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Acusación contra los rebeldes

65 El Señor dice:
«Los que no me habían pedido nada
fueron los que acudieron a mí;
los que no me habían buscado
fueron los que me encontraron.
A un pueblo que no me había invocado
fue al que le dije: “Aquí estoy.”
Todo el día extendí mis manos
para atraer a un pueblo rebelde
que iba por caminos perversos
siguiendo sus propios caprichos;
un pueblo que en mi propia cara
me ofendía continuamente;
que ofrecía sacrificios a los dioses en los jardines
y quemaba incienso en altares de ladrillo;
que se sentaba entre los sepulcros
y pasaba las noches en sitios escondidos;
que comía carne de cerdo
y llenaba sus ollas de caldos impuros.
Dicen: “Quédate ahí, no me toques;
soy demasiado sagrado para que me toques.”
Esa gente es como fuego que arde todo el día;
me molestan como el humo en las narices.
Pero todo esto está escrito delante de mí,
y no voy a quedarme cruzado de brazos;
voy a darles su merecido,
tanto por los crímenes de ellos
como por los de sus padres.
Ellos quemaban incienso sobre los montes
y me ofendían en las colinas.
Haré primero la cuenta
y les daré su merecido.»
El Señor lo ha dicho.

El Señor promete sus bendiciones

El Señor dice:
«Cuando las uvas tienen mucho jugo
la gente no las echa a perder,
porque pueden sacar mucho vino.
Así haré yo también por amor a mis siervos:
no destruiré a toda la nación.
Haré que Jacob tenga descendientes
y que haya gente en Judá que viva en mis montañas.
Mis elegidos poseerán la tierra,
mis servidores vivirán allí.

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Castigo de los rebeldes

65 Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban.(A) Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí. Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde,(B) el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos; que se quedan en los sepulcros, y en lugares escondidos pasan la noche; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas; que dicen: Estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú; estos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día. He aquí que escrito está delante de mí; no callaré, sino que recompensaré, y daré el pago en su seno por vuestras iniquidades, dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente, los cuales quemaron incienso sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.

Así ha dicho Jehová: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí.

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