Génesis 6:5
Reina Valera Contemporánea
5 El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal.
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Génesis 8:21
Reina Valera Contemporánea
21 Al percibir el Señor ese grato olor, dijo en su corazón:
«No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque desde su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas. Y tampoco volveré a destruir a todo ser vivo, como lo he hecho.
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Salmos 51:5
Reina Valera Contemporánea
5 ¡Mírame! ¡Yo fui formado en la maldad!
¡Mi madre me concibió en pecado!
Jeremías 17:9
Reina Valera Contemporánea
9 El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?
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Romanos 3:9-18
Reina Valera Contemporánea
No hay justo
9 ¿Entonces, qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? ¡De ninguna manera! Porque ya hemos demostrado que todos, judíos y no judíos, están bajo el pecado. 10 Como está escrito:
«¡No hay ni uno solo que sea justo!
11 No hay quien entienda;
no hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se han corrompido.
No hay quien haga lo bueno, ¡no hay ni siquiera uno!(A)
13 Su garganta es un sepulcro abierto,
y con su lengua engañan.(B)
¡En sus labios hay veneno de serpientes!(C)
14 Su boca está llena de maldición y de amargura.(D)
15 Sus pies son veloces para derramar sangre.
16 Destrucción y desgracia hay en sus caminos,
17 Y no conocen el camino de la paz.(E)
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.»(F)
Romanos 3:23
Reina Valera Contemporánea
23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios;
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Romanos 7:18
Reina Valera Contemporánea
18 Yo sé que en mí, esto es, en mi naturaleza humana, no habita el bien; porque el desear el bien está en mí, pero no el hacerlo.
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Efesios 2:1-3
Reina Valera Contemporánea
Salvados por su gracia
2 A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, 2 los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. 3 Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás.
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