Add parallel Print Page Options

El Señor responde a Habacuc

Decidí mantenerme vigilante. Decidí mantenerme en pie sobre la fortaleza. Decidí no dormir hasta saber lo que el Señor me iba a decir, y qué respuesta daría a mi queja. Y el Señor me respondió, y me dijo:

«Escribe esta visión. Grábala sobre unas tablillas, para que pueda leerse de corrido. La visión va a tardar todavía algún tiempo, pero su cumplimiento se acerca, y no dejará de cumplirse. Aunque tarde, espera a que llegue, porque vendrá sin falta. No tarda ya.(A) Aquel cuya alma no es recta, es arrogante; pero el justo vivirá por su fe.(B) El que es afecto al vino, es traicionero y soberbio, y por lo tanto no permanecerá, pues ensancha su garganta como el sepulcro y es insaciable como la muerte; reúne para sí mismo a todos los pueblos y naciones.

Ayes contra los injustos

»¿Y no habrán de burlarse de ti, y de lanzarte sarcásticos refranes? No faltarán quienes digan: “¡Ay de ti, que acumulabas bienes ajenos! ¿Hasta cuándo habrías de amontonar lo que a otros arrebataste?”

»¿No habrán de levantarse de pronto tus deudores, y al despertar te harán temblar, y serás para ellos botín de guerra? Tú has despojado de sus bienes a muchas naciones; por eso todos los otros pueblos te despojarán. Y es que tú has derramado mucha sangre, has cometido muchos robos en la tierra y en las ciudades, y contra todos sus habitantes.

»¡Ay de ti, que codicias ganancias injustas para tu casa, y que pones en alto tu nido para escaparte del poder del mal! 10 Para vergüenza de tu casa, hiciste planes malvados, asolaste a muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 11 Ciertamente, las piedras de los muros clamarán contra ti, y las tablas del enmaderado repetirán el eco.

12 »¡Ay de ti, que edificas la ciudad con sangre, y que la fundas sobre la iniquidad! 13 ¿Acaso no lo ha determinado el Señor de los ejércitos? Los pueblos trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. 14 Porque así como el mar rebosa de agua, también la tierra rebosará con el conocimiento de la gloria del Señor.(C)

15 »¡Ay de ti, que embriagas a tu prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas el odre y lo emborrachas para contemplar su desnudez! 16 Eso, en vez de honrarte, te llena de deshonra, ¡pero también tú beberás y mostrarás tu desnudez! El Señor mismo vendrá a ti, y con su mano derecha te dará a beber del cáliz, y tu honra quedará cubierta de afrentoso vómito. 17 Ciertamente, la rapiña del Líbano recaerá sobre ti, y las fieras te despedazarán. Y es que tú has derramado mucha sangre, has cometido muchos robos en la tierra y en las ciudades, y contra todos sus habitantes.

18 »¿De qué sirve la escultura que hace el escultor? ¿De que sirve la estatua fundida, maestra de mentira, obra en la que pone su confianza el que hace imágenes mudas? 19 ¡Ay del que pide al palo que despierte, y que a la piedra muda le pide levantarse! ¿Cómo pretende ser maestro? ¡Sus imágenes están recubiertas de oro y plata, y no hay en ellas ningún hálito de vida!»

20 Pero el Señor está en su santo templo. ¡Que calle delante de él toda la tierra!

Me mantendré en mi guardia,
    me ubicaré sobre la muralla;
estaré pendiente de lo que me diga,
    de su respuesta a mi queja.

La respuesta del Señor

Y el Señor me respondió:

«Escribe la visión
    y grábala claramente en las tablillas,
    para que se lea de corrido.[a]
Pues la visión se realizará en el tiempo señalado;
    marcha hacia su cumplimiento
    y no dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala;
    porque sin falta vendrá.

»El insolente no tiene el alma recta,
    pero el justo vivirá por su fe.
Además, el vino es traicionero;
    por eso el soberbio no permanecerá.
Pues ensancha su garganta como el sepulcro,[b]
    y es insaciable como la muerte.
Reúne en torno suyo a todas las naciones
    y toma cautivos a todos los pueblos.
Y estos lo harán objeto de burla
    en sus sátiras y adivinanzas.
¡Ay del que se hace rico con lo ajeno
    y acumula prendas empeñadas!
    ¿Hasta cuándo seguirá con esta práctica?
¿No se levantarán de repente tus acreedores?
    ¿No se despertarán para hacerte temblar?
    Entonces te convertirás en su víctima.
Son tantas las naciones que has saqueado
    que los pueblos que se salven te saquearán a ti;
porque es mucha la sangre que has derramado
    y mucha tu violencia contra estas tierras,
    contra esta ciudad y sus habitantes.

»¡Ay del que llena su casa de ganancias injustas
    en un intento por salvar su nido
    y escapar de las garras del infortunio!
10 Son tus maquinaciones la vergüenza de tu casa:
    exterminaste a muchas naciones,
    pero causaste tu propia desgracia.
11 Por eso hasta las piedras del muro claman
    y resuenan las vigas del enmaderado.

