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El buey conoce a su amo,
    y el burro, el lugar donde lo alimentan;
pero Israel no me conoce,
    mi pueblo no tiene entendimiento».

¡Qué nación tan pecadora,
    qué pueblo tan perverso!
Generación mala,
    hijos depravados como mala semilla.
    Han dejado al SEÑOR.
Le han faltado al respeto al Santo de Israel
    y le han dado la espalda.

¿Por qué buscan más castigo
    y se siguen rebelando?
Tienen toda la cabeza lastimada
    y el corazón todo enfermo.

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