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pero esta ciudad, que antes vivía alegre,
ahora está llena de muertos;
ninguno presentó pelea,
ninguno murió en batalla.
Nuestros jefes y soldados huyeron;
salieron corriendo,
pero fueron atrapados.

»¡Déjenme solo!,
no traten de consolarme.
Mi pueblo está en ruinas,
y quiero llorar y apagar mi tristeza.

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