Hechos 9-12

La Biblia de las Américas

Conversión de Saulo

9 Saulo ^(A), respirando todavía amenazas^[a] y muerte contra los discípulos del Señor^(B), fue al sumo sacerdote, ² y le pidió cartas para las sinagogas^(C) de Damasco^(D), para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino^(E), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén^(F). ^3 (G)Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo^(H); ⁴ y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues^(I)? ⁵ Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y Él respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues; ⁶ levántate^[b], entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer^(J). ⁷ Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos^[c](K), oyendo la voz^[d](L), pero sin ver a nadie. ⁸ Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada^(M); y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco^(N). ⁹ Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Ananías visita a Saulo

¹⁰ Había en Damasco^(O) cierto discípulo llamado Ananías^(P); y el Señor le dijo en una visión^(Q): Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor. ¹¹ Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso^(R) llamado Saulo, porque, he aquí, está orando, ¹² y ha visto en una visión^[e] a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista^(S). ¹³ Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos^(T) en Jerusalén^(U), ¹⁴ y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender^(V) a todos los que invocan tu nombre^(W). ¹⁵ Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento^[f] escogido^(X), para llevar mi nombre en presencia de los gentiles^(Y), de los reyes^(Z) y de los hijos de Israel; ¹⁶ porque yo le mostraré cuánto debe padecer^(AA) por mi nombre. ¹⁷ Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él^(AB), dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista^(AC) y seas lleno del Espíritu Santo^(AD). ¹⁸ Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. ¹⁹ Tomó alimentos y cobró fuerzas.

Y por varios días estuvo con los discípulos^(AE) que estaban en Damasco^(AF).

Saulo predica en Damasco

²⁰ Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas^(AG), diciendo^[g]: Él es el Hijo de Dios^(AH). ²¹ Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es este el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre^(AI), y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes^(AJ)? ²² Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este Jesús es el Cristo^[h].

Saulo escapa de los judíos

²³ Después de muchos días^(AK), los judíos tramaron^(AL) deshacerse de él, ²⁴ pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo^(AM). Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo^(AN); ²⁵ pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron^[i] por una abertura en la muralla, bajándolo en una canasta.

Saulo en Jerusalén

²⁶ Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo^(AO). ²⁷ Pero Bernabé^(AP) lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, y que Él le había hablado^(AQ), y cómo en Damasco^(AR) había hablado con valor en el nombre de Jesús^(AS). ²⁸ Y estaba con ellos moviéndose libremente^[j] en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor^(AT). ²⁹ También hablaba y discutía con los judíos helenistas^(AU); mas estos intentaban matarlo. ³⁰ Pero cuando los hermanos^(AV) lo supieron, lo llevaron a Cesarea^(AW), y de allí lo enviaron^(AX) a Tarso^(AY).

³¹ Entretanto la iglesia^(AZ) gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.

Curación de Eneas

³² Y^[k] mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos^(BA) que vivían en Lida^(BB). ³³ Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. ³⁴ Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó. ³⁵ Todos los que vivían en Lida^(BC) y en Sarón^(BD) lo vieron, y^[l] se convirtieron al Señor^(BE).

Resurrección de Dorcas

³⁶ Había entonces en Jope^(BF) una discípula llamada Tabita (que traducido al griego es Dorcas^[m]); esta mujer era rica^[n] en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. ³⁷ Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto^(BG). ³⁸ Como Lida estaba cerca de Jope^(BH), los discípulos^(BI), al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No tardes en venir a nosotros. ³⁹ Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto^(BJ), y todas las viudas^(BK) lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas. ⁴⁰ Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró^(BL), y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate^(BM). Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó^(BN). ⁴¹ Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos^(BO) y a las viudas^(BP), la presentó viva. ⁴² Y esto se supo en todo Jope^(BQ), y muchos creyeron en el Señor^(BR). ⁴³ Y^[o] Pedro se quedó en Jope^(BS) muchos días con un tal Simón, curtidor^(BT).

La visión de Cornelio

10 Había en Cesarea^(BU) un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte^[p] llamada la Italiana^(BV), ² piadoso y temeroso de Dios^(BW) con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo judío^(BX) y oraba a Dios continuamente. ³ Como a la hora novena^[q](BY) del día, vio claramente en una visión^(BZ) a un ángel de Dios^(CA) que entraba a donde él estaba y le decía: Cornelio. ⁴ Mirándolo fijamente^(CB) y atemorizado, Cornelio dijo: ¿Qué quieres^[r], Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y limosnas^[s] han ascendido^(CC) como memorial delante de Dios^(CD). ⁵ Despacha ahora algunos hombres a Jope^(CE), y manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro. ⁶ Este se hospeda con un curtidor llamado Simón^(CF), cuya casa está junto al mar^[t]. ⁷ Y después que el ángel que le hablaba se había ido, Cornelio llamó a dos de los criados^[u] y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían, ⁸ y después de explicarles todo, los envió a Jope^(CG).

