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La fe y sus héroes

11 Ahora bien, la fe es la certeza(A) de lo que se espera(B), la convicción de lo que no se ve(C). Porque por ella recibieron aprobación[a](D) los antiguos[b](E). Por la fe entendemos que el universo[c] fue preparado(F) por(G) la palabra de Dios(H), de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles(I).

Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín(J), por[d] lo cual alcanzó el testimonio de que era justo(K), dando Dios testimonio de sus ofrendas[e](L); y por[f] la fe[g], estando muerto, todavía habla(M). Por la fe Enoc fue trasladado al cielo para que no viera muerte(N); y no fue hallado porque Dios lo trasladó(O); porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a Dios. Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios(P) crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan.

Por la fe Noé(Q), siendo advertido(R) por Dios acerca de cosas que aún no se veían(S), con temor reverente(T) preparó un arca para la salvación de su casa(U), por la cual[h] condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe(V). Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció(W), saliendo para un lugar que había de recibir como herencia(X); y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa(Y) como en tierra extraña, viviendo en tiendas como[i] Isaac y Jacob(Z), coherederos de la misma promesa(AA), 10 porque esperaba la ciudad(AB) que tiene cimientos(AC), cuyo arquitecto y constructor es Dios(AD).

11 También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir[j](AE), aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel a Aquel que lo había prometido(AF). 12 Por lo cual también nació de uno, y este casi muerto(AG) con respecto a esto, una descendencia como las estrellas del cielo en número, e innumerable como la arena que está a la orilla del mar(AH).

13 Todos estos murieron en fe(AI), sin haber recibido las promesas(AJ), pero habiéndolas visto desde lejos(AK) y aceptado con gusto,[k] confesando que eran extranjeros y peregrinos[l] sobre la tierra(AL). 14 Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia. 15 Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver(AM). 16 Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial(AN). Por lo cual, Dios no se avergüenza(AO) de ser[m] llamado Dios de ellos(AP), pues les ha preparado una ciudad(AQ).

17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac(AR); y el que había recibido las promesas(AS) ofrecía a su único[n] hijo. 18 Fue a él a quien se le dijo: «En Isaac te será llamada descendencia[o](AT)». 19 Él consideró[p] que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos(AU), de donde también, en sentido figurado[q](AV), lo volvió a recibir.

20 Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú(AW), aun respecto a cosas futuras. 21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José(AX), y adoró, apoyándose sobre el extremo de su bastón(AY). 22 Por la fe José, al morir, mencionó el éxodo de los israelitas, y dio instrucciones acerca de sus huesos(AZ).

23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso(BA) y no temieron el edicto del rey(BB). 24 Por la fe Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón(BC), 25 escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado(BD). 26 Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo[r] que los tesoros de Egipto(BE), porque tenía la mirada puesta en la recompensa(BF).

27 Por la fe Moisés salió de Egipto(BG) sin temer la ira del rey(BH), porque se mantuvo firme como viendo al Invisible(BI). 28 Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre(BJ), para que el exterminador de los primogénitos no los tocara a ellos(BK). 29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca, y cuando los egipcios intentaron hacer lo mismo, se ahogaron[s](BL).

30 Por la fe cayeron los muros de Jericó(BM), después de ser rodeados por siete días(BN). 31 Por la fe la ramera Rahab no pereció con los desobedientes, por haber recibido a los espías en[t] paz(BO).

32 ¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón(BP), Barac(BQ), Sansón(BR), Jefté(BS), David(BT), Samuel y los profetas(BU); 33 quienes por la fe conquistaron reinos(BV), hicieron justicia(BW), obtuvieron promesas(BX), cerraron bocas de leones(BY), 34 apagaron la violencia del fuego(BZ), escaparon del filo de la espada(CA). Siendo débiles[u], fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra(CB), pusieron en fuga a ejércitos extranjeros(CC).

35 Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección(CD). Otros fueron torturados, no aceptando su liberación[v] a fin de obtener una mejor resurrección. 36 Otros experimentaron[w] insultos y azotes, y hasta cadenas y prisiones(CE). 37 Fueron apedreados(CF), aserrados(CG), tentados[x], muertos a espada(CH). Anduvieron de aquí para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras(CI); destituidos, afligidos, maltratados(CJ) 38 (de los cuales el mundo no era digno), errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra(CK).

39 Y todos estos, habiendo obtenido aprobación[y] por su fe(CL), no recibieron la promesa(CM), 40 porque Dios había provisto[z] algo mejor para nosotros(CN), a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros(CO).

