Add parallel Print Page Options

Por tanto, mis espaldas
se han llenado de dolor;
angustias se apoderaron de mí,
como angustias de mujer de parto.
Me siento agobiado al oírlo
y al verlo me lleno de espanto.
Se pasma mi corazón,
el horror me ha intimidado;
la noche de mi deseo
se me ha vuelto en espanto.
Ponen la mesa,
extienden tapices;
comen, beben.
¡Levantaos, príncipes,
engrasad el escudo!

Read full chapter