La visión de Pedro

⁹ Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro^(CH) subió a la azotea^(CI) a orar como a la hora sexta^[v](CJ). ¹⁰ Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras le preparaban algo de comer, le sobrevino un éxtasis^(CK); ¹¹ y vio* el cielo abierto^(CL) y un objeto^[w] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas; ¹² había en él toda clase de cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo. ¹³ Y oyó una voz^[x]: Levántate, Pedro, mata^[y] y come. ¹⁴ Mas Pedro dijo: De ninguna manera, Señor^(CM), porque yo jamás he comido nada impuro^[z] o inmundo^(CN). ¹⁵ De nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado^(CO), no lo llames tú impuro^[aa]. ¹⁶ Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente el lienzo^[ab] fue recogido al cielo.

Los mensajeros de Cornelio

¹⁷ Mientras Pedro estaba perplejo pensando en lo que significaría la visión^(CP) que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio^(CQ), después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta; ¹⁸ y llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba Pedro. ¹⁹ Y mientras Pedro meditaba sobre la visión^(CR), el Espíritu le dijo^(CS): Mira, tres hombres te buscan. ²⁰ Levántate, pues, desciende y no dudes^(CT) en acompañarlos, porque yo los he enviado. ²¹ Pedro descendió a donde estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? ²² Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judíos^(CU), le fue ordenado^[ac](CV) por un santo ángel^(CW) que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras^(CX). ²³ Entonces los invitó a entrar y los hospedó.

Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos^(CY) de Jope^(CZ) lo acompañaron^(DA).

Pedro en casa de Cornelio

²⁴ Al otro día entró en Cesarea^(DB). Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos. ²⁵ Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró^(DC). ²⁶ Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre^(DD). ²⁷ Y conversando con él, entró y halló* mucha gente reunida^(DE). ²⁸ Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo^(DF), pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro^[ad] o inmundo^(DG); ²⁹ por eso, cuando fui llamado, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me habéis enviado a llamar? ³⁰ Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días^(DH), estaba yo orando en mi casa a la hora novena^[ae](DI); y he aquí, un hombre^(DJ) con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí, ³¹ y dijo*: «Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad^[af] han sido recordadas delante de Dios. ³² Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar^[ag](DK)». ³³ Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado. ³⁴ Entonces Pedro, abriendo la boca^(DL), dijo:

Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas^(DM), ³⁵ sino que en toda nación el que le teme^[ah] y hace lo justo^[ai](DN), le es acepto^[aj](DO). ³⁶ El mensaje^[ak] que Él envió a^[al] los hijos de Israel, predicando^[am](DP) paz por medio de Jesucristo^(DQ), que Él es Señor de todos^(DR); ³⁷ vosotros mismos sabéis lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó. ³⁸ Vosotros sabéis cómo Dios ungió^(DS) a Jesús de Nazaret^(DT) con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo^(DU); porque Dios estaba con Él^(DV). ³⁹ Y nosotros somos testigos de todas las cosas^(DW) que hizo en la tierra^[an] de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz^[ao](DX). ⁴⁰ A este Dios le resucitó^(DY) al tercer día e hizo que se manifestara^[ap], ⁴¹ no a todo el pueblo^(DZ), sino a los testigos^(EA) que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con Él después que resucitó de los muertos^(EB). ⁴² Y nos mandó^(EC) predicar al pueblo, y testificar^(ED) con toda solemnidad que este Jesús^[aq] es el que Dios ha designado^(EE) como Juez de los vivos y de los muertos^(EF). ⁴³ De este dan testimonio todos los profetas^(EG), de que por su nombre^(EH), todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados.

Los gentiles reciben el Espíritu Santo

⁴⁴ Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje^[ar](EI). ⁴⁵ Y todos los creyentes que eran de la circuncisión^[as], que habían venido con Pedro^(EJ), se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado^(EK) también sobre los gentiles, ⁴⁶ pues les oían hablar en lenguas^(EL) y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo^[at]: ⁴⁷ ¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados^(EM) estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros^(EN)? ⁴⁸ Y mandó que fueran bautizados^(EO) en el nombre de Jesucristo^(EP). Entonces le pidieron que se quedara con ellos unos días.

Pedro informa sobre su visita a Cornelio

11 Los apóstoles y los hermanos^(EQ) que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. ² Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión^[au](ER) le reprocharon, ³ diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos^(ES). ⁴ Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden lo sucedido^(ET), diciendo: ⁵ Estaba yo en la ciudad de Jope orando^(EU), y vi en éxtasis una visión^(EV): un objeto^[av] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí. ⁶ Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi^[aw] cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo. ⁷ También oí una voz que me decía: «Levántate Pedro, mata^[ax] y come». ⁸ Pero yo dije: «De ninguna manera, Señor, porque nada impuro^[ay] o inmundo ha entrado jamás en mi boca». ⁹ Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: «Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro^[az](EW)». ¹⁰ Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo. ¹¹ Y he aquí, en aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea^(EX). ¹² Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos^(EY) sin dudar^[ba](EZ). Estos seis hermanos fueron también conmigo^(FA) y entramos en la casa de aquel hombre, ¹³ y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo^[bb]: «Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro, ¹⁴ quien te dirá palabras^(FB) por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa^(FC)». ¹⁵ Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió^[bc] sobre ellos^(FD), tal como lo hizo sobre nosotros al principio^(FE). ¹⁶ Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando^[bd] dijo: «Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con^[be] el Espíritu Santo^(FF)». ¹⁷ Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros^(FG) después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios^[bf](FH)? ¹⁸ Y al oír esto se calmaron^[bg], y glorificaron a Dios^(FI), diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida^(FJ).

