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El Señor es el único Dios

44 »Mas ahora escucha, Jacob, siervo Mío,
Israel, a quien Yo he escogido(A).
Así dice el Señor que te creó,
Que te formó desde el seno materno, y que te ayudará:
“No temas(B), Jacob, siervo Mío(C),
Ni tú, Jesurún[a](D), a quien he escogido.
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta[b],
Y torrentes sobre la tierra seca(E).
Derramaré Mi Espíritu sobre tu posteridad[c](F),
Y Mi bendición sobre tus descendientes(G).
Ellos brotarán entre la hierba[d]
Como sauces junto a corrientes de agua(H)”.
Este dirá: “Yo soy del Señor”,
Otro invocará[e] el nombre de Jacob,
Y otro escribirá en[f] su mano: “Del Señor(I) soy”,
Y se llamará con el nombre de Israel.

»Así dice el Señor, el Rey(J) de Israel,
Y su Redentor(K), el Señor de los ejércitos:
“Yo soy el primero y Yo soy el último(L),
Y fuera de Mí no hay Dios(M).
¿Y quién como Yo? Que lo proclame y lo declare.
Sí, que en orden lo relate ante[g] Mí,
Desde que establecí la antigua nación[h].
Que les anuncien las cosas venideras
Y lo que va a acontecer(N).
No tiemblen ni teman;
¿No se[i] lo he hecho oír y lo he anunciado desde hace tiempo(O)?
Ustedes son Mis testigos(P).
¿Hay otro dios fuera de Mí(Q),
O hay otra Roca(R)?
No conozco ninguna”».

Insensatez de la idolatría

Todos los que dan forma a un ídolo[j] son nada[k], y sus cosas más preciadas de nada sirven. Aun sus propios testigos no ven ni entienden, por eso serán avergonzados(S). 10 ¿Quién ha dado forma a un dios o fundido un ídolo[l] para no tener ganancia(T)? 11 Ciertamente todos sus compañeros serán avergonzados, pues los artífices son solo hombres. Que se reúnan todos, que se levanten, que tiemblen, que sean a una avergonzados(U).

12 El herrero hace un instrumento cortante[m]; lo trabaja sobre las brasas, lo forma con martillo y lo forja con su brazo fuerte(V). Después[n] siente hambre y flaquean sus fuerzas[o]; no bebe agua, y desfallece. 13 El carpintero extiende el cordel de medir, traza el diseño[p] con tiza roja, lo labra con cinceles, lo traza con el compás(W) y le da[q] forma de hombre(X) y belleza humana para colocarlo en una casa(Y).

14 Corta cedros para sí, toma un ciprés[r] o una encina, y hace que sea fuerte entre los árboles del bosque. Planta un pino y la lluvia lo hace crecer. 15 Luego sirve para que el hombre haga fuego, y toma uno y se calienta; también hace fuego para cocer pan. Además, hace un dios y lo adora; hace de él una imagen tallada[s](Z) y se postra delante de ella(AA). 16 La mitad del leño quema en el fuego; sobre esta mitad prepara un asado, come carne y se sacia. También se calienta, y dice: «¡Ah!, me he calentado, he visto la llama». 17 Y del resto hace un dios, su ídolo[t]. Se postra delante de él, lo adora(AB), y le ruega, diciendo: «Líbrame, pues tú eres mi dios(AC)».

18 Ellos no saben ni entienden(AD), porque Él ha cerrado[u] sus ojos para que no vean y su corazón para que no comprendan(AE). 19 Ninguno reflexiona[v]; no tienen conocimiento ni inteligencia(AF) para decir: «He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus brasas. He asado carne y la he comido; y del resto ¿haré una abominación(AG)? ¿Me postraré[w] ante un pedazo de madera?». 20 Se alimenta de cenizas[x](AH); el corazón engañado le ha extraviado(AI). A sí mismo[y] no se puede librar, ni decir: «¿No es mentira(AJ) lo que tengo en mi diestra?».

Dios perdona y redime

21 «Recuerda estas cosas(AK), Jacob,
Y , Israel, porque eres Mi siervo.
Yo te he formado, siervo Mío eres(AL).
Israel, no me olvidaré de ti(AM).
22 He disipado como una densa nube tus transgresiones(AN),
Y como espesa niebla[z] tus pecados.
Vuélvete a Mí(AO), porque Yo te he redimido(AP)».
23 Griten de júbilo, cielos, porque el Señor lo ha hecho.
Griten de alegría, profundidades de la tierra(AQ).
Prorrumpan, montes, en gritos de júbilo(AR),
Y el bosque, y todo árbol que en él hay(AS),
Porque el Señor ha redimido a Jacob(AT)
Y ha mostrado Su gloria[aa] en Israel(AU).

