Jesús, sumo sacerdote del santuario celestial

Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es este: tenemos tal Sumo Sacerdote(A), el cual se ha sentado a la diestra del trono(B) de la Majestad en los cielos(C), como ministro(D) del[a] santuario y del[b] tabernáculo verdadero[c](E), que el Señor erigió, no el hombre(F). Porque todo Sumo Sacerdote(G) está constituido para presentar ofrendas y sacrificios(H), por lo cual es necesario que este también tenga algo que ofrecer. Así que si Él estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley(I); los cuales sirven a lo que es copia(J) y sombra de las cosas celestiales(K), tal como Moisés fue[d] advertido por Dios cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo[e](L); pues, dice Él: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte(M).

Cristo, mediador de un mejor pacto

Pero ahora Él ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador(N) de un mejor pacto(O), establecido sobre mejores promesas. Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto(P), no se hubiera buscado lugar para el segundo. Porque reprochándolos, Él dice:

Mirad que vienen días, dice el Señor,
en que[f] estableceré un nuevo pacto(Q)
con la casa de Israel y con la casa de Judá(R);
no como el pacto que hice con sus padres
el día que los tomé de la mano
para sacarlos de la tierra de Egipto;
porque no permanecieron en mi pacto,
y yo me desentendí de ellos, dice el Señor(S).
10 Porque este es el pacto(T) que yo haré[g] con la casa de Israel
después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
y las escribiré sobre sus corazones(U).
Y yo seré su Dios,
y ellos serán mi pueblo(V).
11 Y ninguno de ellos enseñará a su conciudadano[h]
ni ninguno a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor»,
porque todos me conocerán(W),
desde el menor hasta el mayor de ellos(X).
12 Pues tendré misericordia de sus iniquidades,
y nunca más me acordaré de sus pecados(Y).

13 Cuando Él dijo[i]: Un nuevo pacto(Z), hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer(AA).

Footnotes

  1. Hebreos 8:2 O, en el
  2. Hebreos 8:2 O, en el
  3. Hebreos 8:2 O, de la tienda sagrada verdadera
  4. Hebreos 8:5 Lit., es
  5. Hebreos 8:5 O, la tienda sagrada
  6. Hebreos 8:8 Lit., y
  7. Hebreos 8:10 Lit., pactaré
  8. Hebreos 8:11 O, prójimo
  9. Hebreos 8:13 O, Al decir

Nuestro Jefe de sacerdotes es mejor

Lo más importante de todo esto es que tenemos un Jefe de sacerdotes que está en el cielo, sentado a la derecha del trono de Dios. Ese sacerdote es Jesucristo, que actúa como sacerdote en el verdadero santuario,[a] es decir, en el verdadero lugar de adoración, hecho por Dios y no por nosotros los humanos.

Aquí en la tierra, se nombra a cada jefe de los sacerdotes para presentar a Dios las ofrendas y sacrificios del pueblo. Por eso, también Jesucristo tiene algo que ofrecer a Dios. Si él estuviera aquí, no sería sacerdote, pues ya tenemos sacerdotes que presentan a Dios las ofrendas que ordena la ley de Moisés. Pero el trabajo de esos sacerdotes nos da apenas una ligera idea de lo que pasa en el cielo. Por eso, cuando Moisés iba a construir el santuario, Dios le dijo: «Pon mucho cuidado, porque debes hacerlo todo siguiendo el modelo que te mostré en la montaña». Pero el trabajo que Dios le dio a Jesucristo, nuestro Jefe de sacerdotes, es mucho mejor, y por medio de él tenemos también un pacto mejor, porque en él Dios nos hace mejores promesas.

El antiguo pacto

Si el pacto que Dios hizo antes con el pueblo de Israel hubiera sido perfecto, no habría sido necesario un nuevo pacto. Pero al ver Dios que el pueblo no le obedecía como él esperaba, dijo:

«Viene el día
en que haré un nuevo pacto
con el pueblo de Israel
y con el pueblo de Judá.

»En el pasado,
tomé de la mano a sus antepasados
y los saqué de Egipto,
y luego hice un pacto con ellos.
Pero no lo cumplieron,
y por eso no me preocupé más por ellos.

10 »Por eso, éste será mi nuevo pacto
con el pueblo de Israel:
haré que mis enseñanzas
las aprendan de memoria,
y que sean la guía de su vida.
Yo seré su Dios,
y ellos serán mi pueblo.
Les juro que así será.

11 »Ya no hará falta
que unos sean maestros de otros,
y que les enseñen a conocerme,
porque todos me conocerán,
desde el más joven hasta el más viejo.

12 »Yo les perdonaré
todas sus maldades,
y nunca más me acordaré
de sus pecados.»

13 Cuando Dios habla de hacer con nosotros un nuevo pacto, es porque considera viejo el pacto anterior. Y lo que se considera viejo e inútil, ya está a punto de desaparecer.

Footnotes

  1. Hebreos 8:2 Santuario: lit. tienda o carpa. En otras versiones de la Biblia se traduce como Tabernáculo o Tienda del Encuentro.