Discurso de Esteban

Y el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así?

Y él dijo: Escuchadme, hermanos y padres(A). El Dios de gloria(B) apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán(C), y le dijo: «Sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostraré(D)». Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán(E). Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis(F). No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que se la daría en posesión a Él y a su descendencia después de Él(G). Y Dios dijo así: «(H)Que sus descendientes serían extranjeros en una tierra extraña, y que serían esclavizados y maltratados[a] por cuatrocientos años. Pero yo mismo juzgaré a cualquier nación de la cual sean esclavos» —dijo Dios— «y después de eso saldrán y me servirán[b] en este lugar(I)». Y Dios le dio el pacto[c] de la circuncisión(J); y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día(K); e Isaac vino a ser el padre de Jacob(L), y Jacob de los doce patriarcas(M).

Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto(N). Pero Dios estaba con él, 10 y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia(O) y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y este lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán(P), y con ella gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Pero cuando Jacob supo[d] que había grano[e] en Egipto(Q), envió a nuestros padres allá la primera vez. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos(R), y conoció[f] Faraón el linaje de José(S). 14 Y José, enviando mensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela(T), en total setenta y cinco(U) personas(V). 15 Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió(W) él y también nuestros padres. 16 Y de allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor(X) en Siquem.

17 Pero a medida que se acercaba el tiempo(Y) de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto(Z), 18 hasta que surgió otro rey en Egipto que no sabía nada de José(AA). 19 Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo[g], maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a[h] sus niños para que no vivieran(AB). 20 Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios[i], y fue criado por tres meses en la casa de su padre(AC). 21 Después de ser abandonado[j] para morir, la hija de Faraón se lo llevó[k] y lo crió como su propio hijo(AD). 22 Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios(AE), y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. 23 Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años(AF), sintió[l] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel(AG). 24 Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al[m] oprimido matando[n] al egipcio. 25 Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad[o] por medio de él[p], pero ellos no entendieron. 26 Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: «Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís[q] el uno al otro(AH)?». 27 Pero el que estaba hiriendo[r] a su prójimo lo empujó, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros(AI)? 28 ¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio(AJ)?». 29 Al oír estas palabras, Moisés huyo y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián(AK), donde fue padre de dos hijos(AL).

30 Y pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel(AM) en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía(AN). 31 Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32 «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob(AO)». Moisés temblando, no se atrevía a mirar. 33 Pero el Señor le dijo: «Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa(AP). 34 Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos(AQ); ven[s] ahora y te enviaré a Egipto(AR)».

35 Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez(AS)?» es el mismo que Dios envió[t] para ser gobernante y libertador con la ayuda[u] del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este hombre los sacó(AT), haciendo prodigios y señales[v](AU) en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años(AV). 37 Este es el mismo Moisés que dijo a los hijos de Israel: «Dios os levantará un profeta como yo[w] de entre vuestros hermanos(AW)». 38 Este es el que estaba en la congregación[x] en el desierto(AX) junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí(AY), y con nuestros padres, y el que recibió palabras[y](AZ) de vida(BA) para transmitirlas a vosotros; 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer[z], sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto(BB), 40 diciendo a Aarón: «Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado(BC)». 41 En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo(BD), y se regocijaban en las obras de sus manos(BE). 42 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran[aa] al ejército del cielo[ab](BF), como está escrito en el libro de los profetas: ¿(BG)Acaso fue a mí a quien ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años(BH), casa de Israel? 43 También llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Rentan, las imágenes que hicisteis para adorarlas. Yo también os deportaré más allá de Babilonia.

44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera aquel que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto(BI). 45 A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[ac] posesión de las naciones[ad] que Dios arrojó de delante de nuestros padres(BJ), hasta los días de David. 46 Y David[ae] halló gracia delante de Dios(BK), y pidió el favor de hallar una morada para el Dios[af] de Jacob(BL). 47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa(BM). 48 Sin embargo, el Altísimo(BN) no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:

49 (BO)El cielo es mi trono,
y la tierra el estrado de mis pies;
¿que casa me edificaréis? —dice el Señor—
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas?

