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Esperanza en el Mesías

[a]Sin embargo, ese tiempo de oscuridad y de desesperación no durará para siempre. La tierra de Zabulón y de Neftalí será humillada, pero habrá un tiempo en el futuro cuando Galilea de los gentiles,[b] que se encuentra junto al camino que va del Jordán al mar, será llena de gloria.

[c]El pueblo que camina en oscuridad
    verá una gran luz.
Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad,[d]
    brillará una luz.
Harás que crezca la nación de Israel,
    y sus habitantes se alegrarán.
Se alegrarán ante ti
    como la gente se goza en la cosecha,
    y como los guerreros cuando se dividen el botín.
Pues tú quebrantarás el yugo de su esclavitud
    y levantarás la pesada carga de sus hombros.
Romperás la vara del opresor,
    tal como lo hiciste cuando destruiste al ejército de Madián.
Las botas de los guerreros
    y los uniformes manchados de sangre por la guerra
serán quemados;
    serán combustible para el fuego.

Pues nos ha nacido un niño,
    un hijo se nos ha dado;
el gobierno descansará sobre sus hombros,
    y será llamado:
Consejero Maravilloso,[e] Dios Poderoso,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su gobierno y la paz
    nunca tendrán fin.
Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David
    por toda la eternidad.
¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales
    hará que esto suceda!

Enojo del Señor contra Israel

El Señor se ha pronunciado contra Jacob;
    su juicio ha caído sobre Israel.
Y los habitantes de Israel[f] y de Samaria,
    quienes hablaron con tanta soberbia y arrogancia,
    pronto se enterarán.
10 Decían: «Reemplazaremos los ladrillos rotos de nuestras ruinas con piedra labrada
    y volveremos a plantar cedros donde cayeron las higueras sicómoros».

11 Pero el Señor traerá a los enemigos de Rezín contra Israel
    e incitará a todos sus adversarios.
12 Los arameos desde el oriente y los filisteos desde el occidente
    sacarán sus colmillos y devorarán a Israel.
Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor;
    su puño sigue preparado para dar el golpe.

13 Pues después de tanto castigo, el pueblo seguirá sin arrepentirse;
    no buscará al Señor de los Ejércitos Celestiales.
14 Por lo tanto, en un solo día el Señor destruirá tanto la cabeza como la cola,
    la noble rama de palma y el humilde junco.
15 Los líderes de Israel son la cabeza,
    y los profetas mentirosos son la cola.
16 Pues los líderes del pueblo lo han engañado;
    lo han llevado por la senda de la destrucción.
17 Por eso el Señor no se complace en los jóvenes,
    ni tiene misericordia siquiera de las viudas y los huérfanos.
Pues todos son unos hipócritas perversos,
    y todos ellos hablan necedades.
Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor.
    Su puño sigue preparado para dar el golpe.

18 Esa perversidad es como un incendio de maleza
    que no solo quema las zarzas y los espinos,
sino que también hace arder los bosques.
    Su fuego hace subir nubes de humo.
19 La tierra quedará ennegrecida
    por la furia del Señor de los Ejércitos Celestiales.
El pueblo será combustible para el fuego,
    y nadie perdonará la vida ni siquiera de su propio hermano.
20 Atacarán a su vecino de la derecha
    pero seguirán con hambre.
Devorarán a su vecino de la izquierda,
    pero no quedarán satisfechos.
Al final, se comerán hasta a sus propios hijos.[g]
21 Manasés se alimentará de Efraín,
    Efraín se alimentará de Manasés,
    y los dos devorarán a Judá.
Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor;
    su puño sigue preparado para dar el golpe.

Footnotes

  1. 9:1a El versículo 9:1 corresponde al 8:23 en el texto hebreo.
  2. 9:1b Gentil[es], que no es judío.
  3. 9:2a Los versículos del 9:2-21 corresponden al 9:1-20 en el texto hebreo.
  4. 9:2b La versión griega dice una tierra donde la muerte arroja su sombra. Comparar con Mt 4:16.
  5. 9:6 O Consejero, Maravilloso.
  6. 9:9 En hebreo de Efraín, se refiere al reino del norte de Israel.
  7. 9:20 O se comerán hasta sus propios brazos.

