Add parallel Print Page Options

Dios es fiel

44 Dios dijo:

«Escúchame ahora, pueblo de Israel,
mi fiel servidor y mi elegido.
Yo soy Dios, tu creador;
yo te formé desde antes que nacieras,
y vengo en tu ayuda.

»No tengas miedo,
querido pueblo mío,
tú eres mi fiel servidor,
tú eres mi elegido.
Yo haré que corra agua en el desierto
y que broten arroyos en tierras secas.
A tus descendientes les daré vida nueva
y les enviaré mi bendición.
Ellos crecerán como hierba bien regada,
como árboles a la orilla del río.
Unos dirán: “Yo pertenezco a Dios”;
otros se darán cuenta
de que son descendientes de Jacob,
y se grabarán en la mano:
“Yo soy propiedad de Dios”».

El Dios todopoderoso, rey y salvador de Israel, continuó diciendo:

«Yo soy el primero y el último;
fuera de mí no hay otro Dios.
Si acaso lo hay,
que se presente y lo diga;
que anuncie el futuro
y diga lo que va a suceder.

»¡Ánimo, no tengan miedo!
Desde hace mucho tiempo
les he anunciado estas cosas
y ustedes son mis testigos.
No hay otro dios fuera de mí,
no hay otro dios que los proteja.
¡Y si lo hay, yo no lo conozco!»

Crítica contra la idolatría

Isaías dijo:

«Los fabricantes de ídolos no valen nada, como tampoco valen nada los ídolos que ellos tanto quieren. Los que adoran a los ídolos son unos ciegos y estúpidos. 10 El que funde el metal para hacer una estatua y adorarla como un dios, pierde el tiempo. 11 Esos artesanos son simples seres humanos: ¡que se enfrenten conmigo en un juicio, y quedarán llenos de vergüenza!

12 »Miren lo que hace el herrero: calienta el metal en el fuego, lo moldea a golpe de martillo y lo trabaja con su fuerte brazo. Pero si el herrero no se alimenta ni bebe agua, se cansa y pierde todas sus fuerzas.

13 »O fíjense en el escultor: toma las medidas con su regla, hace un dibujo con el lápiz y el compás. Luego hace una estatua que se parece a un ser humano, y coloca en un templo esa estatua sin vida.

14 »Hay otros que plantan cedros, y la lluvia los hace crecer. Si prefieren cipreses o robles, los cultivan en el bosque hasta que están bien crecidos. 15 Luego se llevan unas ramas de los árboles para hacer fuego y calentarse, o para cocer el pan. Pero también usan otros pedazos del árbol para hacer la estatua de un dios, ¡y se arrodillan para adorarla!

16 »También hay quienes encienden fuego con la mitad de la madera, asan la carne, se comen el asado, y se sienten satisfechos. Además, se calientan junto al fuego y dicen: “¡Qué bien se está aquí! ¡Ya estamos entrando en calor!” 17 Y con el resto de la madera hacen la estatua de un dios, se arrodillan ante ella para adorarla, y le dirigen esta oración: “¡Sálvanos, pues tú eres nuestro dios!”

18 »Esa gente no entiende nada. Están tan confundidos y cegados que no pueden comprender nada. 19 Les falta inteligencia para entender y poder decir: “Si la mitad de la madera la usamos para hacer el fuego, para asar la carne y cocer el pan, ¡lo que estamos adorando no es más que un simple trozo de madera!” 20 Esa gente se deja engañar por ideas falsas, y no es capaz de entender que lo que tiene en sus manos es pura mentira».

Dios perdona y salva a su pueblo Israel

21 Dios dijo:

«Recuerda, Israel,
que tú eres mi fiel servidor.
No te olvides de mí,
porque yo soy tu creador.
22 Yo hice desaparecer
tus faltas y pecados
como desaparecen
las nubes en el cielo.
¡Vuelve a obedecerme,
porque yo te di libertad!»

Dios es el libertador de su pueblo

23 El profeta Isaías declaró:

«¡Cielos, griten de alegría
por todo lo que Dios ha hecho!
¡Montañas y árboles del bosque,
griten llenos de alegría!
Dios ha mostrado su tremendo poder,
dando libertad a su pueblo Israel».

La ciudad de Jerusalén volverá a ser habitada

24 Isaías le dijo al pueblo:

«Dios, tu salvador,
el que te formó
desde antes que nacieras, dice:

“Yo soy Dios,
el creador de todas las cosas;
yo extendí el cielo y afirmé la tierra,
sin que nadie me ayudara.
25 Cuando hablan los falsos profetas,
no dejo que se cumpla
lo que ellos anuncian;
demuestro que los adivinos
no tienen razón,
y convierto en puras tonterías
la sabiduría de los seres humanos.

26 ”En cambio,
hago que las palabras y los planes
de mis servidores y mensajeros
se cumplan y tengan éxito.
Yo declaro que la ciudad de Jerusalén
volverá a ser habitada;
las ciudades de Judá
volverán a ser reconstruidas,
y no estarán más en ruinas.
27 Yo puedo hacer
que el océano se quede seco
y que los ríos se queden sin agua.

28 ”Yo le digo a Ciro, el rey de Persia:
‘Tú eres como un pastor de ovejas,
y harás lo que yo quiero.’
Yo le digo a Jerusalén:
‘Tú serás reconstruida.’
Y al templo le anuncio:
‘Serás reconstruido desde tus cimientos.’”»

Jehová es el único Dios

44 Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.

Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero,(A) y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

La insensatez de la idolatría

Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. 10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? 11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.

12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. 13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. 14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. 15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. 16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; 17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.

18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. 19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? 20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?