La iglesia en Antioquía

¹⁹ Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución^[bh] que sobrevino cuando la muerte de Esteban^(FK), llegaron hasta Fenicia^(FL), Chipre^(FM) y Antioquía^(FN), no hablando la palabra a nadie, sino solo a los judíos. ²⁰ Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre^(FO) y de Cirene^(FP), los cuales al llegar a Antioquía^(FQ), hablaban también a los griegos^[bi](FR), predicando al^[bj] Señor Jesús^(FS). ²¹ Y la mano del Señor estaba con ellos^(FT), y gran número que creyó^(FU) se convirtió al Señor. ²² Y la noticia^[bk] de esto llegó a^[bl] oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé^(FV) a^[bm] Antioquía^(FW), ²³ el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios^(FX), se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme^[bn] permanecieran fieles al Señor; ²⁴ porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo^(FY) y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor^(FZ). ²⁵ Y Bernabé salió rumbo a Tarso^(GA) para buscar a Saulo; ²⁶ y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía^(GB). Y^[bo] se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes^[bp]; y a los discípulos^(GC) se les llamó cristianos^(GD) por primera vez en Antioquía.

²⁷ Por aquellos^[bq] días unos profetas^(GE) descendieron de Jerusalén a Antioquía^(GF). ²⁸ Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo^(GG), daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra^[br](GH). Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio^(GI). ²⁹ Los discípulos^(GJ), conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro^[bs] de los hermanos que habitaban en Judea^(GK). ³⁰ Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos^(GL) por mano de Bernabé^(GM) y de Saulo^(GN).

Martirio de Jacobo y encarcelamiento de Pedro

12 Por aquel tiempo el rey Herodes^[bt] echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. ² E hizo matar^(GO) a espada a Jacobo^[bu], el hermano de Juan^(GP). ³ Y viendo que esto agradaba a los judíos^(GQ), hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días^[bv] de los panes sin levadura^[bw](GR). ⁴ Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes^[bx] de soldados^(GS) para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua^(GT). ⁵ Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él. ⁶ Y esa noche, cuando Herodes estaba a punto de sacarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas^(GU); y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. ⁷ Y he aquí, se le apareció^(GV) un ángel del Señor^(GW), y una luz brilló en la celda; y el ángel tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas cayeron de sus manos^(GX). ⁸ Y el ángel le dijo: Vístete y ponte^[by] las sandalias. Y así lo hizo. Y le dijo* el ángel: Envuélvete en tu manto y sígueme. ⁹ Y saliendo, lo seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión^(GY). ¹⁰ Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió^(GZ) por sí misma; y salieron y siguieron por una calle, y enseguida el ángel se apartó de él. ¹¹ Cuando Pedro volvió en sí^(HA), dijo: Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a su ángel, y me ha rescatado^(HB) de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos. ¹² Al darse cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos^(HC), donde muchos estaban reunidos y oraban^(HD). ¹³ Y cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta^(HE) llamada Rode salió a ver quién era^[bz]. ¹⁴ Al reconocer la voz de Pedro, de alegría^(HF) no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta. ¹⁵ Y ellos le dijeron: ¡Estás loca! Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: Es su ángel^(HG). ¹⁶ Mas Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron. ¹⁷ Y haciéndoles señal con la mano^(HH) para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y les dijo: Informad de estas cosas a Jacobo^[ca](HI) y a los hermanos^(HJ). Entonces salió, y se fue a otro lugar.

¹⁸ Cuando se hizo de día, hubo un alboroto no pequeño entre los soldados sobre qué^[cb] habría sido de Pedro. ¹⁹ Y Herodes, después de buscarlo y no encontrarlo, interrogó a los guardias y ordenó que los llevaran para ejecutarlos^(HK). Después descendió de Judea a Cesarea^(HL), y se quedó allí por un tiempo.

Muerte de Herodes

²⁰ Herodes estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón^(HM); pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz pues su territorio era abastecido por el del rey^(HN). ²¹ El día señalado, Herodes, vestido con ropa real, se sentó en la tribuna^[cc] y les arengaba. ²² Y la gente gritaba: ¡Voz de un dios y no de un hombre es esta! ²³ Al instante un ángel del Señor^(HO) lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y murió^[cd] comido de gusanos.

²⁴ Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba^(HP).

²⁵ Y Bernabé y Saulo^(HQ) regresaron de^[ce] Jerusalén después de haber cumplido su misión^[cf](HR), llevando consigo a Juan, llamado también Marcos^(HS).