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TEMAMOS, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado.

Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como á ellos; mas no les aprovechó el oir la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe.

Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo.

Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos á quienes primero fué anunciado no entraron por causa de desobediencia,

Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo; como está dicho: Si oyereis su voz hoy, No endurezcáis vuestros corazones.

Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.

Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

10 Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

11 Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

13 Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas á los ojos de aquel á quien tenemos que dar cuenta.

14 Por tanto, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

15 Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

16 Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

Reposo de Dios y del creyente

Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la[a] promesa de entrar en Su reposo[b], alguno de ustedes parezca no haberlo alcanzado(A). Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron[c] no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en[d] los que la oyeron(B). Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho:

«Como juré en Mi ira:
No entrarán en Mi reposo(C)”»,

aunque las obras de Él estaban acabadas desde la fundación del mundo(D).

Porque así ha dicho en cierto lugar(E) acerca del séptimo día: «Y Dios reposó en el séptimo día de todas Sus obras(F)»; y otra vez en este pasaje: «No entrarán en Mi reposo(G)». Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia[e](H),

Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de[f] David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes:

«Si ustedes oyen hoy Su voz,
No endurezcan sus corazones(I)».

Porque si Josué[g] les hubiera dado reposo(J), Dios no habría hablado de otro día después de ese. Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios.

10 Pues el que ha entrado a Su reposo[h], él mismo ha reposado de sus obras(K), como Dios reposó de las Suyas(L). 11 Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguien caiga siguiendo el mismo ejemplo(M) de desobediencia(N).

Poder de la palabra de Dios

12 Porque la palabra de Dios(O) es viva(P) y eficaz(Q), y más cortante que cualquier espada de dos filos(R). Penetra hasta la división del alma y del espíritu(S), de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir[i] los pensamientos y las intenciones del corazón(T). 13 No hay cosa creada oculta a Su vista[j](U), sino que todas las cosas están al descubierto[k] y desnudas(V) ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Jesús, el gran Sumo Sacerdote

14 Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote(W) que trascendió[l](X) los cielos, Jesús, el Hijo de Dios(Y), retengamos nuestra fe[m](Z). 15 Porque no tenemos un Sumo Sacerdote(AA) que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros(AB), pero sin pecado(AC). 16 Por tanto, acerquémonos(AD) con confianza(AE) al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

Footnotes

  1. Hebreos 4:1 Lit. una.
  2. Hebreos 4:1 I.e. de Dios.
  3. Hebreos 4:2 Lit. pero la palabra oída.
  4. Hebreos 4:2 Muchos mss. dicen: por no estar ellos unidos por la fe con.
  5. Hebreos 4:6 O incredulidad.
  6. Hebreos 4:7 O en.
  7. Hebreos 4:8 Gr. Jesús.
  8. Hebreos 4:10 I.e. de Dios.
  9. Hebreos 4:12 O juzgar.
  10. Hebreos 4:13 I.e. de Dios.
  11. Hebreos 4:13 O abiertas.
  12. Hebreos 4:14 Lit. pasó a través de.
  13. Hebreos 4:14 O confesión, o profesión.

El descanso prometido para el pueblo de Dios

Todavía sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo. Pues esta buena noticia—del descanso que Dios ha preparado—se nos ha anunciado tanto a ellos como a nosotros, pero a ellos no les sirvió de nada porque no tuvieron la fe de los que escucharon a Dios.[a] Pues solo los que creemos podemos entrar en su descanso. En cuanto a los demás, Dios dijo:

«En mi enojo juré:
    “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”»[b],

si bien ese descanso está preparado desde que él hizo el mundo. Sabemos que está preparado debido al pasaje en las Escrituras que menciona el séptimo día: «Cuando llegó el séptimo día, Dios descansó de toda su labor»[c]. Pero en el otro pasaje Dios dijo: «Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso»[d].

Así que el descanso de Dios está disponible para que la gente entre, pero los primeros en oír esta buena noticia no entraron, porque desobedecieron a Dios. Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se han citado:

«Cuando oigan hoy su voz
    no endurezcan el corazón»[e].

Ahora bien, si Josué hubiera logrado darles ese descanso, Dios no habría hablado de otro día de descanso aún por venir. Así que todavía hay un descanso especial[f] en espera para el pueblo de Dios. 10 Pues todos los que han entrado en el descanso de Dios han descansado de su trabajo, tal como Dios descansó del suyo después de crear el mundo. 11 Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos.

12 Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. 13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.

Cristo es nuestro Sumo Sacerdote

14 Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos. 15 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. 16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.

Footnotes

  1. 4:2 Algunos manuscritos dicen porque no combinaron fe con lo que oyeron.
  2. 4:3 Sal 95:11.
  3. 4:4 Gn 2:2.
  4. 4:5 Sal 95:11.
  5. 4:7 Sal 95:7-8.
  6. 4:9 O descanso sabático.