Jehová es el Redentor de Israel

21 Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides. 22 Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. 23 Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.

24 Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo; 25 que deshago las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que hago volver atrás a los sabios, y desvanezco su sabiduría.(B) 26 Yo, el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré; 27 que dice a las profundidades: Secaos, y tus ríos haré secar; 28 que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero,(C) al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.

Israel, el escogido

44 »Pero ahora escucha, Jacob, mi siervo,
    Israel, a quien he escogido.
Así dice el Señor, el que te hizo,
    el que te formó en el seno materno
    y te brinda su ayuda:
“No temas, Jacob, mi siervo,
    Jesurún, a quien he escogido,
que regaré con agua la tierra sedienta
    y con arroyos el suelo seco;
derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia
    y mi bendición sobre tus vástagos,
y brotarán como hierba en un prado,
    como sauces junto a arroyos.
Uno dirá: ‘Pertenezco al Señor’;
    otro llevará el nombre de Jacob
y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del Señor
    y tomará para sí el nombre de Israel”.

El Señor y los ídolos

»Así dice el Señor, el Señor de los Ejércitos,
    Rey y Redentor de Israel:
“Yo soy el Primero y el Último;
    fuera de mí no hay otro dios.
¿Quién es como yo?
    Que lo diga.
    Que declare lo que ha ocurrido
desde que establecí a mi antiguo pueblo;
    que exponga ante mí lo que está por venir,
    que anuncie lo que va a suceder.
No tiemblen ni se asusten.
    ¿Acaso no lo anuncié y predije hace tiempo?
Ustedes son mis testigos.
    ¿Hay algún Dios fuera de mí?
No, no hay otra Roca;
    no conozco ninguna”».

Los que fabrican imágenes no son nada;
    inútiles son sus obras más preciadas.
Para su propia vergüenza,
    sus propios testigos no ven ni conocen.
10 ¿Quién modela una imagen o funde un ídolo,
    que no sirve para nada?
11 Todos sus devotos quedarán avergonzados;
    ¡simples mortales son los artesanos!
Que todos se reúnan y comparezcan;
    ¡aterrados y avergonzados quedarán todos ellos!

12 El herrero toma una herramienta
    y con ella trabaja sobre las brasas;
con martillo modela un ídolo,
    con la fuerza de su brazo lo forja.
Siente hambre y pierde las fuerzas;
    no bebe agua y desfallece.
13 El carpintero mide con un cordel,
    hace un boceto con un estilete,
lo trabaja con el escoplo
    y lo traza con el compás.
Le da forma humana;
    le imprime la belleza de un ser humano,
    para que habite en un santuario.
14 Derriba los cedros,
    escoge un ciprés o un roble
y lo deja crecer entre los árboles del bosque;
    o planta un pino, que la lluvia hace crecer.
15 A la gente le sirve de combustible,
    toma una parte para calentarse;
    enciende un fuego y hornea pan.
Pero también labra un dios y lo adora;
    hace una imagen y se postra ante ella.
16 La mitad de la madera la quema en el fuego,
    sobre esa mitad prepara su comida;
    asa la carne y se sacia.
También se calienta y dice:
    «¡Ah! Ya voy entrando en calor, mientras contemplo las llamas».
17 Con el resto hace un dios, su ídolo;
    se postra ante él y la adora.
Y suplicante dice:
    «Sálvame, pues tú eres mi dios».
18 No saben nada, no entienden nada;
    sus ojos están velados y no ven;
    su corazón está cerrado y no entienden.
19 Ninguno se detiene a pensar,
    les falta conocimiento y entendimiento para decir:
«Usé la mitad para combustible;
    incluso horneé pan sobre las brasas,
    asé carne y la comí.
¿Y haré algo abominable con lo que queda?
    ¿Me postraré ante un pedazo de madera?».
20 Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por sus ilusos corazones,
    no pueden salvarse a sí mismos ni decir:
    «¡Lo que tengo en mi diestra es una mentira!».

21 «Recuerda estas cosas, Jacob,
    porque tú eres mi siervo, Israel.
Yo te formé, tú eres mi siervo;
    Israel, yo no te olvidaré.
22 Como si fuera una nube he borrado tus transgresiones
    y tus pecados, como la bruma de la mañana.
Vuelve a mí,
    que te he redimido».

23 ¡Canten de alegría, cielos, que esto lo ha hecho el Señor!
    ¡Griten con fuerte voz, profundidades de la tierra!
¡Prorrumpan en canciones, montañas
    y bosques, con todos sus árboles!
Porque el Señor ha redimido a Jacob,
    Dios ha manifestado su gloria en Israel.

Jerusalén vuelve a ser habitada

24 «Así dice el Señor, tu Redentor,
    quien te formó en el seno materno:

»Yo soy el Señor, que ha hecho todas las cosas,
    yo solo desplegué los cielos
    y expandí la tierra.
    ¿Quién estaba conmigo?
25 Yo frustro las señales de los falsos profetas
    y ridiculizo a los adivinos;
yo hago retroceder a los sabios
    y convierto su sabiduría en necedad.
26 Yo confirmo la palabra de mi siervo
    y cumplo el consejo de mis mensajeros.

»Yo digo que Jerusalén será habitada,
    que los pueblos de Judá serán reconstruidos
    y que restauraré sus ruinas.
27 Yo digo a las aguas profundas: “¡Séquense!”.
    Y ordeno que se sequen sus corrientes.
28 Yo digo de Ciro: “Él es mi pastor;
    él cumplirá todos mis deseos;
dispondrá que Jerusalén sea reconstruida
    y que se pongan los cimientos del Templo”».