Footnotes

  1. Hebreos 11:2 Lit. testimonio.
  2. Hebreos 11:2 O antepasados.
  3. Hebreos 11:3 Lit. los siglos.
  4. Hebreos 11:4 O por medio de.
  5. Hebreos 11:4 I.e. al recibir las ofrendas de Abel.
  6. Hebreos 11:4 O por medio de.
  7. Hebreos 11:4 Lit. ella.
  8. Hebreos 11:7 I.e. la fe.
  9. Hebreos 11:9 Lit. con.
  10. Hebreos 11:11 Lit. para depositar la simiente.
  11. Hebreos 11:13 Lit. saludado.
  12. Hebreos 11:13 O expatriados.
  13. Hebreos 11:16 Lit. no se avergüenza de ellos, de ser.
  14. Hebreos 11:17 O unigénito.
  15. Hebreos 11:18 Lit. simiente.
  16. Hebreos 11:19 Lit. Considerando.
  17. Hebreos 11:19 Lit. en una parábola.
  18. Hebreos 11:26 I.e. el Mesías.
  19. Hebreos 11:29 Lit. fueron tragados.
  20. Hebreos 11:31 Lit. con.
  21. Hebreos 11:34 Lit. de la debilidad.
  22. Hebreos 11:35 Lit. redención.
  23. Hebreos 11:36 Lit. recibieron la prueba de.
  24. Hebreos 11:37 Algunos mss. no incluyen: tentados.
  25. Hebreos 11:39 Lit. testimonio.
  26. Hebreos 11:40 O previsto.

Grandes ejemplos de fe

11 La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver. Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación.

Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles.

Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe.

Fue por la fe que Enoc ascendió al cielo sin morir; «desapareció, porque Dios se lo llevó»[a]. Pues antes de ser llevado, lo conocían como una persona que agradaba a Dios. De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.

Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa. 10 Abraham esperaba con confianza una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios.

11 Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella creyó[b] que Dios cumpliría su promesa. 12 Así que una nación entera provino de este solo hombre, quien estaba casi muerto en cuanto a tener hijos; una nación con tantos habitantes que, como las estrellas de los cielos y la arena de la orilla del mar, es imposible contar.

13 Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les había prometido. Y aunque no recibieron lo prometido, lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Coincidieron en que eran extranjeros y nómadas aquí en este mundo. 14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener su propio país. 15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado. 16 Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.

17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac, 18 aun cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»[c]. 19 Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.

20 Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro.

21 Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.

22 Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran.

23 Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey.

24 Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado. 26 Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría. 27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible. 28 Fue por la fe que Moisés ordenó que el pueblo de Israel celebrara la Pascua y rociara con sangre los marcos de las puertas para que el ángel de la muerte no matara a ninguno de sus primeros hijos varones.

29 Fue por la fe que el pueblo de Israel atravesó el mar Rojo como si estuviera pisando tierra seca, pero cuando los egipcios intentaron seguirlos, murieron todos ahogados.

30 Fue por la fe que el pueblo de Israel marchó alrededor de Jericó durante siete días, y las murallas se derrumbaron.

31 Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías.

32 ¿Cuánto más les tengo que decir? Se necesitaría demasiado tiempo para contarles acerca de la fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y todos los profetas. 33 Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, 34 apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros. 35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto.

Sin embargo, otros fueron torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad. Ellos pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección. 36 Algunos fueron ridiculizados y sus espaldas fueron laceradas con látigos; otros fueron encadenados en prisiones. 37 Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierra[d] y a otros los mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y oprimidos y maltratados. 38 Este mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, se escondieron en cuevas y hoyos de la tierra.

39 Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. 40 Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.

Footnotes

  1. 11:5 Gn 5:24.
  2. 11:11 O Fue por la fe que él [Abraham] pudo tener un hijo, aunque Sara era estéril y él era demasiado anciano. Él creyó.
  3. 11:18 Gn 21:12.
  4. 11:37 Algunos manuscritos agregan algunos fueron puestos a prueba.

La confianza en Dios

11 Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. Dios aceptó a nuestros antepasados porque ellos confiaron en él. Y nosotros creemos que Dios creó el universo con una sola orden suya. Lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.

Abel confió en Dios, y por eso le ofreció un sacrificio mejor que el de Caín. Por eso Dios consideró que Abel era justo, y aceptó sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la confianza que él tuvo en Dios.

Henoc confió en Dios y, por eso, en vez de morir, Dios se lo llevó de este mundo y nadie volvió a encontrarlo. La Biblia dice que, antes de que Henoc fuera llevado, fue obediente, y eso le agradó a Dios. Porque a Dios no le gusta que no confiemos en él. Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad.