51 Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón(BP) y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros. 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres(BQ)? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo(BR), del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos(BS); 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles(BT) y sin embargo no la guardasteis.

Martirio de Esteban

54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos[ag](BU), y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo(BV), fijos los ojos en el cielo(BW), vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios(BX); 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos(BY), y al Hijo del Hombre(BZ) de pie a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él. 58 Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle(CA); y los testigos(CB) pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo(CC). 59 Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor(CD) y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y cayendo de rodillas(CE), clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado(CF). Habiendo dicho esto, durmió[ah](CG).

Footnotes

  1. Hechos 7:6 Lit., los esclavizarían y maltratarían
  2. Hechos 7:7 O, adorarán
  3. Hechos 7:8 O, un pacto
  4. Hechos 7:12 Lit., oyó
  5. Hechos 7:12 O, trigo
  6. Hechos 7:13 Lit., y fue manifestado a
  7. Hechos 7:19 Lit., nuestra raza
  8. Hechos 7:19 O, fueran echados fuera para morir
  9. Hechos 7:20 Lit., a Dios
  10. Hechos 7:21 Lit., expuesto
  11. Hechos 7:21 O, lo adoptó
  12. Hechos 7:23 Lit., surgió
  13. Hechos 7:24 Lit., tomó venganza por el
  14. Hechos 7:24 O, hiriendo
  15. Hechos 7:25 O, salvación
  16. Hechos 7:25 Lit., por mano suya
  17. Hechos 7:26 O, maltratáis
  18. Hechos 7:27 O, maltratando
  19. Hechos 7:34 Lit., y ven acá
  20. Hechos 7:35 Lit., ha enviado
  21. Hechos 7:35 Lit., la mano
  22. Hechos 7:36 O, milagros
  23. Hechos 7:37 O, como me levantó a mí
  24. Hechos 7:38 O, iglesia
  25. Hechos 7:38 Lit., oráculos
  26. Hechos 7:39 Lit., ser obedientes
  27. Hechos 7:42 O, adoraran
  28. Hechos 7:42 I.e., los cuerpos celestes
  29. Hechos 7:45 Lit., en la
  30. Hechos 7:45 O, los gentiles
  31. Hechos 7:46 Lit., Quien
  32. Hechos 7:46 Muchos mss. antiguos dicen: para la Casa; la Septuaginta en Sal. 132:5, dice: Dios
  33. Hechos 7:54 Lit., aserrados en sus corazones
  34. Hechos 7:60 O, expiró

Discurso de Esteban ante el Consejo

—¿Son ciertas estas acusaciones? —le preguntó el sumo sacerdote.

Él contestó:

—Hermanos y padres, ¡escúchenme! El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham cuando este aún vivía en Mesopotamia, antes de radicarse en Jarán. “Deja tu tierra y a tus parientes —le dijo Dios—, y ve a la tierra que te mostraré”.[a]

»Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Desde allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra donde ustedes viven ahora. No le dio herencia alguna en ella, ni siquiera dónde plantar el pie, pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia, aunque Abraham no tenía ni un solo hijo todavía. Dios le dijo así: “Tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. Pero yo castigaré a la nación que los esclavizará, y luego tus descendientes saldrán de esa tierra y me adorarán en este lugar”.[b] Hizo con Abraham el pacto que tenía por señal la circuncisión. Así, cuando Abraham tuvo a su hijo Isaac, lo circuncidó a los ocho días de nacido; Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.

»Por envidia los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto; pero Dios estaba con él 10 y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador del país y del palacio real.

11 »Hubo entonces un hambre que azotó a todo Egipto y a Canaán, y causó mucho sufrimiento. Nuestros antepasados no encontraban alimentos. 12 Al enterarse Jacob de que había comida en Egipto, mandó allá a nuestros antepasados en una primera visita. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos y así el faraón llegó a conocer a la familia de José. 14 Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total. 15 Bajó entonces Jacob a Egipto, y allí murieron él y nuestros antepasados. 16 Sus restos fueron llevados a Siquén y puestos en el sepulcro que a buen precio Abraham había comprado a los hijos de Jamor en Siquén.

