Dios disciplina a sus hijos

12 Por tanto, también nosotros que estamos rodeados de una nube tan grande de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.

En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre. Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirigen:

«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
    ni te desanimes cuando te reprenda,
porque el Señor disciplina a los que ama
    y azota a todo el que recibe como hijo».[a]

Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos. Después de todo, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus y viviremos? 10 En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad. 11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien dolorosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.

12 Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos débiles y de sus rodillas temblorosas. 13 «Hagan sendas derechas para sus pies»[b] para que la pierna coja no se disloque, sino que se sane.

Advertencia a los que rechazan a Dios

14 Busquen la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Asegúrense de que nadie quede fuera de la gracia de Dios, de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos, 16 y también de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un plato de comida vendió sus derechos de primogénito. 17 Después, como ya saben, cuando quiso heredar esa bendición, fue rechazado: No se le dio lugar para el arrepentimiento, aunque con lágrimas buscó la bendición.

18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego; tampoco a oscuridad, tinieblas o tormenta; 19 ni a sonido de trompeta, ni a tal clamor de palabras que quienes lo oyeron suplicaron que no se les hablara más, 20 porque no podían soportar esta orden: «Será apedreado todo el que toque la montaña, aunque sea un animal».[c] 21 Tan aterrador era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo».[d]

22 Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la Jerusalén celestial, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a millares y millares de ángeles, a una asamblea gozosa, 23 a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección; 24 a Jesús, el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla mejor que la de Abel.

25 Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo. 26 En aquella ocasión, su voz estremeció la tierra, pero ahora ha prometido: «Una vez más haré que se estremezca no solo la tierra, sino también el cielo».[e] 27 La frase «una vez más» indica la remoción de las cosas movibles, es decir, las creadas, para que permanezca lo inconmovible.

28 Puesto que nosotros estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente, 29 porque nuestro «Dios es fuego consumidor».[f]

Exhortaciones finales

13 Sigan amándose unos a otros fraternalmente. No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.

Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales. Manténganse libres del amor al dinero y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho:

«Nunca los dejaré;
    jamás los abandonaré».[g]

Así que podemos decir con toda confianza:

«El Señor es quien me ayuda, no tengo miedo;
    ¿qué me puede hacer un simple mortal?».[h]

Acuérdense de sus dirigentes que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida e imiten su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre.

No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas. Conviene que el corazón sea fortalecido por la gracia y no por alimentos rituales que de nada aprovechan a quienes los comen.

10 Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que ofician en el santuario. 11 Porque el sumo sacerdote introduce la sangre de los animales en el Lugar Santísimo como sacrificio por el pecado, pero los cuerpos de esos animales se queman fuera del campamento. 12 Por eso también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, sufrió fuera de la puerta de la ciudad. 13 Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó, 14 pues aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera.

15 Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. 16 No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.

17 Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.

18 Oren por nosotros, porque estamos seguros de tener la conciencia tranquila y queremos portarnos honradamente en todo. 19 Les ruego encarecidamente que oren para que se me permita reintegrarme a ustedes cuanto antes.

20 El Dios de paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. 21 Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por siempre jamás. Amén.

22 Hermanos, ruego que reciban bien estas palabras de exhortación, ya que les he escrito brevemente.

23 Quiero que sepan que nuestro hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si llega pronto, iré con él a verlos.

24 Saluden a todos sus dirigentes y a todos los creyentes.

Los de Italia les mandan saludos.

25 Que la gracia sea con todos ustedes.

La carrera del cristiano

12 Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado(A) que tan fácilmente nos envuelve, y corramos(B) con paciencia[a](C) la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en[b] Jesús, el autor y consumador[c] de la fe(D), quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz(E), menospreciando la vergüenza(F), y se ha sentado a la diestra del trono de Dios(G). Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de[d] los pecadores contra sí mismo(H), para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón[e](I). Porque todavía, en vuestra lucha contra el pecado, no habéis resistido(J) hasta el punto de derramar sangre[f](K); además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige:

Hijo mío, no tengas en poco la disciplina del Señor,
ni te desanimes(L) al ser reprendido por Él(M);
porque el Señor al que ama, disciplina(N),
y azota a todo el que recibe por hijo(O).

