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25 Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.

26 No seamos orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.

Aplicaciones particulares

Hermanos, si ven que alguien ha caído en algún pecado, ustedes que son espirituales deben ayudarlo a corregirse. Pero háganlo amablemente; y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que él también sea puesto a prueba. Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo.

Si alguien se cree ser algo, cuando no es nada, a sí mismo se engaña. Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse orgulloso, que lo sea respecto de sí mismo y no respecto de los demás. Pues cada uno tiene que llevar su propia carga.

El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio, debe compartir con su maestro toda clase de bienes.

No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10 Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe.