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Vendrán muchos pueblos, y dirán:
«Vengan, subamos al monte del Señor,
A la casa del Dios de Jacob,
Para que nos enseñe acerca de Sus caminos,
Y andemos en Sus sendas».
Porque de Sión saldrá la ley[a],
Y de Jerusalén la palabra del Señor(A).

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Footnotes

  1. Isaías 2:3 O la instrucción.

Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

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Muchos pueblos vendrán y dirán:

«¡Vengan, subamos al monte del Señor,
    al Templo del Dios de Jacob!
Dios mismo nos instruirá en sus caminos
    y así andaremos por sus sendas».
Porque de Sión saldrá la Ley,
    de Jerusalén, la palabra del Señor.

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¿Qué ventaja tiene el judío?

¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos[a] de Dios(A). Entonces ¿qué? Si algunos fueron infieles[b](B), ¿acaso su infidelidad[c] anulará la fidelidad de Dios? ¡De ningún modo(C)! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso(D); como está escrito:

«Para que seas justificado en Tus palabras,
Y venzas cuando seas juzgado[d](E)».

Pero si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios(F), ¿qué diremos(G)? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa[e] Su ira? Hablo en términos humanos(H). ¡De ningún modo(I)! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo(J)?

Pero si por mi mentira la verdad de Dios(K) abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador(L)? ¿Y por qué no decir, como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien(M)? La condenación de los tales es justa.

Todos han pecado

¿Entonces qué? ¿Somos nosotros mejores[f] que ellos(N)? ¡De ninguna manera! Porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están todos bajo pecado(O). 10 Como está escrito:

«(P)No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
12 Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno,
No hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su garganta,
Engañan de continuo con su lengua(Q).
Veneno de serpientes[g] hay bajo sus labios(R);
14 Llena está su boca de maldición y amargura(S).
15 (T)Sus pies son veloces para derramar sangre.
16 Destrucción y miseria hay en sus caminos,
17 Y la senda de paz no han conocido.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos(U)».

Justificación por medio de la fe

19 Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley(V), lo dice a los que están bajo[h] la ley(W), para que toda boca se calle[i] y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios(X). 20 Porque por las obras de la ley[j] ningún ser humano[k] será justificado delante de Él(Y); pues por medio de la ley[l] viene el conocimiento del pecado(Z).

21 Pero ahora, aparte de la ley[m], la justicia de Dios ha sido manifestada(AA), confirmada por la ley y los profetas(AB). 22 Esta justicia de Dios por medio de la fe(AC) en Jesucristo es para todos los que creen(AD). Porque no hay distinción(AE), 23 por cuanto todos pecaron[n](AF) y no alcanzan la gloria de Dios.

24 Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús(AG), 25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación[o](AH) por Su sangre(AI) a través de la fe, como demostración de Su justicia, porque en Su tolerancia, Dios(AJ) pasó por alto los pecados cometidos anteriormente[p](AK), 26 para demostrar[q] en este tiempo Su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús[r].

27 ¿Dónde está, pues, la jactancia(AL)? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿La de las obras(AM)? No, sino por la ley de la fe. 28 Porque[s] concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley[t](AN).

29 ¿O es Dios el Dios de los judíos solamente? ¿No es también el Dios de los gentiles? Sí, también de los gentiles(AO), 30 porque en verdad Dios es uno(AP), el cual justificará en virtud de la fe a los circuncisos[u](AQ) y por medio de la fe a los incircuncisos[v](AR).

31 ¿Anulamos entonces la ley por medio de la fe? ¡De ningún modo(AS)! Al contrario, confirmamos la ley(AT).

Footnotes

  1. Romanos 3:2 O las palabras.
  2. Romanos 3:3 O incrédulos.
  3. Romanos 3:3 O incredulidad.
  4. Romanos 3:4 O entres en juicio.
  5. Romanos 3:5 O inflige.
  6. Romanos 3:9 O posiblemente, peores.
  7. Romanos 3:13 Lit. áspides.
  8. Romanos 3:19 Lit. en.
  9. Romanos 3:19 Lit. cierre.
  10. Romanos 3:20 O de ley.
  11. Romanos 3:20 Lit. ninguna carne.
  12. Romanos 3:20 O por medio de ley.
  13. Romanos 3:21 O de ley.
  14. Romanos 3:23 O han pecado.
  15. Romanos 3:25 O sacrificio propiciatorio.
  16. Romanos 3:25 Lit. por causa de haber pasado por alto, en la paciencia de Dios, los pecados previamente cometidos.
  17. Romanos 3:26 Lit. demostración.
  18. Romanos 3:26 Lit. es de la fe de Jesús.
  19. Romanos 3:28 Algunos mss. antiguos dicen: Por tanto.
  20. Romanos 3:28 Lit. O de ley.
  21. Romanos 3:30 Lit. la circuncisión.
  22. Romanos 3:30 Lit. la incircuncisión.

¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:

Para que seas justificado en tus palabras,

Y venzas cuando fueres juzgado.(A)

Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?

No hay justo

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;

11 No hay quien entienda,

No hay quien busque a Dios.

12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(B)

13 Sepulcro abierto es su garganta;

Con su lengua engañan.(C)

Veneno de áspides hay debajo de sus labios;(D)

14 Su boca está llena de maldición y de amargura.(E)

15 Sus pies se apresuran para derramar sangre;

16 Quebranto y desventura hay en sus caminos;

17 Y no conocieron camino de paz.(F)

18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.(G)

19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;(H) porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

La justicia es por medio de la fe

21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo,(I) para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

Fidelidad de Dios

Entonces, ¿qué se gana con ser judío o qué valor tiene la circuncisión? Mucho, desde cualquier punto de vista. En primer lugar, a los judíos se les confiaron las palabras mismas de Dios.

Pero entonces, si a algunos no creyeron, ¿acaso su incredulidad anula la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso. Así está escrito:

«Por eso, eres justo en tu sentencia,
    y triunfarás cuando te juzguen».[a]

Pero si nuestra injusticia pone de relieve la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto al descargar sobre nosotros su ira? (Hablo en términos humanos). ¡De ninguna manera! Si así fuera, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo? Alguien podría objetar: «Si mi mentira destaca la verdad de Dios y así aumenta su gloria, ¿por qué todavía se me juzga como pecador? ¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo bueno?». Así nos calumnian algunos, asegurando que eso es lo que enseñamos. ¡Pero bien merecida se tienen la condenación!

No hay un solo justo

¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los que no son judíos están bajo el pecado. 10 Así está escrito:

«No hay un solo justo, ni siquiera uno;
11     no hay nadie que entienda,
    nadie que busque a Dios.
12 Todos se han descarriado;
    juntos se han corrompido.
No hay nadie que haga lo bueno;
    ¡no hay uno solo!».[b]
13 «Su garganta es un sepulcro abierto;
    de su lengua salen engaños».[c]
«¡Veneno de víbora hay en sus labios!».[d]
14     «Llena está su boca de maldiciones y de amargura».[e]
15 «Veloces son sus pies para ir a derramar sangre;
16     dejan ruina y miseria en sus caminos,
17 y no conocen la senda de la paz».[f]
18     «No hay temor de Dios delante de sus ojos».[g]

19 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. 20 Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la Ley; más bien, mediante la Ley cobramos conciencia del pecado.

La justicia mediante la fe

21 Pero ahora, sin la mediación de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la Ley y los Profetas. 22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.[h] 25 Dios lo ofreció como un sacrificio para obtener el perdón de pecados, el cual se recibe por la fe en su sangre. Así demostró su justicia, porque a causa de su paciencia, había pasado por alto los pecados pasados. 26 Lo hizo para demostrar en el tiempo presente su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús.

27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la obediencia de la Ley? No, sino por el de la fe. 28 Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe y no por las obras que la Ley exige. 29 ¿Es acaso Dios solo Dios de los judíos? ¿No lo es también de los no judíos? Sí, también es Dios de los no judíos, 30 pues no hay más que un solo Dios. Él justificará por la fe a los que están circuncidados y, mediante esa misma fe, a los que no lo están. 31 ¿Quiere decir que anulamos la Ley con la fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la Ley.

Footnotes

  1. 3:4 Sal 51:4.
  2. 3:12 Sal 14:1-3; 53:1-3; Ec 7:20.
  3. 3:13 Sal 5:9.
  4. 3:13 Sal 140:3.
  5. 3:14 Sal 10:7.
  6. 3:17 Is 59:7,8.
  7. 3:18 Sal 36:1.
  8. 3:24 redención … efectuó. Lit. redención en Cristo Jesús.

Porque son israelitas(A), a quienes pertenece la adopción como hijos(B), y la gloria(C), los pactos(D), la promulgación de la ley(E), el culto(F) y las promesas(G), de quienes son los patriarcas(H), y de quienes, según la carne, procede el Cristo[a](I), el cual está sobre todas las cosas(J), Dios(K) bendito por los siglos(L). Amén.

Pero no es que la palabra de Dios haya fallado(M). Porque no todos los descendientes de Israel son Israel(N); ni son todos hijos por ser descendientes[b] de Abraham(O), sino que «por Isaac será llamada tu descendencia[c](P)». Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios(Q), sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes[d](R).

Porque la palabra de promesa es esta: «Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo(S)». 10 Y no solo esto(T), sino que también Rebeca concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac(U). 11 Porque cuando aún los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a Su elección permaneciera, no por las obras, sino por Aquel que llama(V), 12 se le dijo a Rebeca: «El mayor servirá al menor(W)». 13 Tal como está escrito: «A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí(X)».

Dios no es injusto

14 ¿Qué diremos entonces(Y)? ¿Qué hay injusticia en Dios(Z)? ¡De ningún modo(AA)! 15 Porque Él dice a Moisés: «Tendré misericordia del que Yo tenga misericordia, y tendré compasión del que Yo tenga compasión(AB)». 16 Así que no depende del que quiere ni del que corre(AC), sino de Dios que tiene misericordia(AD). 17 Porque la Escritura dice a Faraón: «Para esto mismo te he levantado, para demostrar Mi poder en ti, y para que Mi nombre sea proclamado por[e] toda la tierra(AE)». 18 Así que Dios tiene misericordia, del que quiere y al que quiere endurece(AF).

19 Me dirás entonces(AG): «¿Por qué, pues, todavía reprocha[f] Dios(AH)? Porque ¿quién resiste a Su voluntad(AI)?». 20 Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios(AJ)? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: «Por qué me hiciste así(AK)?». 21 ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable y otro para uso ordinario? 22 ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar Su ira y hacer notorio Su poder, soportó con mucha paciencia(AL) a los vasos de ira preparados para destrucción(AM)?

23 Lo hizo para dar a conocer las riquezas de Su gloria(AN) sobre los vasos de misericordia(AO), que de antemano Él preparó para gloria(AP), 24 es decir, nosotros, a quienes también llamó(AQ), no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles(AR). 25 Como también dice en Oseas:

«A los que no eran Mi pueblo, llamaré: “pueblo Mío”,
Y a la que no era amada: “amada mía(AS)”.
26 Y sucederá que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son Mi pueblo”,
Allí serán llamados hijos del Dios viviente(AT)».

27 Isaías también exclama en cuanto a Israel: «Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, solo el remanente(AU) será salvo(AV); 28 porque el Señor ejecutará Su palabra sobre la tierra cabalmente[g] y con brevedad[h](AW)». 29 Y como Isaías predijo:

«Si el Señor de los ejércitos(AX) no nos hubiera dejado descendencia[i],
Hubiéramos llegado a ser como Sodoma, y hechos semejantes a Gomorra(AY)».

Razón del tropiezo de Israel

30 ¿Qué diremos entonces(AZ)? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, alcanzaron justicia, es decir, la justicia que es por[j] fe(BA); 31 pero Israel, que iba tras una ley de justicia(BB), no alcanzó esa ley(BC). 32 ¿Por qué? Porque no iban tras ella por[k] fe, sino como por[l] obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo(BD), 33 tal como está escrito:

«He aquí, pongo en Sión una piedra de tropiezo y roca de escandalo(BE);
Y el que crea en Él no será avergonzado(BF)».

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Footnotes

  1. Romanos 9:5 I.e. el Mesías.
  2. Romanos 9:7 Lit. simiente.
  3. Romanos 9:7 Lit. simiente.
  4. Romanos 9:8 Lit. simiente.
  5. Romanos 9:17 Lit. en.
  6. Romanos 9:19 O halla faltas.
  7. Romanos 9:28 Lit. terminándola.
  8. Romanos 9:28 Lit. abreviándola.
  9. Romanos 9:29 Lit. simiente.
  10. Romanos 9:30 Lit. de.
  11. Romanos 9:32 Lit. de.
  12. Romanos 9:32 Lit. de.

que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.(A) Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.(B) 10 Y no solo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor.(C) 13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.(D)

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.(E) 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.(F) 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así?(G) 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de los judíos, sino también de los gentiles? 25 Como también en Oseas dice:

Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo,

Y a la no amada, amada.(H)

26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío,

Allí serán llamados hijos del Dios viviente.(I)

27 También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo; 28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud.(J) 29 Y como antes dijo Isaías:

Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,

Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes.(K)

La justicia que es por fe

30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; 31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. 32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 como está escrito:

He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;

Y el que creyere en él, no será avergonzado.(L)

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el pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la Ley, el privilegio de adorar a Dios y el de contar con sus promesas. De ellos son los patriarcas y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre![a] Amén.

Ahora bien, no digamos que la palabra de Dios ha fracasado. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel. Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos. Al contrario: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac».[b] En otras palabras, los hijos de Dios no son los descendientes naturales; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa. Y la promesa es esta: «Dentro de un año volveré y para entonces Sara tendrá un hijo».[c]

10 No solo eso. También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre, que fue nuestro antepasado Isaac. 11 Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina, 12 no con base en las obras, sino al llamado de Dios, se le dijo a ella: «El mayor servirá al menor».[d] 13 Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú».[e]

14 ¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera! 15 Es un hecho que a Moisés le dice:

«Tendré misericordia de quien quiera tenerla
    y seré compasivo con quien quiera serlo».[f]

16 Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios. 17 Porque la Escritura le dice al faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra».[g] 18 Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla y endurece a quien él quiere endurecer.

19 Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?». 20 Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?”».[h] 21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios?

22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo[i] y estaban destinados a la destrucción? 23 ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria? 24 Esos somos nosotros, a quienes Dios llamó no solo de entre los judíos, sino también de entre los no judíos. 25 Así lo dice Dios en el libro de Oseas:

«Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo;
    y llamaré “mi amada” a la que no es mi amada».[j]
26 «Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo:
    “Ustedes no son mi pueblo”,
serán llamados “hijos del Dios viviente”».[k]

27 Isaías, por su parte, proclama respecto a Israel:

«Aunque los israelitas sean tan numerosos
    como la arena del mar,
    solo el remanente será salvo;
28 porque plenamente y sin demora
    el Señor cumplirá su sentencia en la tierra».[l]

29 Así había dicho Isaías:

«Si el Señor de los Ejércitos
    no nos hubiera dejado descendientes,
seríamos ya como Sodoma,
    nos pareceríamos a Gomorra».[m]

Incredulidad de Israel

30 ¿Qué concluiremos? Pues que los no judíos, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe. 31 En cambio Israel, que iba en busca de justicia a través de la Ley, no ha alcanzado esa justicia. 32 ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe, sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la «piedra de tropiezo», 33 como está escrito:

«Miren, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo
    y una roca que hace caer;
pero el que confíe en él no será defraudado».[n]

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Footnotes

  1. 9:5 Cristo … siempre! Alt. Cristo. ¡Dios, que está sobre todas las cosas, sea alabado por siempre!
  2. 9:7 Gn 21:12.
  3. 9:9 Gn 18:10,14.
  4. 9:12 Gn 25:23.
  5. 9:13 Mal 1:2,3.
  6. 9:15 Éx 33:19.
  7. 9:17 Éx 9:16.
  8. 9:20 Is 29:16; 45:9.
  9. 9:22 objeto de su castigo. Lit. vasijas de ira.
  10. 9:25 Os 2:23.
  11. 9:26 Os 1:10.
  12. 9:28 Is 10:22,23.
  13. 9:29 Is 1:9.
  14. 9:33 Is 8:14; 28:16.