17 »Cuando ya se acercaba el tiempo de que se cumpliera la promesa que Dios había hecho a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto. 18 Por aquel entonces llegó al poder en Egipto un nuevo rey que no había conocido a José. 19 Este rey usó de artimañas con nuestro pueblo y oprimió a nuestros antepasados, obligándolos a dejar abandonados a sus hijos recién nacidos para que murieran.

20 »En aquel tiempo nació Moisés y era hermoso a los ojos de Dios.[c] Por tres meses se crio en la casa de su padre 21 y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crio como a su propio hijo. 22 Así Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabra y en obra.

23 »Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el deseo de visitar a sus hermanos israelitas. 24 Al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, acudió en su defensa y lo vengó matando al egipcio. 25 Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así. 26 Al día siguiente, Moisés sorprendió a dos israelitas que estaban peleando. Trató de reconciliarlos, diciéndoles: “Señores, ustedes son hermanos; ¿por qué quieren hacerse daño?”.

27 »Pero el que estaba maltratando al otro empujó a Moisés y le dijo: “¿Y quién te nombró gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?”.[d] 29 Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

30 »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, entre las llamas de una zarza ardiente. 31 Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor: 32 “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”.[e] Moisés se puso a temblar de miedo y no se atrevía a mirar.

33 »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. 34 En verdad he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto”.[f]

35 »A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Él los sacó de Egipto haciendo prodigios y señales tanto en la tierra de Egipto como en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.

37 »Este Moisés dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre sus hermanos, a un profeta como yo”.[g] 38 Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

39 »Nuestros antepasados no quisieron obedecerlo a él, sino que lo rechazaron. Lo que realmente deseaban era volver a Egipto, 40 por lo cual dijeron a Aarón: “Tienes que hacernos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”.[h]

41 »Entonces se hicieron un ídolo en forma de becerro. Le ofrecieron sacrificios y tuvieron fiesta en honor a la obra de sus manos. 42 Pero Dios les volvió la espalda y los entregó a que rindieran culto a los astros. Así está escrito en el libro de los Profetas:

»“Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas
    durante los cuarenta años en el desierto?
43 Al contrario, ustedes se hicieron cargo del santuario de Moloc,
    de la estrella del dios Refán,
    y de las imágenes que hicieron para adorarlas.
Por lo tanto, los mandaré al exilio”[i] más allá de Babilonia.

44 »Nuestros antepasados tenían en el desierto la Tienda con las tablas del pacto, hecho como Dios había ordenado a Moisés, según el modelo que este había visto. 45 Después de haber recibido el santuario, lo trajeron consigo bajo el mando de Josué, cuando conquistaron la tierra de las naciones que Dios expulsó de la presencia de ellos. Allí permaneció hasta el tiempo de David, 46 quien disfrutó del favor de Dios y pidió que le permitiera proveer una morada para el Dios[j] de Jacob. 47 Pero fue Salomón quien construyó la casa.

48 »Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta:

49 »“El cielo es mi trono,
    y la tierra, el estrado de mis pies.
¿Qué casa me pueden construir?
    —dice el Señor—.
    ¿Dónde estará el lugar de mi reposo?
50 ¿No es mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”.[k]

51 »¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos![l] Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la Ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido.

Muerte de Esteban

54 Al oír esto, rechinando los dientes, se enojaron mucho contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

56 —¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!

57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba.

—Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

60 Luego cayó de rodillas y gritó:

—¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!

Cuando hubo dicho esto, murió.[m]

Footnotes

  1. 7:3 Gn 12:1.
  2. 7:7 Gn 15:13,14; Éx 3:12.
  3. 7:20 era … Dios. Alt. era sumamente hermoso.
  4. 7:28 Éx 2:14.
  5. 7:32 Éx 3:6.
  6. 7:34 Éx 3:5,7,8,10.
  7. 7:37 Dt 18:15.
  8. 7:40 Éx 32:1.
  9. 7:43 Am 5:25-27.
  10. 7:46 para el Dios. Var. para la casa (es decir, la familia).
  11. 7:50 Is 66:1,2.
  12. 7:51 ¡Tercos … oídos! Lit. ¡Duros de cuello e incircuncisos en los corazones y los oídos!
  13. 7:60 murió. Lit. durmió.

