55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo(A), fijos los ojos en el cielo(B), vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios(C); 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos(D), y al Hijo del Hombre(E) de pie a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él. 58 Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle(F); y los testigos(G) pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo(H). 59 Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor(I) y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y cayendo de rodillas(J), clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado(K). Habiendo dicho esto, durmió[a](L).

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Notas al pie

  1. Hechos 7:60 O, expiró

55 pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 56 Y les dijo: «¡Miren, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios!».

57 Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, 58 lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo.[a]

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». 60 Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.

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Notas al pie

  1. 7:58 Saulo es posteriormente llamado Pablo; ver 13:9.

55 Pero como Esteban tenía el poder del Espíritu Santo, miró al cielo y vio a Dios en todo su poder. Al lado derecho de Dios estaba Jesús, de pie. 56 Entonces Esteban dijo: «Veo el cielo abierto. Y veo también a Jesús, el Hijo del hombre, de pie en el lugar de honor.»

57 Los de la Junta Suprema se taparon los oídos y gritaron. Luego todos juntos atacaron a Esteban, 58 lo arrastraron fuera de la ciudad, y empezaron a apedrearlo. Los que lo habían acusado falsamente se quitaron sus mantos, y los dejaron a los pies de un joven llamado Saulo.[a]

59 Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.» 60 Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: «Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo.»

Y con estas palabras en sus labios, murió.

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Notas al pie

  1. Hechos 7:58 Saulo: Este joven es el apóstol Pablo, quien antes era conocido con el nombre de Saulo.