Añadir traducción en paralelo Imprimir Opciones de la página

Hablan de mí y dicen:
«¡Venir a darnos lecciones a nosotros,
a enseñarnos lo que Dios ha revelado!
¡Como si fuéramos niños chiquitos
10 que apenas estuvieran aprendiendo a leer:
ba be bi bo bu!»
11 Pues bien, si no hacen caso,
será en lenguaje enredado, en idioma extraño,
como Dios hablará a este pueblo.
12 Ya él les había dicho antes:
«Aquí está la calma,
aquí está el descanso;
que descanse el fatigado.»
Pero no quisieron hacerle caso.
13 Por eso el Señor les hablará
como si fueran niños chiquitos
que estuvieran aprendiendo a leer.
Y así, al caminar, caerán de espaldas,
se herirán, caerán en la trampa,
quedarán atrapados.

14 Escuchen, pues, la palabra del Señor,
hombres insolentes
que gobiernan este pueblo de Jerusalén.
15 Ustedes dicen:
«Hemos hecho un pacto con la muerte,
un contrato con el reino de los muertos,
para que cuando venga la terrible calamidad,
no nos alcance;
hemos buscado refugio en las mentiras,
protección en el engaño.»

16 Por eso, el Señor dice:
«Voy a poner en Sión una piedra,
una piedra escogida y muy valiosa,
que será la piedra principal
y servirá de fundamento.
El que tenga confianza, podrá estar tranquilo.
17 En esa construcción usaré por plomada la justicia
y por nivel la rectitud.»

El refugio que ustedes habían buscado en las mentiras
lo destruirá el granizo,
y el agua arrasará su lugar de protección.
18 Su pacto con la muerte será anulado,
y su contrato con el reino de los muertos quedará sin valor.
Vendrá la terrible calamidad
y a ustedes los aplastará.
19 Cada vez que venga, los arrastrará.
Vendrá mañana tras mañana, de día y de noche.
El sólo oír la noticia los hará temblar.
20 Será como acostarse en una cama estrecha
y abrigarse con una manta corta.
21 El Señor actuará como en el monte Perasim,
intervendrá como en el valle de Gabaón,
para realizar su acción, por extraña que parezca,
para llevar a cabo su obra, su obra misteriosa.
22 Así pues, ¡no más insolencia!,
no sea que sus cadenas se les aprieten más;
porque he oído que el Señor todopoderoso
ha decretado la destrucción de todo el país.

Read full chapter