Stephen Addresses the Council

Then the high priest asked Stephen, “Are these accusations true?”

This was Stephen’s reply: “Brothers and fathers, listen to me. Our glorious God appeared to our ancestor Abraham in Mesopotamia before he settled in Haran.[a] God told him, ‘Leave your native land and your relatives, and come into the land that I will show you.’[b] So Abraham left the land of the Chaldeans and lived in Haran until his father died. Then God brought him here to the land where you now live.

“But God gave him no inheritance here, not even one square foot of land. God did promise, however, that eventually the whole land would belong to Abraham and his descendants—even though he had no children yet. God also told him that his descendants would live in a foreign land, where they would be oppressed as slaves for 400 years. ‘But I will punish the nation that enslaves them,’ God said, ‘and in the end they will come out and worship me here in this place.’[c]

“God also gave Abraham the covenant of circumcision at that time. So when Abraham became the father of Isaac, he circumcised him on the eighth day. And the practice was continued when Isaac became the father of Jacob, and when Jacob became the father of the twelve patriarchs of the Israelite nation.

“These patriarchs were jealous of their brother Joseph, and they sold him to be a slave in Egypt. But God was with him 10 and rescued him from all his troubles. And God gave him favor before Pharaoh, king of Egypt. God also gave Joseph unusual wisdom, so that Pharaoh appointed him governor over all of Egypt and put him in charge of the palace.

11 “But a famine came upon Egypt and Canaan. There was great misery, and our ancestors ran out of food. 12 Jacob heard that there was still grain in Egypt, so he sent his sons—our ancestors—to buy some. 13 The second time they went, Joseph revealed his identity to his brothers,[d] and they were introduced to Pharaoh. 14 Then Joseph sent for his father, Jacob, and all his relatives to come to Egypt, seventy-five persons in all. 15 So Jacob went to Egypt. He died there, as did our ancestors. 16 Their bodies were taken to Shechem and buried in the tomb Abraham had bought for a certain price from Hamor’s sons in Shechem.

17 “As the time drew near when God would fulfill his promise to Abraham, the number of our people in Egypt greatly increased. 18 But then a new king came to the throne of Egypt who knew nothing about Joseph. 19 This king exploited our people and oppressed them, forcing parents to abandon their newborn babies so they would die.

20 “At that time Moses was born—a beautiful child in God’s eyes. His parents cared for him at home for three months. 21 When they had to abandon him, Pharaoh’s daughter adopted him and raised him as her own son. 22 Moses was taught all the wisdom of the Egyptians, and he was powerful in both speech and action.

23 “One day when Moses was forty years old, he decided to visit his relatives, the people of Israel. 24 He saw an Egyptian mistreating an Israelite. So Moses came to the man’s defense and avenged him, killing the Egyptian. 25 Moses assumed his fellow Israelites would realize that God had sent him to rescue them, but they didn’t.

26 “The next day he visited them again and saw two men of Israel fighting. He tried to be a peacemaker. ‘Men,’ he said, ‘you are brothers. Why are you fighting each other?’

27 “But the man in the wrong pushed Moses aside. ‘Who made you a ruler and judge over us?’ he asked. 28 ‘Are you going to kill me as you killed that Egyptian yesterday?’ 29 When Moses heard that, he fled the country and lived as a foreigner in the land of Midian. There his two sons were born.

30 “Forty years later, in the desert near Mount Sinai, an angel appeared to Moses in the flame of a burning bush. 31 When Moses saw it, he was amazed at the sight. As he went to take a closer look, the voice of the Lord called out to him, 32 ‘I am the God of your ancestors—the God of Abraham, Isaac, and Jacob.’ Moses shook with terror and did not dare to look.

