²⁵ Pero al venir la fe, no estamos ya al cuidado de un tutor, ²⁶ pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

¹¹ Cuidará de su rebaño como un pastor; en sus brazos, junto a su pecho, llevará a los corderos, y guiará con suavidad a las ovejas recién paridas.

¹¹ Sí, así ha dicho Dios el Señor:

«Yo mismo voy a ir en busca de mis ovejas, y yo mismo las cuidaré,

¹⁵ Yo les daré a mis ovejas buenos pastos y apriscos seguros.

Palabra de Dios el Señor.

¹⁶ »Buscaré a las ovejas perdidas, y devolveré al redil a las que perdieron el camino; les vendaré las patas a las ovejas lastimadas, y fortaleceré a las ovejas débiles. Seré justo con mis ovejas, pero eliminaré a las ovejas engordadas y rechonchas.

²² yo las salvaré; juzgaré entre una y otra oveja, y nunca más mis ovejas serán objeto de rapiña. ²³ Voy a ponerlas al cuidado de un pastor que yo mismo les daré. Ese pastor será mi siervo David, y él será quien las apacentará.^{(A) 24} Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su príncipe.^(B) Yo, el Señor, lo he dicho.

¹⁴ Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, ¹⁵ así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre;^(A) y yo pongo mi vida por las ovejas. ¹⁶ También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a aquéllas debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor. ¹⁷ Por eso el Padre me ama, porque yo pongo mi vida para volver a tomarla. ¹⁸ Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia cuenta. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volver a tomarla. Este mandamiento lo recibí de mi Padre.»