Add parallel Print Page Options

13 El Señor me dijo:
«Este pueblo me sirve de palabra
y me honra con la boca,
pero su corazón está lejos de mí,
y el culto que me rinde
son cosas inventadas por los hombres
y aprendidas de memoria.
14 Por eso, con prodigios y milagros
dejaré otra vez maravillado a este pueblo.
La sabiduría de sus sabios
y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.»

15 ¡Ay de aquellos que se esconden del Señor
para ocultar sus planes,
que hacen sus maldades en la sombra
y dicen: «Nadie nos ve. Nadie se da cuenta»!
16 ¡Qué modo de pervertir las cosas!
Como si el barro fuera igual
a aquel que lo trabaja.
Un objeto no va a decir al que lo hizo:
«Tú no me hiciste»,
ni una pieza de barro al que la fabrica:
«No sabes lo que estás haciendo.»

Promesa de salvación a Israel

17 Dentro de poco tiempo
el bosque se convertirá en campos de cultivo
y los campos de cultivo parecerán un bosque.
18 En ese día los sordos podrán oír
cuando alguien les lea,
y los ciegos podrán ver,
libres de oscuridad y de tinieblas.
19 Los humildes volverán a alegrarse en el Señor,
los más pobres se gozarán
en el Dios Santo de Israel.
20 Se acabarán los insolentes,
dejarán de existir los arrogantes
y desaparecerán los que sólo piensan en hacer el mal,
21 esos que acusan de crímenes a otros,
y ponen trampas al juez,
y con engaños niegan justicia al inocente.

22 Por eso, el Señor, el Dios de Israel,
el que rescató a Abraham, dice:
«De ahora en adelante Jacob no sentirá vergüenza,
ni su rostro se enrojecerá,
23 porque cuando sus descendientes
vean lo que he hecho en su pueblo,
reconocerán mi santidad y me temerán a mí,
el Dios Santo de Israel.
24 Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios,
y los murmuradores aceptarán las enseñanzas.»

Read full chapter