Hebreos 10:11-18
Nueva Traducción Viviente
11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados; 12 pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies. 14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:
16 «Este es el nuevo pacto que haré
con mi pueblo en aquel día,[a] dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente»[b].
17 Después dice:
«Nunca más me acordaré
de sus pecados y sus transgresiones»[c].
18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
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