Hechos 9
Nueva Biblia de las Américas
Conversión de Saulo
9 Saulo(A), respirando todavía amenazas[a] y muerte contra los discípulos del Señor(B), fue al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas(C) de Damasco(D), para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino(E), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén(F).
3 (G)Y mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció a su alrededor una luz del cielo(H). 4 Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues(I)?».
5 «¿Quién eres, Señor?», preguntó Saulo. El Señor respondió: «Yo soy Jesús a quien tú persigues; 6 levántate[b], entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer(J)».
7 Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos(K), oyendo la voz[c](L), pero sin ver a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada(M); y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco(N). 9 Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Ananías visita a Saulo
10 Había en Damasco(O) cierto discípulo llamado Ananías(P); y el Señor le dijo en una visión(Q): «Ananías». «Aquí estoy, Señor», contestó él. 11 El Señor le dijo: «Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso(R)llamado Saulo, porque él está orando, 12 y ha visto en una visión[d]a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista(S)».
13 Pero Ananías respondió: «Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos(T) en Jerusalén(U), 14 y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender(V) a todos los que invocan Tu nombre(W)».
15 Pero el Señor le dijo: «Ve, porque él es Mi instrumento[e]escogido(X), para llevar Mi nombre en presencia de los gentiles(Y), de los reyes(Z)y de los israelitas; 16 porque Yo le mostraré cuánto debe padecer(AA)por Mi nombre».
17 Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él(AB), dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista(AC) y seas lleno del Espíritu Santo(AD)». 18 Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. 19 Tomó alimentos y cobró fuerzas.
Y por varios días estuvo con los discípulos(AE) que estaban en Damasco(AF).
Saulo predica en Damasco
20 Enseguida se puso a predicar de Jesús en las sinagogas(AG), diciendo[f]: «Él es el Hijo de Dios(AH)». 21 Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: «¿No es este el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre(AI), y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes(AJ)?». 22 Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este Jesús es el Cristo[g].
Saulo escapa de los judíos
23 Después de muchos días(AK), los judíos tramaron(AL) deshacerse de él, 24 pero su plan llegó al conocimiento de Saulo(AM). Y aun vigilaban las puertas día y noche con el intento de matarlo(AN); 25 pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron[h] por una abertura en la muralla, bajándolo en una canasta.
Saulo en Jerusalén
26 Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le temían, no creyendo que era discípulo(AO). 27 Pero Bernabé(AP) lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, y que Él le había hablado(AQ), y cómo en Damasco(AR) había hablado con valor en el nombre de Jesús(AS).
28 Y estaba con ellos moviéndose libremente[i] en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor(AT). 29 También hablaba y discutía con los judíos helenistas(AU); pero estos intentaban matarlo. 30 Pero cuando los hermanos(AV) lo supieron, lo llevaron a Cesarea(AW), y de allí lo enviaron(AX) a Tarso(AY).
31 Entretanto la iglesia(AZ) gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
Curación de Eneas
32 Mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos(BA) que vivían en Lida(BB). 33 Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. 34 Y Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama». Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida(BC) y en Sarón(BD) lo vieron, y[j] se convirtieron al Señor(BE).
Resurrección de Dorcas
36 Había entonces en Jope(BF) una discípula llamada Tabita, que traducido al griego es Dorcas[k]; esta mujer era rica[l] en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. 37 Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto(BG). 38 Como Lida estaba cerca de Jope(BH), los discípulos(BI), al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: «No tarde usted en venir a nosotros».
39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó lo llevaron al aposento alto(BJ), y todas las viudas(BK) lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.
40 Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró(BL), y volviéndose al cadáver, dijo: «Tabita, levántate(BM)». Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó(BN). 41 Él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos[m](BO) y a las viudas(BP), la presentó viva. 42 Esto se supo en todo Jope(BQ), y muchos creyeron en el Señor(BR). 43 Pedro se quedó en Jope(BS) muchos días con un tal Simón, que era curtidor(BT).
Footnotes
- 9:1 Lit. amenaza.
- 9:6 Algunas versiones agregan al principio del vers.: El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate.
- 9:7 O el sonido.
- 9:12 Algunos mss. no incluyen: en una visión.
- 9:15 O vaso.
- 9:20 Lit. que.
- 9:22 I.e. el Mesías.
- 9:25 Lit. bajaron.
- 9:28 Lit. entrando y saliendo.
- 9:35 Lit. los cuales.
- 9:36 O Gacela.
- 9:36 Lit. llena.
