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El profeta Agabo

10 Llevábamos ya varios días en Cesarea, cuando llegó de Judea un profeta llamado Agabo. 11 Vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él los pies y las manos y dijo:

— Esto dice el Espíritu Santo: “Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinturón. Después lo entregarán en manos de extranjeros”.

12 Al oír esto, tanto los creyentes de la localidad como nosotros rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.

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10 Ya hacía varios días que estábamos allí, cuando llegó de Judea un profeta llamado Agabo. 11 Al llegar ante nosotros tomó el cinturón de Pablo, se sujetó con él las manos y los pies, y dijo:

—El Espíritu Santo dice que en Jerusalén los judíos atarán así al dueño de este cinturón, y lo entregarán en manos de los extranjeros.

12 Al oír esto, nosotros y los de Cesarea rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.

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10 After we had been there a number of days, a prophet named Agabus(A) came down from Judea. 11 Coming over to us, he took Paul’s belt, tied his own hands and feet with it and said, “The Holy Spirit says,(B) ‘In this way the Jewish leaders in Jerusalem will bind(C) the owner of this belt and will hand him over to the Gentiles.’”(D)

12 When we heard this, we and the people there pleaded with Paul not to go up to Jerusalem.

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