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El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal.

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21 Al percibir el Señor ese grato olor, dijo en su corazón:

«No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque desde su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas. Y tampoco volveré a destruir a todo ser vivo, como lo he hecho.

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¡Mírame! ¡Yo fui formado en la maldad!
¡Mi madre me concibió en pecado!

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El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?

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No hay justo

¿Entonces, qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? ¡De ninguna manera! Porque ya hemos demostrado que todos, judíos y no judíos, están bajo el pecado. 10 Como está escrito:

«¡No hay ni uno solo que sea justo!
11 No hay quien entienda;
no hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se han corrompido.
No hay quien haga lo bueno, ¡no hay ni siquiera uno!(A)
13 Su garganta es un sepulcro abierto,
y con su lengua engañan.(B)
¡En sus labios hay veneno de serpientes!(C)
14 Su boca está llena de maldición y de amargura.(D)
15 Sus pies son veloces para derramar sangre.
16 Destrucción y desgracia hay en sus caminos,
17 Y no conocen el camino de la paz.(E)
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.»(F)

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23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios;

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18 Yo sé que en mí, esto es, en mi naturaleza humana, no habita el bien; porque el desear el bien está en mí, pero no el hacerlo.

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Salvados por su gracia

A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás.

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