12 »¡Ay del que construye una ciudad con sangre
    y establece un poblado con maldad!
13 ¿Acaso no ha determinado el Señor de los Ejércitos
    que el trabajo de los pueblos sea solo leña para el fuego
    y las naciones se fatiguen por nada?
14 Porque se llenará la tierra con el conocimiento de la gloria del Señor
    así como las aguas cubren los mares.

15 »¡Ay de ti, que emborrachas a tu prójimo,
    que derramas tu veneno hasta embriagarlo[c]
    para contemplar su cuerpo desnudo!
16 Con esto te has cubierto de deshonra y no de gloria.
    ¡Pues bebe tú también y muestra tu desnudez!
¡Que se vuelque sobre ti la copa de la diestra del Señor
    y una desgracia superará tu gloria!
17 ¡Que te alcance la violencia que cometiste contra el Líbano!
    ¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales!
¡Porque es mucha la sangre que has derramado
    y mucha tu violencia contra la tierra,
    contra ciudades y todos sus habitantes!

18 »¿De qué sirve una imagen,
    si quien la esculpe es un artesano?
¿De qué sirve una imagen fundida,
    si tan solo enseña mentiras?
El artesano que hace ídolos que no pueden hablar
    solo está confiando en su propio artificio.
19 ¡Ay del que dice al madero: “Despierta”,
    y a la piedra muda: “Levántate”!
Aunque están recubiertos de oro y plata,
    nada pueden enseñarle,
    pues carecen de aliento de vida.

20 »En cambio, el Señor está en su santo templo.
    ¡Guarde toda la tierra silencio en su presencia!».

Footnotes

  1. 2:2 para que se lea de corrido. Alt. para que el lector corra con ella para anunciarla.
  2. 2:5 el sepulcro. Lit. el Seol.
  3. 2:15 hasta embriagarlo. Texto de difícil traducción.

Estaré atento y vigilante,
como lo está el centinela en su puesto,
para ver qué me dice el Señor
y qué respuesta da a mis quejas.

El Señor me contestó:
«Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar,
de modo que pueda leerse de corrido.
Aún no ha llegado el momento
de que esta visión se cumpla;
pero no dejará de cumplirse.
Tú espera, aunque parezca tardar,
pues llegará en el momento preciso.
Escribe que los malvados son orgullosos,
pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios.»
Los hombres orgullosos desean el poder;
lo buscan sin descanso y siempre quieren más,
aun cuando el poder es traicionero.
Abren su boca, como el sepulcro;
son insaciables, como la muerte,
y por eso se lanzan a conquistar
nación tras nación.
Pero todas las naciones conquistadas
se burlarán del que las conquistó, cantándole:
«¡Ay de ti, que te haces rico
con lo que no te pertenece!
¿Hasta cuándo seguirás amontonando
las riquezas que tomaste prestadas?»

Cuando menos lo esperes, llegarán tus acreedores,
despertarán los que te atormentan
y te dejarán desnudo.
Las naciones se unirán en contra tuya
y te saquearán como tú las saqueaste a ellas.
Te harán pagar todos tus crímenes,
las violencias que cometiste en el país
contra las ciudades y sus habitantes.

¡Ay de ti, que has llenado tu casa
con el producto de tus robos,
para ponerte a salvo de todo peligro!
10 De ese modo has cubierto tu casa de vergüenza,
y has causado tu propia destrucción
al destruir a numerosas naciones.
11 Aun las piedras de los muros
y la madera de las vigas
gritarán en contra tuya.

12 ¡Ay de ti, que construyes tus ciudades
sobre la base del crimen y la injusticia!
13 El Señor todopoderoso
va a hacer inútil tu trabajo y tu fatiga,
pues todas tus obras serán destruidas por el fuego.
14 Y el conocimiento de la gloria del Señor
llenará entonces toda la tierra,
como las aguas llenan el mar.

15 ¡Ay de ti, que emborrachas a tus vecinos
dándoles vino mezclado con drogas,
para humillarlos contemplando su desnudez!
16 En lugar de honor, te cubrirás de vergüenza,
porque el Señor va a darte a beber una copa
que te hará mostrar tu incircuncisión
y convertirá en humillación tu gloria.
17 Las violencias que le hiciste al monte Líbano
se volverán en contra tuya,
y te espantarás por la matanza de sus animales.
Esto te vendrá a causa de tus crímenes
y de las violencias que cometiste en el país
contra las ciudades y sus habitantes.

18 ¿De qué sirve una escultura
en cuanto ha sido terminada?
¿De qué sirve una imagen
que sólo lleva a la mentira?
Los ídolos no pueden hablar;
¿cómo, pues, podrá confiar en ellos
el hombre que los fabrica?

19 ¡Ay de ti, que a un ídolo de madera
le dices que despierte,
y a una piedra muda, que se ponga de pie!
¿Podrán ellos comunicar mensaje alguno?
¡No, porque no tienen vida propia,
aunque estén recubiertos de oro y plata!
20 Pero el Señor está en su santo templo:
¡guarde silencio delante de él toda la tierra!