25 Porque David dice de Él:

(A)Veía siempre al Señor en mi presencia;
pues está a mi diestra para que yo no sea conmovido.
26 Por lo cual mi corazón se alegró y mi lengua se regocijó;
y aun hasta mi carne descansará en esperanza;
27 pues tú no abandonarás mi alma en el Hades[a](B),
ni permitirás[b] que tu Santo vea corrupción(C).
28 Me has hecho conocer los caminos de la vida;
me llenarás de gozo con tu presencia.

29 Hermanos[c], del patriarca(D) David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado(E), y su sepulcro(F) está entre nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta(G), y sabiendo que Dios le había jurado sentar a uno de sus descendientes[d] en su trono(H), 31 miró hacia el futuro y habló de la resurrección de Cristo[e], que no fue abandonado en el Hades[f], ni su carne sufrió[g] corrupción(I). 32 A este Jesús resucitó Dios(J), de lo cual todos nosotros somos testigos(K). 33 Así que, exaltado a[h] la diestra de Dios(L), y habiendo recibido del Padre la promesa(M) del Espíritu Santo(N), ha derramado(O) esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no ascendió a los cielos, pero él mismo dice:

(P)Dijo el Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi diestra,

Read full chapter

Footnotes

  1. Hechos 2:27 I.e., la región de los muertos
  2. Hechos 2:27 Lit., darás
  3. Hechos 2:29 Lit., Varones hermanos
  4. Hechos 2:30 Lit., del fruto de sus lomos
  5. Hechos 2:31 I.e., el Mesías
  6. Hechos 2:31 I.e., la región de los muertos
  7. Hechos 2:31 Lit., vio
  8. Hechos 2:33 O, por

25 Porque David dice de él:

Veía al Señor siempre delante de mí;

Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,

Y aun mi carne descansará en esperanza;

27 Porque no dejarás mi alma en el Hades,

Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28 Me hiciste conocer los caminos de la vida;

Me llenarás de gozo con tu presencia.(A)

29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,(B) 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:

Dijo el Señor a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

Read full chapter