Es para vuestra corrección[g] que sufrís[h]; Dios os trata como a hijos(P); porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos(Q). Además, tuvimos padres terrenales[i] para disciplinarnos, y los respetábamos(R), ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros[j] espíritus(S), y viviremos(T)? 10 Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad(U). 11 Al presente ninguna[k] disciplina parece ser[l] causa de gozo, sino de tristeza[m](V); sin embargo, a los que han sido ejercitados[n] por medio de[o] ella, les da después fruto apacible de justicia(W). 12 Por tanto, fortaleced[p] las manos débiles[q] y las rodillas que flaquean(X), 13 y haced sendas derechas para vuestros pies(Y), para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane(Z).

Exhortación a la fidelidad

14 Buscad[r] la paz con todos(AA) y la santidad(AB), sin la cual nadie verá al Señor(AC). 15 Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios(AD); de que ninguna raíz de amargura(AE), brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados(AF); 16 de que no haya ninguna persona inmoral(AG) ni profana(AH) como Esaú, que vendió su primogenitura por una comida(AI). 17 Porque sabéis que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas(AJ).

Contraste entre el monte Sinaí y el monte Sión

18 Porque no os habéis acercado(AK) a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino(AL), 19 ni a sonido de trompeta(AM), ni a ruido de palabras(AN) tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más(AO); 20 porque no podían soportar el mandato: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada[s](AP). 21 Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando(AQ). 22 Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión(AR) y a la ciudad(AS) del Dios vivo(AT), la Jerusalén celestial(AU), y a miríadas de ángeles(AV), 23 a la asamblea general[t] e iglesia de los primogénitos(AW) que están inscritos en los cielos(AX), y a Dios, el Juez de todos(AY), y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos(AZ), 24 y a Jesús, el mediador del nuevo pacto(BA), y a la sangre rociada(BB) que habla mejor que la sangre de Abel(BC). 25 Mirad que no rechacéis(BD) al que habla(BE). Porque si aquellos no escaparon[u](BF) cuando rechazaron(BG) al que les amonestó[v] sobre la tierra(BH), mucho menos[w] escaparemos nosotros si nos apartamos de aquel que nos amonesta[x] desde el cielo(BI). 26 Su voz hizo temblar entonces la tierra(BJ), pero ahora Él ha prometido, diciendo: Aún una vez más, yo haré temblar no solo la tierra, sino también el cielo(BK). 27 Y esta expresión: Aún, una vez más, indica la remoción de las cosas movibles(BL), como las cosas creadas, a fin de que permanezcan las cosas que son inconmovibles. 28 Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible(BM), demostremos[y] gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable(BN) con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor(BO).

Deberes cristianos

13 Permanezca [z] el amor fraternal(BP). No os olvidéis de mostrar hospitalidad[aa](BQ), porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles(BR). Acordaos(BS) de los presos(BT), como si estuvierais presos con ellos, y de los maltratados, puesto que también vosotros estáis en el cuerpo. Sea el matrimonio honroso en todos(BU), y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales[ab] y a los adúlteros(BV) los juzgará Dios. Sea vuestro carácter sin avaricia(BW), contentos con lo que tenéis(BX), porque Él mismo ha dicho: Nunca te dejare ni te desamparare(BY), de manera que decimos confiadamente:

El Señor es el que me ayuda; no temeré.
¿Qué podrá hacerme el hombre(BZ)?

Acordaos de vuestros guías(CA) que os hablaron la palabra de Dios(CB), y considerando el resultado de su conducta[ac], imitad su fe(CC). Jesucristo es el mismo(CD) ayer y hoy y por los siglos. No os dejéis llevar por doctrinas[ad] diversas y extrañas(CE), porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con[ae] la gracia(CF), no con alimentos(CG), de los que no recibieron beneficio los que de ellos se ocupaban[af](CH). 10 Nosotros tenemos un altar del cual(CI) no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo[ag](CJ). 11 Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento(CK). 12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo(CL) mediante su propia sangre(CM), padeció fuera de la puerta(CN). 13 Así pues, salgamos a Él fuera del campamento, llevando su oprobio(CO). 14 Porque no tenemos aquí una ciudad permanente(CP), sino que buscamos la que está por venir(CQ). 15 Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él(CR), sacrificio de alabanza a Dios(CS), es decir, el fruto de labios que confiesan[ah] su nombre(CT). 16 Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua[ai](CU), porque de tales sacrificios se agrada Dios(CV). 17 Obedeced a vuestros pastores[aj](CW) y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas(CX), como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan[ak] con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.

