Add parallel Print Page Options

El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce; mi pueblo no entiende”.

¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, descendencia de malhechores, hijos depravados! Han abandonado al SEÑOR, han despreciado al Santo de Israel y se han vuelto atrás.

¿Para qué han de ser golpeados aún? Pues todavía persistirán en rebelarse. Toda cabeza está dolorida y todo corazón está enfermo.

Read full chapter