Add parallel Print Page Options

11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados; 12 pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies. 14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.

15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:

16 «Este es el nuevo pacto que haré
    con mi pueblo en aquel día,[a] dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
    y las escribiré en su mente»[b].

17 Después dice:

«Nunca más me acordaré
    de sus pecados y sus transgresiones»[c].

18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.

Read full chapter

Footnotes

  1. 10:16a En griego después de aquellos días.
  2. 10:16b Jr 31:33a.
  3. 10:17 Jr 31:34b.

11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;(A) 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;(B) 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:

16 Este es el pacto que haré con ellos

Después de aquellos días, dice el Señor:

Pondré mis leyes en sus corazones,

Y en sus mentes las escribiré,(C)

17 añade:

Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.(D)

18 Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado.

Read full chapter