez. Nunca más el ruin será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón maquinará iniquidades, para cometer impiedad y para proferir blasfemias contra el Señor; a los hambrientos los dejará ir con hambre, y a los sedientos no les calma la sed. El tramposo usa armas de maldad; trama planes inicuos, enreda a los ingenuos con palabras mentirosas, y en el juicio habla en contra del pobre. Pero el generoso piensa en ser generoso, y por su generosidad será exaltado.

Advertencia a las mujeres de Jerusalén

¡Levántense, mujeres indolentes! ¡Escuchen mi voz y mis razones, mujeres confiadas! 10 Ustedes, que ahora están tranquilas, dentro de poco más de un año se llenarán de pánico, porque las viñas no darán uvas ni habrá trigo en los trigales. 11 ¡Comiencen a temblar y a preocuparse, mujeres indolentes y confiadas! ¡Despójense de su ropa, y vístanse con cilicio! 12 ¡Golpéense el pecho y lloren por la belleza de los campos y por la fertilidad de las viñas! 13 En la tierra de mi pueblo crecerán espinos y cardos, y se acabará la alegría en todas las casas de la ciudad feliz. 14 Los palacios quedarán desiertos; no habrá más tanta gente en la ciudad; las torres y las fortalezas serán para siempre cuevas para los asnos del monte y pastizales para los ganados, 15 hasta que venga sobre nosotros el espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil será visto como bosque. 16 Entonces se impartirá justicia en el desierto, y reinará el derecho en el campo fértil. 17 La justicia hará posible la paz; la justicia redundará en reposo y seguridad para siempre. 18 Entonces mi pueblo vivirá en lugares de paz, en poblaciones seguras, en sitios de reposo. 19 El granizo que caiga, caerá en los montes, y la ciudad será abatida por completo. 20 ¡Dichosos ustedes, los que siembran junto a los ríos y arroyos, y dejan que anden libres sus bueyes y sus asnos!