- 9:41 O los creyentes.
使徒行传 9
Chinese Contemporary Bible (Simplified)
扫罗归主
9 扫罗继续用凶狠的话恐吓主的门徒。他去见大祭司, 2 要取得授权书到大马士革的各会堂搜捕信耶稣的人,无论男女,都要把他们押回耶路撒冷。
3 当他快到大马士革的时候,突然有一道光从天上射下来,四面照着他。 4 他倒在地上,听见有声音对他说:“扫罗!扫罗!你为什么迫害我?” 5 他说:“主啊,你是谁?”那声音说:“我就是你所迫害的耶稣。 6 起来!进城去,有人会告诉你该做的事。”
7 同行的人站在那里只听见声音,却看不见人,吓得张口结舌。 8 扫罗爬起来,睁大眼睛,却什么也看不见,同伴拉着他的手进了大马士革。 9 一连三天,扫罗什么也看不见,也不吃也不喝。
10 这时候,在大马士革有个门徒名叫亚拿尼亚,他在异象中听见主呼唤他的名字,就回答说:“主啊,我在这里。”
11 主说:“起来,到直街的犹大家去见一个来自大数、名叫扫罗的人,他正在向我祷告。 12 我让他在异象中看见一个名叫亚拿尼亚的人去他那里,把手按在他身上,使他恢复视力。”
13 亚拿尼亚回答说:“主啊!我听见许多人说他对耶路撒冷的信徒大加迫害。 14 他来这里是得到祭司长的授权,要拘捕所有求告你名的人。”
15 主对亚拿尼亚说:“你放心去吧!他是我拣选的器皿,要向外族人、君王和以色列人宣扬我的名。 16 我会让他知道他必为我的名而受许多的苦。”
17 亚拿尼亚去了,进了那家,就把手按在扫罗身上,说:“扫罗弟兄,在你来的路上向你显现的主耶稣派我来使你重见光明、被圣灵充满。” 18 顿时,扫罗的眼睛上有鳞片似的东西脱落,他立刻恢复了视力,便起来接受了洗礼。 19 他吃过东西之后,体力也恢复了。他和大马士革的门徒住了几天之后, 20 便到各会堂去宣讲:“耶稣是上帝的儿子。”
21 听的人都大吃一惊,说:“他不就是那在耶路撒冷迫害信徒的人吗?他到这里来不是要把大马士革的信徒押去见祭司长吗?”
22 但扫罗越发有能力,引经据典证明耶稣是基督,使大马士革的犹太人惊慌失措。
扫罗逃生
23 过了一段日子,犹太人图谋杀死扫罗。 24 他们昼夜在城门守候,伺机下手,但这阴谋被扫罗知道了。 25 他的门徒趁夜间用筐子把他从城墙上缒下去。
26 扫罗逃到耶路撒冷后,曾设法与当地的门徒联络,可是他们都怕他,不相信他是门徒。 27 只有巴拿巴接待他,带他去见使徒,向他们陈述扫罗如何在路上遇见主,主如何对他说话,他又如何勇敢地在大马士革奉耶稣的名传道。 28 于是,扫罗就在耶路撒冷与使徒一起出入来往,奉主的名放胆传道。 29 他常常跟那些讲希腊话的犹太人辩论,于是他们打算杀掉他。 30 弟兄姊妹知道这消息后,就把扫罗带到凯撒利亚,然后送他到大数去。
31 当时,犹太、加利利、撒玛利亚各地的教会都很平安,得到了坚固。信徒们非常敬畏主,又得到圣灵的安慰,人数越来越多。
彼得医治瘫子
32 彼得四处奔波,来到吕大探访那里的信徒, 33 遇见一个已经卧床八年、名叫以尼雅的瘫子。 34 彼得对他说:“以尼雅,耶稣基督已经医好你了,起来收拾你的垫子吧!”他立刻应声而起。 35 吕大和沙仑的居民看见他,都归向了主。
彼得使死人复活
36 在约帕有个乐善好施的女信徒名叫戴碧达,希腊话叫多加,意思是“羚羊”。 37 当时,她患病死了。有人将她的尸体洗干净后,停放在楼上。 38 吕大和约帕相距不远,门徒听说彼得在吕大,就派两个人赶去请他立刻来约帕。 39 彼得便随他们一同到了那里,有人领他上楼。众寡妇都站在彼得周围哭,并把多加生前缝制的内衣、外衣给他看。
40 彼得叫她们都出去,自己跪下祷告,然后转身对死者说:“戴碧达,起来!”她便睁开了眼睛,看见彼得,就坐了起来。 41 彼得伸手扶她起来后,叫那些在外面等候的门徒和寡妇进来,把活过来的多加交给他们。 42 这事传遍了整个约帕,许多人都信了主。 43 彼得继续留在约帕,在当地一个名叫西门的皮革匠家住了好些日子。
Hechos 9
Nueva Versión Internacional
Conversión de Saulo(A)
9 Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote 2 y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres. 3 En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. 4 Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía:
—Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5 —¿Quién eres, Señor? —preguntó.