Bendición y saludos finales

18 Orad por nosotros(CY), pues confiamos en que tenemos una buena conciencia(CZ), deseando conducirnos honradamente[al] en todo. 19 Y aún más, os exhorto a hacer esto, a fin de que yo os sea restituido(DA) muy pronto.

20 Y el Dios de paz(DB), que resucitó de entre los muertos(DC) a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas(DD) mediante[am] la sangre(DE) del pacto eterno(DF), 21 os haga aptos en toda obra buena(DG) para hacer su voluntad, obrando Él en nosotros[an](DH) lo que es agradable(DI) delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos(DJ). Amén.

22 Os ruego(DK), hermanos(DL), que soportéis[ao] la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente(DM). 23 Sabed que nuestro hermano Timoteo(DN) ha sido puesto en libertad, con el cual, si viene pronto, os he de ver. 24 Saludad a todos vuestros pastores[ap](DO) y a todos los santos(DP). Los de Italia(DQ) os saludan.

25 La gracia sea con todos vosotros(DR). Amén.[aq]

Footnotes

  1. Hebreos 12:1 O, perseverancia
  2. Hebreos 12:2 Lit., mirando a
  3. Hebreos 12:2 O, perfeccionador
  4. Hebreos 12:3 O, por parte de
  5. Hebreos 12:3 Lit., vuestras almas
  6. Hebreos 12:4 Lit., hasta la sangre
  7. Hebreos 12:7 O, disciplina, o, instrucción
  8. Hebreos 12:7 O, soportáis, o, sobrelleváis
  9. Hebreos 12:9 Lit., de nuestra carne
  10. Hebreos 12:9 O, los
  11. Hebreos 12:11 Lit., toda
  12. Hebreos 12:11 Lit., parece no ser
  13. Hebreos 12:11 O, pesar
  14. Hebreos 12:11 O, adiestrados, o, entrenados
  15. Hebreos 12:11 O, en
  16. Hebreos 12:12 Lit., enderezad
  17. Hebreos 12:12 O, caídas
  18. Hebreos 12:14 O, Seguid
  19. Hebreos 12:20 Algunos mss. posteriores agregan: o traspasada con dardo
  20. Hebreos 12:23 O, y a miríadas de ángeles en festiva asamblea
  21. Hebreos 12:25 Lit., no escapaban
  22. Hebreos 12:25 O, advirtió
  23. Hebreos 12:25 Lit., más
  24. Hebreos 12:25 O, advierte
  25. Hebreos 12:28 Lit., tengamos
  26. Hebreos 13:1 O, Continúe
  27. Hebreos 13:2 U, hospitalidad a extraños
  28. Hebreos 13:4 O, fornicarios
  29. Hebreos 13:7 O, fin de su vida
  30. Hebreos 13:9 O, enseñanzas
  31. Hebreos 13:9 O, por
  32. Hebreos 13:9 O, en ellos andaban
  33. Hebreos 13:10 O, a la tienda sagrada
  34. Hebreos 13:15 O, dan gracias a, o, alaban
  35. Hebreos 13:16 O, de compartir
  36. Hebreos 13:17 O, guías
  37. Hebreos 13:17 Lit., Para que puedan hacer esto
  38. Hebreos 13:18 O, bien
  39. Hebreos 13:20 O, en
  40. Hebreos 13:21 Algunos mss. dicen: vosotros
  41. Hebreos 13:22 I.e., oigáis
  42. Hebreos 13:24 O, guías
  43. Hebreos 13:25 Algunos mss. antiguos no incluyen: Amén

Puestos los ojos en Jesús

12 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,

Ni desmayes cuando eres reprendido por él;

Porque el Señor al que ama, disciplina,

Y azota a todo el que recibe por hijo.(A)

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Los que rechazan la gracia de Dios

12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;(B) 13 y haced sendas derechas para vuestros pies,(C) para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,(D) os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.(E) 17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.(F)

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,(G) 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;(H) 21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;(I) 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.(J)

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra,(K) mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.(L) 27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.(M)

Deberes cristianos

13 Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.(N) Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;(O) de manera que podemos decir confiadamente:

El Señor es mi ayudador; no temeré

Lo que me pueda hacer el hombre.(P)

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. 10 Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. 11 Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.(Q) 12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. 13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; 14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. 15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

18 Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo. 19 Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto.

Bendición y salutaciones finales

20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

22 Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente. 23 Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros. 24 Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan. 25 La gracia sea con todos vosotros. Amén.