Add parallel Print Page Options

El país está en ruinas

»Israel está destruido,
sus ciudades arden en llamas;
ante la mirada de sus habitantes
el enemigo se come sus cosechas.
El país ha quedado desierto,
pues un ejército enemigo
lo atacó hasta destruirlo.

»Jerusalén se salvó de la destrucción,
pero se ha quedado abandonada,
tan sola como un guarda
en un campo de melones;
tan sola como una ciudad
rodeada por el enemigo.

»Si yo, el Dios todopoderoso,
no hubiera salvado a unos pocos,
Jerusalén se habría quedado en ruinas,
como sucedió con Sodoma y Gomorra».

Read full chapter