—Yo soy Jesús, a quien tú persigues —contestó la voz—. 6 Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.
7 Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos porque oían la voz, pero no veían a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. 9 Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.
10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión:
—¡Ananías!
—Aquí estoy, Señor.
11 —Anda —le dijo el Señor—, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió:
—Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a los que creen en ti en Jerusalén. 14 Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
15 —¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. 16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
17 Ananías se fue y cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». 18 Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. 19 Luego comió y recobró las fuerzas.
Saulo en Damasco y en Jerusalén
Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco 20 y enseguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que le oían quedaban asombrados y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?». 22 Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Cristo.
23 Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para matarlo, 24 pero Saulo se enteró de sus maquinaciones. Día y noche vigilaban de cerca las puertas de la ciudad con el fin de eliminarlo. 25 Pero sus discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron en un canasto por una abertura en la muralla.
26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo. 27 Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Bernabé describió en detalle cómo en el camino Saulo había visto al Señor, el cual le había hablado. Y contó que en Damasco Saulo había predicado con libertad en el nombre de Jesús. 28 Así que se quedó con ellos y andaba por todas partes en Jerusalén, hablando abiertamente en el nombre del Señor. 29 Conversaba y discutía con los judíos de habla griega,[a] pero ellos se proponían eliminarlo. 30 Cuando se enteraron de ello los hermanos, se lo llevaron a Cesarea y de allí lo mandaron a Tarso.
31 Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor e iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.
Eneas y Dorcas
32 Pedro, que estaba recorriendo toda la región, fue también a visitar a los creyentes que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un paralítico llamado Eneas, que llevaba ocho años en cama. 34 «Eneas —dijo Pedro—, Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama». Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron y se convirtieron al Señor.
36 Había en Jope una discípula llamada Tabita; que en griego se dice Dorcas.[b] Esta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres. 37 Sucedió que en esos días cayó enferma y murió. Pusieron el cadáver, después de lavarlo, en un cuarto de la planta alta. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al enterarse de que Pedro se encontraba en Lida, enviaron a dos hombres a rogarle: «¡Por favor, venga usted a Jope enseguida!».
39 Sin demora, Pedro se fue con ellos y cuando llegó lo llevaron al cuarto de arriba. Todas las viudas se presentaron, llorando y mostrándole las túnicas y otros vestidos que Dorcas había hecho cuando aún estaba con ellas.
40 Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y al ver a Pedro se incorporó. 41 Él, tomándola de la mano, la levantó. Luego llamó a los creyentes y a las viudas, a quienes la presentó viva. 42 La noticia se difundió por todo Jope y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro se quedó en Jope un buen tiempo, en casa de un tal Simón que era curtidor de pieles.
Hechos 9
Dios Habla Hoy
Conversión de Saulo(A)
9 Mientras tanto, Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes en el Señor. Por eso, se presentó al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los que seguían el Nuevo Camino, tanto hombres como mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. 3 Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del cielo brilló de repente a su alrededor. 4 Saulo cayó al suelo, y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
5 Saulo preguntó: «¿Quién eres, Señor?» La voz le contestó: «Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. 6 Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer.»
7 Los que viajaban con Saulo estaban muy asustados, porque habían oído la voz pero no habían visto a nadie. 8 Luego, Saulo se levantó del suelo; pero cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. 9 Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber nada.
10 En Damasco vivía un creyente que se llamaba Ananías, a quien el Señor se le presentó en una visión y le dijo: «¡Ananías!» Él contestó: «Aquí estoy, Señor.»
11 El Señor le dijo: «Levántate y vete a la calle llamada Derecha, y en la casa de Judas pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. Está orando, 12 y en una visión ha visto a uno llamado Ananías que entra y pone sus manos sobre él para que pueda ver de nuevo.»
13 Al oír esto, Ananías dijo: «Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén a tu pueblo santo. 14 Y ahora ha venido aquí, con autorización de los jefes de los sacerdotes, a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.»
