Add parallel Print Page Options

Hay gran conmoción en la ciudad. ¿Qué le ocurre a esta activa y alegre ciudad? ¡Cadáveres! ¡Cadáveres por doquier, muertos por la plaga y no por la espada! Todos tus caudillos huyen; se rinden sin pelear. La gente se escabulle, pero también ella es capturada. Déjenme llorar, no traten de consolarme, déjenme llorar por mi pueblo al ver cómo lo destruyen.

Read full chapter