24 Así dice el Señor, tu Redentor(AV),
El que te formó desde el seno materno(AW):
«Yo, el Señor, creador de todo,
Que extiendo los cielos Yo solo
Y afirmo[ab] la tierra sin ayuda[ac](AX).
25 Hago fallar los pronósticos[ad] de los impostores[ae](AY),
Hago[af] necios a los adivinos,
Hago retroceder a los sabios,
Y convierto[ag] en necedad su sabiduría(AZ).
26 Yo soy el que confirmo la palabra de Su siervo,
Y cumplo[ah] el propósito de Sus mensajeros(BA);
El que dice de Jerusalén: “Será habitada”;
Y de las ciudades de Judá(BB): “Serán reedificadas(BC),
Y sus ruinas levantaré”.
27 Yo soy el que dice a la profundidad del mar: “Sécate”;
Y Yo secaré tus ríos(BD).
28 El que dice de Ciro(BE): “Él es Mi pastor,
Y él cumplirá todos Mis deseos”,
Y dice[ai] de Jerusalén: “Será reedificada(BF)”,
Y al templo: “Serán echados tus cimientos”».

Footnotes

  1. Isaías 44:2 O Israel.
  2. Isaías 44:3 O el que tiene sed.
  3. Isaías 44:3 Lit. simiente.
  4. Isaías 44:4 Otra posible lectura es: como hierba entre las aguas.
  5. Isaías 44:5 Otra posible lectura es: otro será llamado con.
  6. Isaías 44:5 O con.
  7. Isaías 44:7 Lit. a.
  8. Isaías 44:7 O pueblo.
  9. Isaías 44:8 Lit. te.
  10. Isaías 44:9 O una imagen tallada.
  11. Isaías 44:9 O vacuidad.
  12. Isaías 44:10 O una imagen tallada.
  13. Isaías 44:12 O hacha.
  14. Isaías 44:12 Lit. También.
  15. Isaías 44:12 Lit. y no hay fuerza.
  16. Isaías 44:13 Lit. lo traza.
  17. Isaías 44:13 Lit. lo hace en.
  18. Isaías 44:14 O encina.
  19. Isaías 44:15 O ídolo.
  20. Isaías 44:17 O imagen tallada.
  21. Isaías 44:18 O embadurnado.
  22. Isaías 44:19 Lit. vuelve a su corazón.
  23. Isaías 44:19 O Y del resto hago y me postro.
  24. Isaías 44:20 O Es compañero de las cenizas.
  25. Isaías 44:20 Lit. A su alma.
  26. Isaías 44:22 O nube.
  27. Isaías 44:23 O se ha glorificado.
  28. Isaías 44:24 Lit. expando.
  29. Isaías 44:24 O tierra, ¿y quién estaba conmigo?
  30. Isaías 44:25 Lit. las señales.
  31. Isaías 44:25 I.e. falsos profetas.
  32. Isaías 44:25 Lit. El hace.
  33. Isaías 44:25 Lit. El convierte.
  34. Isaías 44:26 Lit. El cumple.
  35. Isaías 44:28 Lit. al decir.

44 »Ahora, escúchame, Jacob, mi siervo,
    Israel, mi elegido.
El Señor que te hizo y que te ayuda, dice:
“No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío,
    mi amado Israel,[a] mi elegido.
Pues derramaré agua para calmar tu sed
    y para regar tus campos resecos;
derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes,
    y mi bendición sobre tus hijos.
Prosperarán como la hierba bien regada,
    como sauces en la ribera de un río.
Algunos dirán con orgullo: ‘Yo le pertenezco al Señor’;
    otros dirán: ‘Soy descendiente de Jacob’.
Algunos escribirán el nombre del Señor en sus manos
    y tomarán para sí el nombre de Israel”».