15 Pero el Señor le dijo: «Ve, porque he escogido a ese hombre para que hable de mí a la gente de otras naciones, y a sus reyes, y también a los israelitas. 16 Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa.»
17 Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él, y le dijo:
—Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.
18 Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado. 19 Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco.
Saulo predica en Damasco
20 Luego Saulo comenzó a proclamar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que lo oían se quedaban asombrados, y decían:
—¿No es éste el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan el nombre de Jesús? ¿No es el mismo que también vino aquí para arrestarlos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?
22 Pero Saulo hablaba cada vez con más valor, y dejaba confundidos a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías.
Saulo escapa de los judíos
23 Al cabo de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para matar a Saulo, 24 pero él llegó a saberlo. Día y noche lo esperaban en las puertas de salida de la ciudad, para matarlo, 25 pero sus discípulos lo pusieron en un gran canasto y lo bajaron de noche por la muralla que rodeaba la ciudad.
Saulo en Jerusalén
26 Cuando Saulo llegó a Jerusalén, quiso reunirse con los creyentes; pero todos le tenían miedo, porque no creían que él también fuera creyente. 27 Sin embargo, Bernabé lo llevó y lo presentó a los apóstoles. Les contó que Saulo había visto al Señor en el camino, y que el Señor le había hablado, y que, en Damasco, Saulo había anunciado a Jesús con toda valentía. 28 Así Saulo se quedó en Jerusalén, y andaba con ellos. Hablaba del Señor con toda valentía, 29 conversando y discutiendo con los judíos que hablaban griego; pero éstos procuraban matarlo. 30 Cuando los hermanos se dieron cuenta de ello, llevaron a Saulo a Cesarea, y de allí lo mandaron a Tarso.
31 Entonces la iglesia, en todas las regiones de Judea, Galilea y Samaria, tenía paz y crecía espiritualmente. Vivía en el temor del Señor y, con la ayuda del Espíritu Santo, iba aumentando en número.
Pedro sana a Eneas
32 Pedro, que andaba visitando a los hermanos, fue también a ver a los del pueblo santo que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que desde hacía ocho años estaba en cama, paralítico. 34 Pedro le dijo:
—Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama.
Eneas se levantó al momento. 35 Y todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron levantarse, y se convirtieron al Señor.
Pedro resucita a Dorcas
36 Por aquel tiempo había en la ciudad de Jope una creyente llamada Tabitá, que en griego significa Dorcas. Esta mujer pasaba su vida haciendo el bien y ayudando a los necesitados. 37 Por aquellos días, Dorcas enfermó y murió. Su cuerpo, después de haber sido lavado, fue puesto en un cuarto del piso alto. 38 Jope estaba cerca de Lida, donde Pedro se encontraba; y como los creyentes supieron que estaba allí, mandaron dos hombres a decirle: «Venga usted a Jope sin demora.»
39 Y Pedro se fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al cuarto donde estaba el cuerpo; y todas las viudas, llorando, rodearon a Pedro y le mostraron los vestidos y túnicas que Dorcas había hecho cuando aún vivía. 40 Pedro los hizo salir a todos, y se arrodilló y oró; luego, mirando a la muerta, dijo:
—¡Tabitá, levántate!
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se sentó. 41 Él la tomó de la mano y la levantó; luego llamó a los creyentes y a las viudas, y la presentó viva. 42 Esto se supo en toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro se quedó varios días en la ciudad, en casa de un curtidor que se llamaba Simón.
Acts 9
New International Version
Saul’s Conversion(A)
9 Meanwhile, Saul was still breathing out murderous threats against the Lord’s disciples.(B) He went to the high priest 2 and asked him for letters to the synagogues in Damascus,(C) so that if he found any there who belonged to the Way,(D) whether men or women, he might take them as prisoners to Jerusalem. 3 As he neared Damascus on his journey, suddenly a light from heaven flashed around him.(E) 4 He fell to the ground and heard a voice(F) say to him, “Saul, Saul, why do you persecute me?”
5 “Who are you, Lord?” Saul asked.
“I am Jesus, whom you are persecuting,” he replied. 6 “Now get up and go into the city, and you will be told what you must do.”(G)
7 The men traveling with Saul stood there speechless; they heard the sound(H) but did not see anyone.(I) 8 Saul got up from the ground, but when he opened his eyes he could see nothing.(J) So they led him by the hand into Damascus. 9 For three days he was blind, and did not eat or drink anything.
