Add parallel Print Page Options

50 ASI dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿ó quiénes son mis acreedores, á quienes os he yo vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fué repudiada vuestra madre:

Porque vine, y nadie pareció; llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado á acortarse mi mano, para no redimir? ¿no hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar la mar; torno los ríos en desierto, hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.

Visto de oscuridad los cielos, y torno como saco su cobertura.

El Señor Jehová me dió lengua de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado; despertará de mañana, despertaráme de mañana oído, para que oiga como los sabios.

El Señor Jehová me abrió el oído, y yo no fuí rebelde, ni me torné atrás.

Dí mi cuerpo á los heridores, y mis mejillas á los que me mesaban el cabello: no escondí mi rostro de las injurias y esputos.

Porque el Señor Jehová me ayudará; por tanto no me avergoncé: por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.

Cercano está de mí el que me justifica; ¿quién contenderá conmigo? juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? acérquese á mí.

He aquí que el Señor Jehová me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán, los comerá polilla.

10 ¿Quién hay entre vosotros que teme á Jehová, y oye la voz de su siervo? el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.

11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas: andad á la luz de vuestro fuego, y á las centellas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.

50 Esto dice el Señor:

«¿Despedí a la madre de ustedes porque me divorcié de ella?
    ¿Los vendí a ustedes como esclavos a mis acreedores?
No, fueron vendidos a causa de sus propios pecados;
    su madre también fue llevada a causa de los pecados de ustedes.
¿Por qué no había nadie cuando vine?
    ¿Por qué nadie respondió cuando llamé?
¿Se debe a que no tengo poder para rescatar?
    ¡No, no es esa la razón!
¡Pues yo puedo hablarle al mar y hacer que se seque!
    Puedo convertir los ríos en desiertos llenos de peces muertos.
Yo soy quien viste de tinieblas los cielos,
    y los cubro con ropajes de luto».

El Siervo obediente del Señor

El Señor Soberano me ha dado sus palabras de sabiduría,
    para que yo sepa consolar a los fatigados.
Mañana tras mañana me despierta
    y me abre el entendimiento a su voluntad.
El Señor Soberano me habló,
    y yo lo escuché;
    no me he rebelado, ni me he alejado.
Les ofrecí la espalda a quienes me golpeaban
    y las mejillas a quienes me tiraban de la barba;
no escondí el rostro
    de las burlas y los escupitajos.

Debido a que el Señor Soberano me ayuda,
    no seré avergonzado.
Por lo tanto, he puesto el rostro como una piedra,
    decidido a hacer su voluntad.
    Y sé que no pasaré vergüenza.
El que me hace justicia está cerca.
    Ahora, ¿quién se atreverá a presentar cargos en mi contra?
¿Dónde están mis acusadores?
    ¡Que se presenten!
Miren, el Señor Soberano está de mi lado.
    ¿Quién me declarará culpable?
Todos mis enemigos serán destruidos
    como ropa vieja que ha sido comida por la polilla.

10 Entre ustedes, ¿quién teme al Señor
    y obedece a su siervo?
Si caminan en tinieblas,
    sin un solo rayo de luz,
confíen en el Señor
    y dependan de su Dios.
11 Pero tengan cuidado, ustedes que viven en su propia luz,
    y que se calientan en su propia fogata.
Esta es la recompensa que recibirán de mí:
    pronto caerán en gran tormento.

Exhortación a confiar en el Señor

50 Así dice el Señor:
«¿Dónde está esa carta de divorcio(A)
Con la que repudié a su madre(B)?
¿O a cuál de Mis acreedores los vendí(C)?
Por causa de sus iniquidades ustedes fueron vendidos(D),
Y por sus transgresiones(E) fue repudiada su madre(F).
¿Por qué cuando vine no había nadie,
Y cuando llamé no había quien respondiera(G)?
¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar(H),
O no tengo poder para librar?
Con Mi reprensión seco el mar(I),
Convierto los ríos en desierto(J).
Sus peces huelen mal por falta de agua,
Mueren de sed.
Yo revisto de negrura los cielos,
Y hago de cilicio su cobertura(K)».

El Señor Dios[a] me ha dado lengua de discípulo[b](L),
Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigado(M).
Mañana tras mañana(N) me despierta,
Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos.
El Señor Dios me ha abierto el oído(O);
Y no fui desobediente(P),
Ni me volví atrás.
Ofrecí Mi espalda a los que me herían,
Y Mis mejillas a los que me arrancaban la barba;
No escondí Mi rostro de injurias y salivazos(Q).
El Señor Dios me ayuda(R),
Por eso no soy humillado,
Por eso he puesto Mi rostro como pedernal,
Y sé que no seré avergonzado(S).
Cercano está el que me justifica(T);
¿Quién discutirá conmigo?
Comparezcamos juntos(U);
¿Quién es el enemigo de Mi causa?
Que se acerque a Mí.
Si el Señor Dios me ayuda(V);
¿Quién es el que me condena(W)?
Todos ellos como un vestido se gastarán,
La polilla se los comerá(X).
10 ¿Quién hay entre ustedes que tema al Señor,
Que oiga la voz de Su siervo(Y),
Que ande en tinieblas y no tenga luz(Z)?
Confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios(AA).
11 Todos ustedes que encienden fuego(AB),
Que se rodean[c] de teas,
Anden a la lumbre de su fuego
Y entre las teas que han encendido.
Esto les vendrá de Mi mano:
En tormento yacerán(AC).

Footnotes

  1. Isaías 50:4 Heb. YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  2. Isaías 50:4 Lit. discípulos.
  3. Isaías 50:11 Lit. ciñen.