Necedad de los ídolos

Esto dice el Señor, el Rey y Redentor de Israel, el Señor de los Ejércitos Celestiales:

«Yo soy el Primero y el Último;
    no hay otro Dios.
¿Quién es como yo?
    Que se presente y les demuestre su poder;
que haga lo que yo he hecho desde tiempos antiguos
    cuando establecí a un pueblo y expliqué su futuro.
No tiemblen; no tengan miedo.
    ¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo?
Ustedes son mis testigos: ¿hay algún otro Dios?
    ¡No! No hay otra Roca, ni una sola».

¡Qué necios son los que fabrican ídolos!
    Esos objetos tan apreciados, en realidad, no valen nada.
Los que adoran ídolos no saben esto,
    así que todos terminan avergonzados.
10 ¿Quién sino un tonto se haría su propio dios,
    un ídolo que no puede ayudarlo en nada?
11 Los que rinden culto a ídolos caerán en la deshonra
    junto con todos esos artesanos—simples humanos—
    que se declaran capaces de fabricar un dios.
Tal vez unan sus fuerzas,
    pero estarán unidos en el terror y la vergüenza.

12 El herrero se ubica frente a su fragua para hacer una herramienta afilada,
    martillándola y dándole forma con todas sus fuerzas.
Su trabajo le da hambre y se siente débil;
    le da sed y se siente desmayar.
13 Después el tallador mide un bloque de madera
    y sobre él traza un diseño.
Trabaja con el cincel y el cepillo
    y lo talla formando una figura humana.
Le da belleza humana
    y lo pone en un pequeño santuario.
14 Corta cedros;
    escoge cipreses y robles;
planta pinos en el bosque
    para que la lluvia los alimente.
15 Luego usa parte de la madera para hacer fuego,
    y con esto se calienta y hornea su pan.
Después, aunque parezca increíble, toma lo que queda
    y se hace un dios para rendirle culto;
hace un ídolo
    y se inclina ante él.
16 Quema parte del árbol para asar la carne
    y para darse calor.
    Dice: «Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!».
17 Luego toma lo que queda
    y hace su dios: ¡un ídolo tallado!
Cae de rodillas ante el ídolo,
    le rinde culto y le reza.
«¡Rescátame!—le dice—.
    ¡Tú eres mi dios!».

18 ¡Cuánta estupidez y cuánta ignorancia!
    Tienen los ojos cerrados y no pueden ver;
    tienen la mente cerrada y no pueden pensar.
19 La persona que hizo el ídolo nunca se detiene a reflexionar:
    «¡Vaya, es solo un pedazo de madera!
Quemé la mitad para tener calor
    y la usé para cocer el pan y asar la carne.
¿Cómo es posible que lo que queda sea un dios?
    ¿Acaso debo inclinarme a rendir culto a un pedazo de madera?».
20 El pobre iluso se alimenta de cenizas;
    confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto.
Sin embargo, no es capaz de preguntarse:
    «Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?».

Restauración de Jerusalén

21 «Presta atención, oh Jacob,
    porque tú eres mi siervo, oh Israel.
Yo, el Señor, te hice
    y no te olvidaré.
22 He disipado tus pecados como una nube
    y tus ofensas como la niebla de la mañana.
Vuelve a mí,
    porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».

23 Canten, oh cielos, porque el Señor ha hecho algo tan maravilloso.
    ¡Griten de júbilo, oh profundidades de la tierra!
¡Pónganse a cantar,
    oh montes, bosques y todos los árboles!
Pues el Señor ha redimido a Jacob
    y es glorificado en Israel.

24 Esto dice el Señor,
    tu Redentor y Creador:
«Yo soy el Señor, que hizo todas las cosas;
    yo solo extendí los cielos.
¿Quién estaba conmigo
    cuando hice la tierra?
25 Expongo a los falsos profetas como mentirosos
    y dejo en ridículo a los adivinos;
hago que los sabios den malos consejos,
    y así demuestro que son unos necios.
26 Sin embargo, yo sí cumplo las predicciones de mis profetas.
    Por medio de ellos le digo a Jerusalén: “Este lugar volverá a ser habitado”,
y a las ciudades de Judá: “Ustedes serán reconstruidas;
    yo restauraré todas sus ruinas”.
27 Cuando hable a los ríos y les diga: “¡Séquense!”,
    se secarán.
28 Cuando diga de Ciro: “Él es mi pastor”,
    sin falta él hará lo que yo digo.
Él ordenará: “Reconstruyan Jerusalén”;
    y dirá: “Restauren el templo”».

Footnotes

  1. 44:2 En hebreo Jesurún, una expresión de cariño para referirse a Israel.