Noé confió en Dios y, por eso, cuando Dios le avisó que sucederían cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó una casa flotante para salvar a su familia. Por su confianza en Dios, Noé recibió las bendiciones que Dios da a todos los que lo obedecen. También por su confianza en Dios, Noé hizo que la gente de este mundo fuera condenada.

Abraham confió en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera de su tierra para ir al país que le daría, aun cuando no sabía hacia dónde iba. Abraham confió tanto en Dios que vivió como un extranjero en el país que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, igual que Isaac y Jacob, a quienes Dios también les había prometido ese país. 10 Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes.

11 Abraham confió en Dios y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo, Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa. 12 Por eso Abraham, aun cuando ya iba a morir, pudo tener tantos descendientes como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. ¡Nadie puede contarlos!

13 Todas las personas que hemos mencionado murieron sin recibir las cosas que Dios les había prometido. Pero como ellos confiaban en Dios, las vieron desde lejos y se alegraron, pues sabían que en este mundo ellos estaban de paso, como los extranjeros. 14 Queda claro, entonces, que quienes reconocen esto todavía buscan un país propio, 15 y que no están pensando en volver al país de donde salieron, pues de otra manera hubieran regresado allá. 16 Lo que desean es tener un país mejor en el cielo. Por eso Dios les ha preparado una ciudad, y no tiene vergüenza de que le llamen su Dios.

17 Abraham confió en Dios cuando Dios quiso probar si él lo obedecería o no. Por eso Abraham tomó a su hijo Isaac para ofrecerlo como sacrificio. No le importó que fuera su único hijo, 18 ni que Dios le hubiera prometido que por medio de Isaac tendría muchos descendientes. 19 Abraham sabía que Dios tiene poder para hacer que los muertos vuelvan a vivir. Esa confianza hizo que Abraham no tuviera que matar a su hijo; y fue como si Isaac hubiera vuelto a vivir.

20 Isaac confió en Dios, y por eso les prometió a sus hijos Jacob y Esaú que Dios los iba a bendecir.

21 Jacob confió en Dios y, por eso, cuando ya estaba por morir, les prometió a los hijos de José que Dios los iba a bendecir. Luego, se apoyó en la punta de su bastón y adoró a Dios.

22 José confió en Dios y, por eso, poco antes de morir, anunció que los israelitas saldrían libres de Egipto, y dejó instrucciones para que supieran qué hacer con sus huesos.

23 Los padres de Moisés confiaron en Dios y, por eso, cuando Moisés nació, lo escondieron durante tres meses. El rey de Egipto había ordenado que se matara a todos los niños israelitas, pero ellos vieron que Moisés era un niño hermoso y no tuvieron miedo, porque confiaban en Dios.

24 Moisés confió en Dios y, por eso, cuando ya fue hombre, no quiso seguir siendo hijo adoptivo de la hija del rey. 25 No quiso disfrutar de lo que podía hacer y tener como egipcio, pues era pecado. Prefirió que los egipcios lo maltrataran, como lo hacían con el pueblo de Dios. 26 En vez de disfrutar de las riquezas de Egipto, Moisés decidió que era mejor sufrir, como también iba a sufrir el Mesías, pues sabía que Dios le daría su premio.

27 Moisés confió en Dios y, por eso no le tuvo miedo al rey ni se rindió nunca. Salio de Egipto, y actuó como si estuviera viendo a Dios, que es invisible. 28 Moisés confió en Dios, y por eso celebró la Pascua. También mandó rociar con sangre las puertas de las casas israelitas. Así, el ángel enviado a matar no le hizo daño a ningún hijo mayor de las familias israelitas.

29 Los israelitas confiaron en Dios, y por eso cruzaron el Mar de los Juncos como si caminaran sobre tierra seca. Pero cuando los egipcios quisieron pasar, todos ellos se ahogaron.

30 Los israelitas confiaron en Dios y, por eso, cuando marcharon alrededor de la ciudad de Jericó durante siete días, los muros de la ciudad se vinieron abajo.

31 Rahab, la prostituta, confió en Dios y trató bien a los espías de Israel. Por eso no murió junto con los que habían desobedecido a Dios en Jericó.

32 ¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. 33 Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y 34 apagaron grandes incendios. Escaparon de que los mataran con espada, recibieron fuerzas cuando más débiles estaban, y en la guerra fueron tan poderosos que vencieron a los ejércitos enemigos.

