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15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer,
    y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará la cabeza,
    y tú le golpearás[a] el talón».

16 Luego le dijo a la mujer:

«Haré más agudo el dolor de tu embarazo,
    y con dolor darás a luz.
Y desearás controlar a tu marido,
    pero él gobernará sobre ti[b]».

17 Y al hombre le dijo:

«Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto del árbol
    del que te ordené que no comieras,
la tierra es maldita por tu culpa.
    Toda tu vida lucharás para poder vivir de ella.
18 Te producirá espinos y cardos,
    aunque comerás de sus granos.
19 Con el sudor de tu frente
    obtendrás alimento para comer
hasta que vuelvas a la tierra
    de la que fuiste formado.
Pues fuiste hecho del polvo,
    y al polvo volverás».

El paraíso perdido: el juicio de Dios

20 Después, el hombre—Adán—le puso a su esposa el nombre Eva, porque ella sería la madre de todos los que viven.[c] 21 Y el Señor Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa.

22 Luego el Señor Dios dijo: «Miren, los seres humanos[d] se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!». 23 Así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había sido formado. 24 Después de expulsarlos, el Señor Dios puso querubines poderosos al oriente del jardín de Edén; y colocó una espada de fuego ardiente—que destellaba al moverse de un lado a otro—a fin de custodiar el camino hacia el árbol de la vida.

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Footnotes

  1. 3:15 O te herirá [...] tú le herirás.
  2. 3:16 O Y aunque tendrás deseo por tu marido, / él gobernará sobre ti.
  3. 3:20 Eva suena como un término hebreo que significa «dar vida».
  4. 3:22 O el hombre; en hebreo dice ha-adán.

15 Haré que tú y la mujer sean enemigas
    y que tu descendencia sea enemiga de la de ella.
La descendencia de ella buscará aplastarte la cabeza
    mientras tú le tratarás de picar en el talón.

16 Después Dios le dijo a la mujer:
—Te daré más trabajo
    y multiplicaré tus embarazos;
y con todo y tu duro trabajo,
    tendrás también que dar a luz a los hijos.[a]
Desearás estar con tu marido,
    pero él te dominará a ti.[b]

17 Luego Dios le dijo al hombre:
—Ya que tú obedeciste a tu mujer
    y comiste del árbol que yo te había prohibido,
    la tierra estará maldita por tu culpa.
Tendrás que conseguir la comida por medio de duro trabajo,
    durante todos los días de tu vida.
18 Del suelo nacerán cardos y espinas para ti,
    y tendrás que comer plantas del campo.[c]
19 Obtendrás tu comida
    trabajando duramente
hasta que mueras y regreses al polvo,
    porque tú saliste de allí.
Polvo eres
    y en polvo te convertirás.

20 El hombre le puso a su mujer el nombre «Eva»[d], ya que ella se convertiría en madre de todos los seres humanos.

21 El SEÑOR Dios hizo con pieles de animales ropa para el hombre y su mujer, y los vistió.

22 Luego el SEÑOR Dios dijo: «Miren, el hombre y la mujer se han convertido en seres como nosotros, pues saben reconocer el bien y el mal. Ahora tienen a su alcance los frutos del árbol de la vida, para comerlos y vivir para siempre».

23 Entonces el SEÑOR Dios los sacó del jardín del Edén a trabajar la tierra, de la cual el ser humano estaba hecho. 24 Los expulsó y luego puso al oriente del jardín del Edén unos querubines y una espada en llamas que giraba para cerrar el camino de regreso al árbol de la vida.

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Footnotes

  1. 3:16 Te daré […] a los hijos o Aumentaré el dolor de tus partos, y con dolor darás a luz a tus hijos.
  2. 3:16 Desearás […] dominará a ti o Desearás dominar a tu marido, pero él te dominará a ti. Ver Gn 4:7.
  3. 3:18 Ver Gn 1:29-30.
  4. 3:20 Eva Este nombre es similar a la palabra hebrea que significa vida.

15 Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.

16 A la mujer le dijo:

—Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.

17 Al hombre le dijo:

—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. 18 La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.

20 El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. 21 Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran, 22 y dijo: «Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo. No vaya a tomar también del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre.»

23 Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado. 24 Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida.

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15 Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.»

16 A la mujer le dijo:

«Aumentaré en gran manera los dolores cuando des a luz tus hijos. Tu deseo te llevará a tu marido,[a] y él te dominará.»

17 Al hombre le dijo:

«Puesto que accediste a lo que te dijo tu mujer, y comiste del árbol de que te ordené que no comieras, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Te producirá espinos y cardos,(A) y comerás hierbas del campo. 19 Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo volverás.»

20 El nombre que Adán le dio a su mujer fue Eva,[b] porque ella fue la madre de todos los vivientes. 21 Luego Dios el Señor hizo túnicas de pieles para vestir al hombre y a su mujer. 22 Y Dios el Señor dijo:

«Ahora el hombre es como uno de nosotros, pues conoce el bien y el mal. No vaya a ser que extienda la mano, y tome también del árbol de la vida,(B) y coma, y viva para siempre.»

23 Entonces el Señor lo sacó del huerto de Edén, para que cultivara la tierra, de la cual fue tomado. 24 Echó fuera al hombre, y al oriente del huerto de Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba hacia todos lados, para resguardar el camino del árbol de la vida.

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Footnotes

  1. Génesis 3:16 O, tu voluntad será sujeta a tu marido.
  2. Génesis 3:20 En hebreo este nombre se asemeja a la palabra que se usa para viviente.

15 Habrá siempre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. El descendiente de la mujer te aplastará la cabeza, mientras tú solamente le morderás el talón.

16 Luego Dios le dijo a la mujer:

―Haré que sufras bastante durante tus embarazos y que al tener tus hijos sientas mucho dolor. Y a pesar de eso, seguirás deseando a tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.

17 Después Dios le dijo al hombre:

―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento. 18 La tierra te producirá espinas y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.

20 Luego el hombre le puso a su mujer el nombre de Eva, pues ella sería la madre de todos los seres humanos.

21 Dios el Señor hizo túnicas de pieles de animales, y con ellas vistió al hombre y a su mujer. 22 Y dijo: «Ahora el ser humano es como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo, no conviene que tome del fruto del árbol de la vida y viva para siempre». 23 Entonces Dios el Señor expulsó al hombre y a la mujer del jardín de Edén, y puso al hombre a que trabajara la tierra de la cual fue hecho. 24 Después de haber expulsado al hombre y a la mujer, Dios puso al oriente del jardín de Edén a los querubines, y una espada encendida que giraba en todas las direcciones, para evitar que nadie pudiera llegar hasta el árbol de la vida.

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