Israel, el escogido

44 »Pero ahora escucha, Jacob, mi siervo,
    Israel, a quien he escogido.
Así dice el Señor, el que te hizo,
    el que te formó en el seno materno
    y te brinda su ayuda:
“No temas, Jacob, mi siervo,
    Jesurún, a quien he escogido,
que regaré con agua la tierra sedienta
    y con arroyos el suelo seco;
derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia
    y mi bendición sobre tus vástagos,
y brotarán como hierba en un prado,
    como sauces junto a arroyos.
Uno dirá: ‘Pertenezco al Señor’;
    otro llevará el nombre de Jacob
y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del Señor
    y tomará para sí el nombre de Israel”.

El Señor y los ídolos

»Así dice el Señor, el Señor de los Ejércitos,
    Rey y Redentor de Israel:
“Yo soy el Primero y el Último;
    fuera de mí no hay otro dios.
¿Quién es como yo?
    Que lo diga.
    Que declare lo que ha ocurrido
desde que establecí a mi antiguo pueblo;
    que exponga ante mí lo que está por venir,
    que anuncie lo que va a suceder.
No tiemblen ni se asusten.
    ¿Acaso no lo anuncié y predije hace tiempo?
Ustedes son mis testigos.
    ¿Hay algún Dios fuera de mí?
No, no hay otra Roca;
    no conozco ninguna”».

Los que fabrican imágenes no son nada;
    inútiles son sus obras más preciadas.
Para su propia vergüenza,
    sus propios testigos no ven ni conocen.
10 ¿Quién modela una imagen o funde un ídolo,
    que no sirve para nada?
11 Todos sus devotos quedarán avergonzados;
    ¡simples mortales son los artesanos!
Que todos se reúnan y comparezcan;
    ¡aterrados y avergonzados quedarán todos ellos!

12 El herrero toma una herramienta
    y con ella trabaja sobre las brasas;
con martillo modela un ídolo,
    con la fuerza de su brazo lo forja.
Siente hambre y pierde las fuerzas;
    no bebe agua y desfallece.
13 El carpintero mide con un cordel,
    hace un boceto con un estilete,
lo trabaja con el escoplo
    y lo traza con el compás.
Le da forma humana;
    le imprime la belleza de un ser humano,
    para que habite en un santuario.
14 Derriba los cedros,
    escoge un ciprés o un roble
y lo deja crecer entre los árboles del bosque;
    o planta un pino, que la lluvia hace crecer.
15 A la gente le sirve de combustible,
    toma una parte para calentarse;
    enciende un fuego y hornea pan.
Pero también labra un dios y lo adora;
    hace una imagen y se postra ante ella.
16 La mitad de la madera la quema en el fuego,
    sobre esa mitad prepara su comida;
    asa la carne y se sacia.
También se calienta y dice:
    «¡Ah! Ya voy entrando en calor, mientras contemplo las llamas».
17 Con el resto hace un dios, su ídolo;
    se postra ante él y la adora.
Y suplicante dice:
    «Sálvame, pues tú eres mi dios».
18 No saben nada, no entienden nada;
    sus ojos están velados y no ven;
    su corazón está cerrado y no entienden.
19 Ninguno se detiene a pensar,
    les falta conocimiento y entendimiento para decir:
«Usé la mitad para combustible;
    incluso horneé pan sobre las brasas,
    asé carne y la comí.
¿Y haré algo abominable con lo que queda?
    ¿Me postraré ante un pedazo de madera?».
20 Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por sus ilusos corazones,
    no pueden salvarse a sí mismos ni decir:
    «¡Lo que tengo en mi diestra es una mentira!».

21 «Recuerda estas cosas, Jacob,
    porque tú eres mi siervo, Israel.
Yo te formé, tú eres mi siervo;
    Israel, yo no te olvidaré.
22 Como si fuera una nube he borrado tus transgresiones
    y tus pecados, como la bruma de la mañana.
Vuelve a mí,
    que te he redimido».

23 ¡Canten de alegría, cielos, que esto lo ha hecho el Señor!
    ¡Griten con fuerte voz, profundidades de la tierra!
¡Prorrumpan en canciones, montañas
    y bosques, con todos sus árboles!
Porque el Señor ha redimido a Jacob,
    Dios ha manifestado su gloria en Israel.