35 Algunas mujeres confiaron en Dios, y por eso Dios hizo que sus familiares muertos volvieran a vivir.

Algunos confiaron tanto en Dios que no quisieron que los dejaran en libertad. Al contrario, dejaron que los mataran, porque sabían que volverían a vivir y así estarían mucho mejor. 36 Mucha gente se burló de ellos y los maltrató, y hasta los metió en la cárcel. 37 A otros los mataron a pedradas, los partieron en dos con una sierra, o los mataron con espada. Algunos anduvieron de un lugar a otro con ropas hechas de piel de oveja o de cabra. Eran pobres, estaban tristes, y habían sido maltratados. 38 La gente de este mundo no merecía personas tan buenas, que anduvieron sin rumbo fijo por el desierto, por las montañas, por las cuevas y las cavernas de la tierra.

39 Dios estaba contento con todas estas personas, pues confiaron en él. Pero ninguna de ellas recibió lo que Dios había prometido. 40 Y es que Dios tenía un plan mucho mejor, para que nosotros también recibiéramos lo prometido. Dios sólo hará perfectas a esas personas cuando nos haya hecho perfectos a nosotros.

La fe de los antiguos

11 Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.

Por fe sabemos que Dios formó los mundos mediante su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.

Por fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el que ofreció Caín, y por eso Dios lo declaró justo y le aceptó sus ofrendas. Así que, aunque Abel está muerto, sigue hablando por medio de su fe.

Por su fe, Henoc fue llevado en vida para que no muriera, y ya no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Henoc había agradado a Dios. Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.

Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que habían de pasar cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó la barca para salvar a su familia. Y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y fue heredero de la justicia que se obtiene por la fe.

Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. 10 Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

11 Por fe también, aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, éste recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa. 12 Así que Abraham, aunque ya próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar.

13 Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. 14 Y los que dicen tal cosa, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria. 15 Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado allá; 16 pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les tiene preparada una ciudad.

17 Por fe, Abraham, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer a su único hijo, a pesar de que Dios le había prometido: 18 «Por medio de Isaac tendrás descendientes.» 19 Es que Abraham reconocía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; y por eso Abraham recobró a su hijo, y así vino a ser un símbolo.

20 Por fe, Isaac prometió bendiciones futuras a Jacob y a Esaú.

21 Por fe, Jacob, cuando ya iba a morir, prometió bendiciones a cada uno de los hijos de José, y adoró a Dios apoyándose sobre la punta de su bastón.

22 Por fe, José, al morir, dijo que los israelitas saldrían más tarde de la tierra de Egipto, y dejó órdenes acerca de lo que deberían hacer con sus restos.

23 Por fe, al nacer Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses; porque vieron que era un niño hermoso, y no tuvieron miedo de la orden que el rey había dado de matar a los niños.

24 Y por fe, Moisés, cuando ya fue hombre, no quiso llamarse hijo de la hija del faraón; 25 prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios, a gozar por un tiempo los placeres del pecado. 26 Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías que gozar de la riqueza de Egipto; porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de dar.

27 Por fe, Moisés se fue de la tierra de Egipto, sin miedo al enojo del rey; y se mantuvo firme en su propósito, como si viera al Dios invisible. 28 Por fe, Moisés celebró la Pascua y mandó rociar las puertas con sangre, para que el ángel de la muerte no tocara al hijo mayor de ningún israelita.

29 Por fe, los israelitas pasaron el Mar Rojo como si fuera tierra seca; luego, cuando los egipcios quisieron hacer lo mismo, se ahogaron.

30 Por fe cayeron los muros de la ciudad de Jericó, después que los israelitas marcharon alrededor de ellos durante siete días. 31 Y por fe, Rahab, la prostituta, no murió junto con los desobedientes, porque ella había recibido amistosamente a los espías de Israel.

32 ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. 33 Por la fe conquistaron países, impartieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones, 34 apagaron fuegos violentos, escaparon de ser muertos a filo de espada, sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosos en la guerra, venciendo a los ejércitos enemigos. 35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus familiares muertos.

Otros murieron en el tormento, sin aceptar ser liberados, a fin de resucitar a una vida mejor. 36 Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles. 37 Y otros fueron muertos a pedradas, aserrados por la mitad o muertos a filo de espada; anduvieron de un lado a otro vestidos sólo de piel de oveja y de cabra; pobres, afligidos y maltratados. 38 Estos hombres, que el mundo ni siquiera merecía, anduvieron sin rumbo fijo por los desiertos, y por los montes, y por las cuevas y las cavernas de la tierra.

39 Sin embargo, ninguno de ellos recibió lo que Dios había prometido, aunque fueron aprobados por la fe que tenían; 40 porque Dios, teniéndonos en cuenta a nosotros, había dispuesto algo mejor, para que solamente en unión con nosotros fueran ellos hechos perfectos.