33 “Then the Lord said to him, ‘Take off your sandals, for you are standing on holy ground. 34 I have certainly seen the oppression of my people in Egypt. I have heard their groans and have come down to rescue them. Now go, for I am sending you back to Egypt.’[e]

35 “So God sent back the same man his people had previously rejected when they demanded, ‘Who made you a ruler and judge over us?’ Through the angel who appeared to him in the burning bush, God sent Moses to be their ruler and savior. 36 And by means of many wonders and miraculous signs, he led them out of Egypt, through the Red Sea, and through the wilderness for forty years.

37 “Moses himself told the people of Israel, ‘God will raise up for you a Prophet like me from among your own people.’[f] 38 Moses was with our ancestors, the assembly of God’s people in the wilderness, when the angel spoke to him at Mount Sinai. And there Moses received life-giving words to pass on to us.[g]

39 “But our ancestors refused to listen to Moses. They rejected him and wanted to return to Egypt. 40 They told Aaron, ‘Make us some gods who can lead us, for we don’t know what has become of this Moses, who brought us out of Egypt.’ 41 So they made an idol shaped like a calf, and they sacrificed to it and celebrated over this thing they had made. 42 Then God turned away from them and abandoned them to serve the stars of heaven as their gods! In the book of the prophets it is written,

‘Was it to me you were bringing sacrifices and offerings
    during those forty years in the wilderness, Israel?
43 No, you carried your pagan gods—
    the shrine of Molech,
    the star of your god Rephan,
    and the images you made to worship them.
So I will send you into exile
    as far away as Babylon.’[h]

44 “Our ancestors carried the Tabernacle[i] with them through the wilderness. It was constructed according to the plan God had shown to Moses. 45 Years later, when Joshua led our ancestors in battle against the nations that God drove out of this land, the Tabernacle was taken with them into their new territory. And it stayed there until the time of King David.

46 “David found favor with God and asked for the privilege of building a permanent Temple for the God of Jacob.[j] 47 But it was Solomon who actually built it. 48 However, the Most High doesn’t live in temples made by human hands. As the prophet says,

49 ‘Heaven is my throne,
    and the earth is my footstool.
Could you build me a temple as good as that?’
    asks the Lord.
‘Could you build me such a resting place?
50     Didn’t my hands make both heaven and earth?’[k]

51 “You stubborn people! You are heathen[l] at heart and deaf to the truth. Must you forever resist the Holy Spirit? That’s what your ancestors did, and so do you! 52 Name one prophet your ancestors didn’t persecute! They even killed the ones who predicted the coming of the Righteous One—the Messiah whom you betrayed and murdered. 53 You deliberately disobeyed God’s law, even though you received it from the hands of angels.”

54 The Jewish leaders were infuriated by Stephen’s accusation, and they shook their fists at him in rage.[m] 55 But Stephen, full of the Holy Spirit, gazed steadily into heaven and saw the glory of God, and he saw Jesus standing in the place of honor at God’s right hand. 56 And he told them, “Look, I see the heavens opened and the Son of Man standing in the place of honor at God’s right hand!”

57 Then they put their hands over their ears and began shouting. They rushed at him 58 and dragged him out of the city and began to stone him. His accusers took off their coats and laid them at the feet of a young man named Saul.[n]

59 As they stoned him, Stephen prayed, “Lord Jesus, receive my spirit.” 60 He fell to his knees, shouting, “Lord, don’t charge them with this sin!” And with that, he died.

Footnotes

  1. 7:2 Mesopotamia was the region now called Iraq. Haran was a city in what is now called Syria.
  2. 7:3 Gen 12:1.
  3. 7:5-7 Gen 12:7; 15:13-14; Exod 3:12.
  4. 7:13 Other manuscripts read Joseph was recognized by his brothers.
  5. 7:31-34 Exod 3:5-10.
  6. 7:37 Deut 18:15.
  7. 7:38 Some manuscripts read to you.
  8. 7:42-43 Amos 5:25-27 (Greek version).
  9. 7:44 Greek the tent of witness.
  10. 7:46 Some manuscripts read the house of Jacob.
  11. 7:49-50 Isa 66:1-2.
  12. 7:51 Greek uncircumcised.
  13. 7:54 Greek they were grinding their teeth against him.
  14. 7:58 Saul is later called Paul; see 13:9.