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En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre[a] y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles. Entonces el Señor Dios llamó al hombre:

—¿Dónde estás?

10 El hombre contestó:

—Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.

11 —¿Quién te dijo que estabas desnudo?—le preguntó el Señor Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras?

12 El hombre contestó:

—La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.

13 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer:

—¿Qué has hecho?

—La serpiente me engañó—contestó ella—. Por eso comí.

14 Entonces el Señor Dios le dijo a la serpiente:

«Por lo que has hecho, eres maldita
    más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes.
Andarás sobre tu vientre,
    arrastrándote por el polvo durante toda tu vida.
15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer,
    y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará la cabeza,
    y tú le golpearás[b] el talón».

16 Luego le dijo a la mujer:

«Haré más agudo el dolor de tu embarazo,
    y con dolor darás a luz.
Y desearás controlar a tu marido,
    pero él gobernará sobre ti[c]».

17 Y al hombre le dijo:

«Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto del árbol
    del que te ordené que no comieras,
la tierra es maldita por tu culpa.
    Toda tu vida lucharás para poder vivir de ella.
18 Te producirá espinos y cardos,
    aunque comerás de sus granos.
19 Con el sudor de tu frente
    obtendrás alimento para comer
hasta que vuelvas a la tierra
    de la que fuiste formado.
Pues fuiste hecho del polvo,
    y al polvo volverás».

El paraíso perdido: el juicio de Dios

20 Después, el hombre—Adán—le puso a su esposa el nombre Eva, porque ella sería la madre de todos los que viven.[d]

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Footnotes

  1. 3:8 O Adán; igual en todo el capítulo.
  2. 3:15 O te herirá [...] tú le herirás.
  3. 3:16 O Y aunque tendrás deseo por tu marido, / él gobernará sobre ti.
  4. 3:20 Eva suena como un término hebreo que significa «dar vida».

Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos(A); y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales[a].

Sentencia por el pecado y promesa de redención

Y oyeron al[b] Señor Dios que se paseaba(B) en el huerto al fresco[c] del día; y el hombre y su mujer se escondieron(C) de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto. Y el Señor Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás(D)? 10 Y él respondió: Te oí[d] en el huerto, y tuve miedo(E) porque estaba desnudo, y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras? 12 Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera[e] me dio del árbol, y yo comí(F). 13 Entonces el Señor Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó(G), y yo comí. 14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente:

Por cuanto has hecho esto,
maldita(H) serás[f] más que todos los animales,
y más que todas las bestias del campo;
sobre tu vientre andarás,
y polvo comerás(I)
todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad
entre tú y la mujer(J),
y entre tu simiente y su simiente;
él te herirá en[g] la cabeza,
y tú lo herirás en el calcañar(K).

16 A la mujer dijo:

En gran manera multiplicaré
tu dolor en el parto[h],
con dolor darás a luz los hijos(L);
y con todo, tu deseo será para tu marido,
y él tendrá dominio sobre ti(M).

17 Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: «No comerás de él»,

maldita(N) será[i] la tierra por tu causa;
con trabajo[j](O) comerás de ella
todos los días de tu vida.
18 Espinos y abrojos te producirá,
y comerás de las plantas[k] del campo.
19 Con el sudor de tu rostro
comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra(P),
porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres(Q),
y al polvo volverás.

20 Y el hombre le puso por nombre Eva[l](R) a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes.

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Footnotes

  1. Génesis 3:7 O, fajas
  2. Génesis 3:8 Lit., la voz del
  3. Génesis 3:8 Lit., aire
  4. Génesis 3:10 Lit., Oí tu voz
  5. Génesis 3:12 O, para que estuviera conmigo
  6. Génesis 3:14 O, eres
  7. Génesis 3:15 O, te aplastará
  8. Génesis 3:16 Lit., y tu embarazo
  9. Génesis 3:17 O, es
  10. Génesis 3:17 O, dolor
  11. Génesis 3:18 Lit., la planta
  12. Génesis 3:20 I.e., viviente, o, vida

Tan pronto lo comieron, se dieron cuenta de que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrir su desnudez.

Aquella tarde, a la hora en que sopla la brisa, el hombre y la mujer oyeron que Dios andaba por el jardín. Entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios el Señor no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:

―¿Dónde estás?

10 El hombre le contestó:

―Oí que andabas por el jardín y me dio miedo, pues estoy desnudo. Así que me escondí.

11 ―¿Quién te dijo que estás desnudo? —le preguntó Dios el Señor—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te ordené que no comieras?

12 El hombre contestó:

―La mujer que me diste para que me acompañara me dio del fruto de ese árbol, y yo lo comí.

13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:

―¿Qué es lo que has hecho?

Ella respondió:

―La serpiente me engañó, y por eso comí de ese fruto.

14 Entonces Dios el Señor le dijo a la serpiente:

―Por haber hecho esto, te maldeciré. Serás la más desdichada de todos los animales, incluyendo los domésticos y los salvajes. A partir de este momento andarás arrastrándote sobre tu vientre y comerás polvo durante toda tu vida. 15 Habrá siempre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. El descendiente de la mujer te aplastará la cabeza, mientras tú solamente le morderás el talón.

16 Luego Dios le dijo a la mujer:

―Haré que sufras bastante durante tus embarazos y que al tener tus hijos sientas mucho dolor. Y a pesar de eso, seguirás deseando a tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.

17 Después Dios le dijo al hombre:

―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento. 18 La tierra te producirá espinas y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.

20 Luego el hombre le puso a su mujer el nombre de Eva, pues ella sería la madre de todos los seres humanos.

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En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.

El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:

—¿Dónde estás?

10 El hombre contestó:

—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.

11 Entonces Dios le preguntó:

—¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?

12 El hombre contestó:

—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.

13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:

—¿Por qué lo hiciste?

Y ella respondió:

—La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.

14 Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:

—Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. 15 Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.

16 A la mujer le dijo:

—Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.

17 Al hombre le dijo:

—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. 18 La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.

20 El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven.

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En ese instante se les abrieron los ojos a los dos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entonces tejieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.

El hombre y su mujer oyeron la voz de Dios el Señor, que iba y venía por el huerto, con el viento del día; entonces corrieron a esconderse entre los árboles del huerto, para huir de la presencia de Dios el Señor. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo:

«¿Dónde andas?»

10 Y él respondió:

«Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso me escondí.»

11 Dios le dijo:

«¿Y quién te dijo que estás desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que yo te ordené que no comieras?»

12 Y el hombre respondió:

«La mujer que me diste por compañera fue quien me dio del árbol, y yo comí.»

13 Entonces Dios el Señor le dijo a la mujer:

«¿Qué es lo que has hecho?»

Y la mujer dijo:

«La serpiente me engañó,(A) y yo comí.»

14 Dios el Señor dijo entonces a la serpiente:

«Por esto que has hecho, ¡maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo! ¡Te arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida! 15 Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.»

16 A la mujer le dijo:

«Aumentaré en gran manera los dolores cuando des a luz tus hijos. Tu deseo te llevará a tu marido,[a] y él te dominará.»

17 Al hombre le dijo:

«Puesto que accediste a lo que te dijo tu mujer, y comiste del árbol de que te ordené que no comieras, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Te producirá espinos y cardos,(B) y comerás hierbas del campo. 19 Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo volverás.»

20 El nombre que Adán le dio a su mujer fue Eva,[b] porque ella fue la madre de todos los vivientes.

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Footnotes

  1. Génesis 3:16 O, tu voluntad será sujeta a tu marido.
  2. Génesis 3:20 En hebreo este nombre se asemeja a la palabra que se usa para viviente.