10 In Damascus there was a disciple named Ananias. The Lord called to him in a vision,(K) “Ananias!”
“Yes, Lord,” he answered.
11 The Lord told him, “Go to the house of Judas on Straight Street and ask for a man from Tarsus(L) named Saul, for he is praying. 12 In a vision he has seen a man named Ananias come and place his hands on(M) him to restore his sight.”
13 “Lord,” Ananias answered, “I have heard many reports about this man and all the harm he has done to your holy people(N) in Jerusalem.(O) 14 And he has come here with authority from the chief priests(P) to arrest all who call on your name.”(Q)
15 But the Lord said to Ananias, “Go! This man is my chosen instrument(R) to proclaim my name to the Gentiles(S) and their kings(T) and to the people of Israel. 16 I will show him how much he must suffer for my name.”(U)
17 Then Ananias went to the house and entered it. Placing his hands on(V) Saul, he said, “Brother Saul, the Lord—Jesus, who appeared to you on the road as you were coming here—has sent me so that you may see again and be filled with the Holy Spirit.”(W) 18 Immediately, something like scales fell from Saul’s eyes, and he could see again. He got up and was baptized,(X) 19 and after taking some food, he regained his strength.
Saul in Damascus and Jerusalem
Saul spent several days with the disciples(Y) in Damascus.(Z) 20 At once he began to preach in the synagogues(AA) that Jesus is the Son of God.(AB) 21 All those who heard him were astonished and asked, “Isn’t he the man who raised havoc in Jerusalem among those who call on this name?(AC) And hasn’t he come here to take them as prisoners to the chief priests?”(AD) 22 Yet Saul grew more and more powerful and baffled the Jews living in Damascus by proving that Jesus is the Messiah.(AE)
23 After many days had gone by, there was a conspiracy among the Jews to kill him,(AF) 24 but Saul learned of their plan.(AG) Day and night they kept close watch on the city gates in order to kill him. 25 But his followers took him by night and lowered him in a basket through an opening in the wall.(AH)
26 When he came to Jerusalem,(AI) he tried to join the disciples, but they were all afraid of him, not believing that he really was a disciple. 27 But Barnabas(AJ) took him and brought him to the apostles. He told them how Saul on his journey had seen the Lord and that the Lord had spoken to him,(AK) and how in Damascus he had preached fearlessly in the name of Jesus.(AL) 28 So Saul stayed with them and moved about freely in Jerusalem, speaking boldly in the name of the Lord. 29 He talked and debated with the Hellenistic Jews,[a](AM) but they tried to kill him.(AN) 30 When the believers(AO) learned of this, they took him down to Caesarea(AP) and sent him off to Tarsus.(AQ)
31 Then the church throughout Judea, Galilee and Samaria(AR) enjoyed a time of peace and was strengthened. Living in the fear of the Lord and encouraged by the Holy Spirit, it increased in numbers.(AS)
Aeneas and Dorcas
32 As Peter traveled about the country, he went to visit the Lord’s people(AT) who lived in Lydda. 33 There he found a man named Aeneas, who was paralyzed and had been bedridden for eight years. 34 “Aeneas,” Peter said to him, “Jesus Christ heals you.(AU) Get up and roll up your mat.” Immediately Aeneas got up. 35 All those who lived in Lydda and Sharon(AV) saw him and turned to the Lord.(AW)
36 In Joppa(AX) there was a disciple named Tabitha (in Greek her name is Dorcas); she was always doing good(AY) and helping the poor. 37 About that time she became sick and died, and her body was washed and placed in an upstairs room.(AZ) 38 Lydda was near Joppa; so when the disciples(BA) heard that Peter was in Lydda, they sent two men to him and urged him, “Please come at once!”
39 Peter went with them, and when he arrived he was taken upstairs to the room. All the widows(BB) stood around him, crying and showing him the robes and other clothing that Dorcas had made while she was still with them.
40 Peter sent them all out of the room;(BC) then he got down on his knees(BD) and prayed. Turning toward the dead woman, he said, “Tabitha, get up.”(BE) She opened her eyes, and seeing Peter she sat up. 41 He took her by the hand and helped her to her feet. Then he called for the believers, especially the widows, and presented her to them alive. 42 This became known all over Joppa, and many people believed in the Lord.(BF) 43 Peter stayed in Joppa for some time with a tanner named Simon.(BG)
Footnotes
- Acts 9:29 That is, Jews who had adopted the Greek language and culture
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