Jerusalén vuelve a ser habitada

24 «Así dice el Señor, tu Redentor,
    quien te formó en el seno materno:

»Yo soy el Señor, que ha hecho todas las cosas,
    yo solo desplegué los cielos
    y expandí la tierra.
    ¿Quién estaba conmigo?
25 Yo frustro las señales de los falsos profetas
    y ridiculizo a los adivinos;
yo hago retroceder a los sabios
    y convierto su sabiduría en necedad.
26 Yo confirmo la palabra de mi siervo
    y cumplo el consejo de mis mensajeros.

»Yo digo que Jerusalén será habitada,
    que los pueblos de Judá serán reconstruidos
    y que restauraré sus ruinas.
27 Yo digo a las aguas profundas: “¡Séquense!”.
    Y ordeno que se sequen sus corrientes.
28 Yo digo de Ciro: “Él es mi pastor;
    él cumplirá todos mis deseos;
dispondrá que Jerusalén sea reconstruida
    y que se pongan los cimientos del Templo”».

44 AHORA pues oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, á quien yo escogí.

Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jeshurun, á quien yo escogí.

Porque yo derramaré aguas sobre el secadal, y ríos sobre la tierra árida: mi espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos:

Y brotarán entre hierba, como sauces junto á las riberas de las aguas.

Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob; y otro escribirá con su mano, á Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.

Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.

¿Y quién llamará como yo, y denunciará esto, y lo ordenará por mí, desde que hice el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.

No temáis, ni os amedrentéis: ¿no te lo hice oir desde antiguo, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte: no conozco ninguno.

Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos para su confusión son testigos, que ellos ni ven ni entienden.

10 ¿Quién formó un dios, ó quién fundó una estatua que para nada es de provecho?

11 He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados, porque los mismos artífices son de los hombres. Todos ellos se juntarán, estarán, se asombrarán, y serán avergonzados á una.

12 El herrero tomará la tenaza, obrará en las ascuas, darále forma con los martillos, y trabajará en ella con la fuerza de su brazo: tiene luego hambre, y le faltan las fuerzas; no beberá agua, y se desmaya.

13 El carpintero tiende la regla, señala aquélla con almagre, lábrala con los cepillos, dale figura con el compás, hácela en forma de varón, á semejanza de hombre hermoso, para estar en casa.

14 Cortaráse cedros, y tomará encina y alcornoque, y entre los árboles del bosque se esforzará; plantará pino, que se críe con la lluvia.

15 De él se servirá luego el hombre para quemar, y tomará de ellos para calentarse; encenderá también el horno, y cocerá panes: hará además un dios, y lo adorará; fabricará un ídolo, y arrodillaráse delante de él.

16 Parte del leño quemará en el fuego; con parte de él comerá carne, aderezará asado, y se saciará; después se calentará, y dirá: ¡Oh! heme calentado, he visto el fuego;

17 Y torna su sobrante en un dios, en su escultura; humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú.

18 No supieron ni entendieron: porque encostrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.

19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y comíla; ¿he de tornar en una abominación lo restante de ello? ¿delante de un tronco de árbol tengo de humillarme?

20 De ceniza se apacienta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No hay una mentira á mi mano derecha?

21 Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, pues que tú mi siervo eres: Yo te formé; siervo mío eres tú: Israel, no me olvides.

22 Yo deshice como á nube tus rebeliones, y como á niebla tus pecados: tórnate á mí, porque yo te redimí.

23 Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está: porque Jehová redimió á Jacob, y en Israel será glorificado.

24 Así dice Jehová, tu Redentor, y formador tuyo desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;

25 Que deshago las señales de los adivinos, y enloquezco á los agoreros; que hago tornar atrás los sabios, y desvanezco su sabiduría;

26 Que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice á Jerusalem: Serás habitada; y á las ciudades de Judá: Reedificadas serán, y sus ruinas levantaré;

27 Que dice al profundo: Sécate, y tus ríos haré secar;

28 Que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, en diciendo á Jerusalem, Serás edificada; y al templo: Serás fundado.

Oráculo de consuelo y salvación

44 Y ahora escucha, Jacob, siervo mío,
Israel, a quien he elegido.
Así dice el Señor, tu Hacedor,
que te formó en el vientre y te auxilia:
No temas, Jacob, siervo mío,
Jesurún, a quien he elegido.
Voy a derramar agua en secano,
arroyos regarán la tierra seca;
derramaré mi espíritu en tu linaje,
mi bendición llegará a tus retoños;
crecerán como hierba regada,
como sauces junto a la corriente.
Uno dice: “Pertenezco al Señor”;
otro se pondrá el nombre de Jacob;
este escribirá en su brazo: “Del Señor”;
aquel se pondrá de nombre Israel.

