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20 Pero los impíos son como el mar agitado(A),
que no puede estar quieto,
y sus aguas arrojan cieno y lodo.

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20 Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.

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21 No hay paz —dice mi Dios— para los impíos(A).

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21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.(A)

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