Hebreos 4:3-14

Nueva Biblia de las Américas

³ Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho:

aunque las obras de Él estaban acabadas desde la fundación del mundo^(B).

⁴ Porque así ha dicho en cierto lugar^(C) acerca del séptimo día: «Y Dios reposó en el séptimo día de todas Sus obras^(D)»; ⁵ y otra vez en este pasaje: «No entrarán en Mi reposo^(E)». ⁶ Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia^[a](F),

⁷ Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de^[b] David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes:

⁸ Porque si Josué^[c] les hubiera dado reposo^(H), Dios no habría hablado de otro día después de ese. ⁹ Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios.

¹⁰ Pues el que ha entrado a Su reposo^[d], él mismo ha reposado de sus obras^(I), como Dios reposó de las Suyas^(J). ¹¹ Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguien caiga siguiendo el mismo ejemplo^(K) de desobediencia^(L).

Poder de la palabra de Dios

¹² Porque la palabra de Dios^(M) es viva^(N) y eficaz^(O), y más cortante que cualquier espada de dos filos^(P). Penetra hasta la división del alma y del espíritu^(Q), de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir^[e] los pensamientos y las intenciones del corazón^(R). ¹³ No hay cosa creada oculta a Su vista^[f](S), sino que todas las cosas están al descubierto^[g] y desnudas^(T) ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Jesús, el gran Sumo Sacerdote

¹⁴ Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote^(U) que trascendió^[h](V) los cielos, Jesús, el Hijo de Dios^(W), retengamos nuestra fe^[i](X).