Nacimiento y reinado del Mesías

Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.(A) El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.(B) Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.(C) El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

La ira de Jehová contra Israel

El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: 10 Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar pondremos cedros. 11 Pero Jehová levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos; 12 del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

13 Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba, ni buscó a Jehová de los ejércitos. 14 Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día. 15 El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. 16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden. 17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. 19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. 20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo; 21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

Nos ha nacido un niño

A pesar de todo, no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea de los gentiles, desde el Camino del Mar, al otro lado del Jordán.

El pueblo que andaba en la oscuridad
    ha visto una gran luz;
sobre los que vivían en tierra de sombra de muerte[a]
    una luz ha resplandecido.
Tú has hecho que la nación crezca;
    has aumentado su alegría.
Y se alegran ellos en tu presencia
    como cuando recogen la cosecha,
    como cuando reparten el botín.
Ciertamente tú has quebrado,
    como en la derrota de Madián,
el yugo que los oprimía,
    la barra que pesaba sobre sus hombros,
    el bastón de mando que los subyugaba.
Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla
    y toda la ropa teñida en sangre
serán arrojadas al fuego,
    serán consumidas por las llamas.
Porque nos ha nacido un niño,
    se nos ha concedido un hijo;
    la soberanía reposará sobre sus hombros
y se le darán estos nombres:
    Consejero Admirable, Dios Fuerte,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Se extenderán su soberanía y su paz
    y no tendrán fin.
Gobernará sobre el trono de David
    y sobre su reino,
para establecerlo y sostenerlo
    con justicia y rectitud
    desde ahora y para siempre.
Esto lo llevará a cabo
    el celo del Señor de los Ejércitos.

El enojo del Señor contra Israel

El Señor ha enviado su palabra;
    la ha enviado contra Jacob,
    ¡ya cae sobre Israel!
De esto se entera todo el pueblo
    —Efraín y los habitantes de Samaria—,
todos los que dicen con orgullo
    y piensan con arrogancia:
10 «Si se caen los ladrillos,
    reconstruiremos con piedra tallada;
si se caen las vigas de higuera,
    las repondremos con vigas de cedro».
11 Pero el Señor ha fortalecido a los adversarios de Rezín;
    ha incitado a sus enemigos.
12 Los arameos en el este y los filisteos en el oeste
    se comieron a Israel de un solo bocado.

A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

13 Pero el pueblo no volvió al que lo ha castigado;
    no ha buscado al Señor de los Ejércitos.
14 Por eso en un mismo día el Señor cortará a Israel la cabeza y la cola,
    la palmera y el junco.
15 La cabeza son los jefes y la gente de alto rango;
    la cola son los profetas, maestros de mentiras.
16 Los guías de este pueblo lo han extraviado;
    los que se dejan guiar son confundidos.
17 Por eso no se complacerá el Señor en los jóvenes;
    tampoco se apiadará de huérfanos y viudas,
porque todos ellos son impíos y malvados;
    sus labios profieren necedades.

A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

18 Porque la maldad arde como un fuego
    que consume espinos y cardos,
que incendia la espesura del bosque
    y sube luego, como torbellino, en una columna de humo.
19 Por la ira del Señor de los Ejércitos
    arderá en fuego la tierra.
Y el pueblo será el combustible:
    ¡Nadie se compadecerá de su hermano!
20 Unos comerán lo que esté a su mano derecha,
    pero se quedarán con hambre;
otros comerán lo que esté a su izquierda,
    pero no quedarán satisfechos.
    ¡Se comerán a sus propios hijos![b]
21 Manasés se comerá a Efraín y Efraín a Manasés;
    entonces los dos juntos atacarán a Judá.

A pesar de todo esto,
    la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

Footnotes

  1. 9:2 O tierra de profunda oscuridad.
  2. 9:20 a sus propios hijos. Lit. la carne de su brazo.