Requisitoria contra los ídolos

Así dice el Señor, rey de Israel,
su redentor, el Señor del universo:
Yo soy el primero y el último,
no hay Dios fuera de mí.
¿Quién es como yo? Que lo diga,
que lo proclame y lo exponga ante mí.
¿Quién anunció el futuro de antemano?
Que nos digan lo que va a suceder.
No tengan miedo ni teman,
¿no lo anuncié y lo dije hace tiempo?
Y ustedes son mis testigos:
¿Acaso hay Dios fuera de mí?
Yo no conozco ninguna otra Roca.

Sátira contra los ídolos

Los que fabrican ídolos no valen nada,
sus dioses predilectos en nada aprovechan.
Sus fieles testigos nada pueden ver,
nada sienten y quedan defraudados.
10 ¿Quién hace un dios o funde una imagen
que no va a servir para nada?
11 Todos sus amigos quedarán defraudados,
pues los artífices sólo son humanos.
Si se juntan y comparecen todos,
quedarán avergonzados y asustados.
12 El herrero corta el metal,
después lo trabaja en las brasas,
le va dando forma con el mazo,
lo trabaja con brazo vigoroso.
Acaba hambriento y exhausto,
pasa sed y siente fatiga.
13 El carpintero aplica la regla,
dibuja la imagen con punzón,
la trabaja con gubia y compás;
le da figura de hombre,
igual que una imagen humana,
destinada a habitar una casa.
14 Corta madera de cedro,
escoge una encina o un roble,
elige entre los árboles del bosque.
Planta un pino, que crece con la lluvia
15 y sirve de leña a la gente;
usa una parte para calentarse
o también para cocer el pan.
Pero fabrica un dios y lo adora,
hace una imagen y la reverencia.
16 Quema una mitad en el fuego,
asa carne en la lumbre y se sacia;
se calienta y dice: “¡Qué bien;
qué caliente delante del hogar!”.
17 Con el resto fabrica un dios,
que luego adora y reverencia,
y le pide con una oración:
“Sálvame, que eres mi dios”.
18 No saben nada ni entienden,
son sus ojos incapaces de ver,
sus mentes no saben comprender.
19 Es incapaz de pensar,
carece de conocimiento
y de criterio para decir:
“He quemado la mitad en el fuego,
he cocido pan en las brasas,
he asado carne y he comido;
¿haré del resto algo abominable?
¿me postraré ante un tronco de árbol?”.
20 Esta gente se apacienta de ceniza,
la ilusión de su mente los hace delirar;
son incapaces de salvarse reconociendo
que es pura mentira
lo que tienen en su mano.

Esperanza para Israel

21 Acuérdate de esto, Jacob,
de que eres mi siervo, Israel.
Te he formado y eres mi siervo,
Israel, no te olvidaré.
22 Como niebla disipé tus rebeldías,
igual que una nube tus pecados.
Vuelve a mí, que te he redimido.

Himno de alabanza

23 Alégrate, cielo, que ha actuado el Señor;
aclamen jubilosas, simas de la tierra.
Prorrumpan los montes en alegría,
el bosque y los árboles que contiene.
El Señor ha rescatado a Jacob,
despliega su gloria en Israel.

Presentación de la figura de Ciro

24 Así dice el Señor, tu redentor,
el que te ha formado desde el vientre:
Yo soy el Señor, creador de todo,
que extendió él sólo los cielos
que afianzó la tierra sin ayuda;
25 que frustra los augurios de los adivinos,
que hace desvariar a los agoreros;
que hace retroceder a los sabios
y convierte en ignorancia su saber;
26 que confirma la palabra de sus siervos
y cumple el consejo de sus mensajeros.
El que dice de Jerusalén: “será habitada”;
y de las ciudades de Judá:
“serán reconstruidas,
pondré en pie de nuevo sus ruinas”;
27 el que dice al abismo: “Aridece,
voy a secar tus corrientes”;
28 el que llama a Ciro: “pastor mío”:
él llevará a cabo mis propósitos,
ordenará la reconstrucción de Jerusalén
y la instalación de los cimientos del Templo.